Edición Cero

María Lorena Donoso, Periodista.-  Cuando me propuse escribir este texto, no sabía bien cómo comenzar, tenía muchos inicios en mi cabeza y tantas cosas... Que la tierra le sea leve, profesor

María Lorena Donoso, Periodista.- 

Cuando me propuse escribir este texto, no sabía bien cómo comenzar, tenía muchos inicios en mi cabeza y tantas cosas que decir al mismo tiempo, y es que la figura del profesor José Luis Hasbún significa demasiado, no solo para mí, sino para toda una generación de periodistas que forjó durante los más de 23 años que se desempeñó como docente universitario.  Teniendo presente ese hecho, creo que una de las formas más significativas de recordar su memoria es a través de sus enseñanzas.

Al profe Hasbún lo conocí el año 2018, recientemente mi vida se había vuelto un caos, viviendo con la constante incertidumbre que probablemente mi futuro también se estaba yendo al tacho de la basura. Recuerdo haber viajado flash a Santiago para incorporarme lo antes posible al ya iniciado semestre (eran mediados de abril), pero con una depresión que me consumía a diario, lo último que quería era ver y/o tratar con personas, hasta que conversé con él.

Nunca me he definido como alguien particularmente simpática, razón por la que hacer amigos/as ha sido un tema en mi vida, sumado a lo que les relataba anteriormente, congeniar con mis nuevos compañeros era todavía más difícil. No obstante, ahí estaba el profe Hasbún, ayudando a la “niña nueva” a integrarse de alguna u otra forma. Cómo habrá sido su nivel de preocupación por mí (a pesar de no conocerme lo suficiente) que llamó a mi mamá para contarle mis “avances” (así le decía él) cada vez que interactuaba positivamente con otra persona, hoy suena anecdótico, pero pucha que le doy gracias en la actualidad.

Al ser jefe de carrera en Periodismo, a diario cargaba con bastantes responsabilidades. Sin embargo, nunca lo vi recibir de mala gana a alguien; al contrario, algo que era muy característico de su persona era estar siempre con una sonrisa (sumado a un cafecito y su fiel cigarro en los breaks). Un profesor extremadamente paciente, de esos que tienen la vocación en las venas y que no suelen verse a menudo en un mundo tan superficial como la academia.

Probablemente como docente no se hacía millonario, lo que convertía en aun más loable su labor diaria, en incontables veces cumplió un rol de papá con nosotros. Había días en los que no bastaba solo el consejo políticamente correcto cuando te iba mal, necesitábamos ese reto severo que sabes que te hará crecer en todos los aspectos, así como el consuelo sincero de alguien que genuinamente se preocupa por ti y tu bienestar, él tenía esa capacidad única.

Hincha acérrimo del “Tino-Tino”, al que iba a ver todos los fines de semana jugar en La Cisterna y, un luchador estoico de la liberación de su querida Palestina, aquella tierra que hoy vive los horrores más grandes que se han visto en el último tiempo y por la que no dejaremos de pelear.

Un hombre que tenía una infinidad de historias que nos demostraban que para ser periodista, no bastaba solo con escribir bonito o hablar bien, para ser periodista había que ponerle ganas, pero sobre todo, había que ponerle corazón.

Lamentablemente, un agresivo cáncer fue el culpable de que ya no este con nosotros, y es que las almas nobles suelen tener un paso corto pero profundo por la vida de aquellos que quizás no lo somos tanto.

La huella que dejó el profesor José Luis Hasbún en cada uno de sus estudiantes es imborrable, una gran persona y formador de profesionales en todo aspecto. Me va a faltar vida para agradecer todo lo que hizo por mí, fue un honor haberlo conocido, no dude que seguiremos luchando desde la resistencia por Palestina y su gente.

Que la tierra le sea leve, profesor.

3 respuestas a “Que la tierra le sea leve, profesor”

  1. Magdalena Thumala Jaar. dice:

    Hola
    Soy prima de sus padres…
    Joselito siempre fue dulce y tierno, no podía uno ser indiferente a sus ojitos cariñoso y su sonrisa siempre presente.
    Nadie podrá olvidarte, dejaste hermosas huella en todos los q tuvimos la fortuna de conocerte.
    Donde estés mi querido te mando un abrazo.
    Marlen, una tía q te hacía sonreir.

  2. Verónica Pérez Thumala dice:

    Mi primo fue una persona de Alma generosa, y se fué de este tierra antes de lo esperado, creo que porque cumplió su misión.. los buenos suelen irse tempranamente

  3. Cristian Hasbun dice:

    Hola muchas gracias por las palabras.
    Soy su hermano. Que lindas palabras recordando a José Luis
    Gracias