Emotivo homenaje a mujeres sobrevivientes del cautiverio político y tortura, se realizó en Escuela Violeta Parra, donde funcionara cárcel del Buen Pastor.
ActualidadDerechos Humanos 14 septiembre, 2024 Edición Cero
Más de veinte mujeres que estuvieron en Pisagua y otros centros de reclusión, padeciendo de la prisión política y la tortura, ya han fallecido. Una cantidad similar aún sobrevive, sin embargo, son muy pocas las que se mantienen activas y aún dando la lucha por preservar la memoria, testimoniando con sus relatos y recuerdos.
Cinco de aquellas valientes mujeres, se han mantenido en una iniciativa sanadora, que nace a instancia de una joven estudiante universitaria, de la Carrera de Música, Arasay Bravo, la hija menor de una de ellas. Es la creadora del Coro de expresas políticas, una experiencia sanadora y testimonial.
El grupo coral fue mucho más grande. En esta ocasión conmemorativa, sobre el suelo de lo que fuera la cárcel del Buen Pastor, por donde pasó la mayoría de las prisioneras, hoy alberga a la Escuela Artística Violeta Parra. Allí cantaron Ana Marambio, Sandra García, Silvia Fuentes, Odesa Flores y Nadia García, bajo la dirección de Arasay, la hija de Anita.
El canto de estas mujeres fue especialmente emotivo. “Cantamos, pero no somos cantantes; cantamos porque somos sobrevivientes”, señaló Ana Marambio, quien además entregó su testimonio, representando a sus compañeras. Coinciden ellas, al hablarle a las y los estudiantes del establecimiento, que se sienten conmovidas que las nuevas generaciones, aún en formación, se den el tiempo de escucharlas y conocer es parte negra de la historia, que no debe repetirse.
Otro momento emotivo fue cuando al inicio, y luego de los discursos de la Seremi de la Mujer y Equidad de Género, Noemí Salinas; y de la Directora del INDH, Lorena de Ferrari, estudiantes del establecimiento, presentaron dos cuadros artísticos. Primero un solo, con el baile de la cueca sola; y luego una puesta en escena grupal, donde varias estudiantes bailaron moviendo con gran sentido estético una silla, símbolo de los que ya no están.
Enseguida, el profesor y poeta iquiqueños, que era un joven adolescente para el golpe de estado, leyó algunos poemas de su libro “Yo tenía un país”, obra en la que relata sus vivencias de la dictadura.
BORDADO POR LA MEMORIA
El acto memorial cerró con la presentación de un “Bordado por la Memoria”, de grande dimensiones, confeccionado en forma colectiva, a través del proyecto intergeneracional, impulsado por el INJUV, Ministerio de las Culturas y el INDH.
Cada uno de los participantes, jóvenes, exprisioneras y familiares de las víctimas, relataron la inspiración en su aporte a la obra. En la ocasión Odesa Flores, exprisionera política, se extendió entregando su conmovedor testimonio y los duros momentos que vivió junto a sus pequeños hijos, cuando fue relegada a la localidad de Porvenir, en Magallanes. Tan lejos de Iquique y con un clima radicalmente opuesto, allá fue la relegada, menospreciada y mirada con recelo. Pasó hambre, durmió junto a sus retoños en muy malas condiciones, pero, resistió y hoy sigue con sus ideales intactos y luchando.
“Ustedes -dijo a los alumnos que seguían la ceremonia desde el segundo piso-, ven acá a una vieja chica, morena… pero tienen que conocer la historia de nosotras, para que esto nunca más ocurra”.
Para que Nunca Más.
EN IMÁGENES
50 AÑOS: PLACA RECORDATORIA
El año pasado, en esta misma fecha, se descubrió una placa, para marcar el lugar como Sitio de Memoria. Compartimos nota realizada en esa ocasión.