La hora del ceder: Conflictos limítrofes y Desarrollo en Arica y Tarapacá
Opinión y Comentarios 7 febrero, 2014 Edición Cero
Víctor Guerrero Cossio. Dr. en sociología. Académico UNAP
El análisis post fallo de La Haya se ha ido extinguiendo, ahora viene la implementación y pasa a ser materia de gobernantes y juristas. La ciudadanía parece haber quedado conforme y creído en las justificaciones del gobierno, fuertemente apoyado en sus redes mediáticas. Quizás el fondo del asunto es que nadie quiere soluciones ni aventuras bélicas, donde seguramente perdemos todos. Por fortuna escasean los aventureros.
Sin embargo, uno de los problemas de fondo no se ha tocado y quizás, dado el nuevo escenario geopolítico, sea oportuno hacerlo. Es la relevancia que tienen las fronteras nacionales con respecto a las posibilidades de desarrollo de las regiones inmediatas, como es el caso de Arica y Tarapacá, como ex territorios peruanos.
Por cierto hay que considerar que en las bases mismas del estado moderno en Chile y Perú, esta delicada cuestión tiene un papel fundamental: la recuperación del territorio perdido y la mantención del mismo, por parte de Perú y Chile, respectivamente. Esta es una cuestión de soberanía, de orgullo y de economía.
El declive de los nacionalismos arcaicos y la defensa territorial a ultranza, despejan un obstáculo tradicional para la búsqueda de acuerdos de beneficio mutuo y son factores a considerar para una nueva forma de entender y tratar estos complejos problemas. El tema de la soberanía ha cambiado y las autoridades deben trabajar sus discursos y políticas para facilitar el entendimiento y aprender a CEDER. Hasta ahora ha predominado la idea de mantener intacto cada milímetro de territorio.
El futuro de la triple frontera depende de la capacidad de acuerdos y voluntad entre los países que la comparten para avanzar cediendo. Chile necesita energía y agua, Perú requiere de orgullo nacional luego de la centenaria derrota guerra del salitre y Bolivia no renuncia a su salida al mar, también de orgullo patrio, por supuesto. Los tres pueden alcanzar una gran alianza frente al mercado mundial y sus ciudadanos gozar de los beneficios de esa comunidad de naciones del cono sur.
Existen entonces las condiciones para ir más allá de las victorias basadas en la derrota del otro, de triunfos pírricos, declaraciones versallescas o cesiones simbólicas. Es de esperar que las nuevas autoridades chilenas se pongan a la altura de estas nuevas circunstancias, entendiendo que la política es, en esencia, una cuestión práctica.