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Karelia Cerda Castro, Historiadora Feminista En el marco de este 8M, una de las consignas del movimiento feminista es la Memoria, por cuanto se... Las “Chicas del Cable” iquiqueñas: Resistencias de mujeres durante la dictadura.

Karelia Cerda Castro, Historiadora Feminista

En el marco de este 8M, una de las consignas del movimiento feminista es la Memoria, por cuanto se cumplirán 50 años del Golpe de Estado en nuestro país. Esta huelga feminista rescata las luchas de las víctimas y sobrevivientes que bajo formas cotidianas, muchas veces imperceptibles, accionaron e hicieron resistencia durante los años de régimen cívico militar en nuestro país y, por supuesto, en Iquique. La historia de la resistencia en nuestra ciudad está en deuda, no sólo desde la historiografía y las Ciencias Sociales, sino también desde el ejercicio ciudadano de hacer y construir memoria. Es por ello que hoy quisiera detenerme en una de las cientos de experiencias anónimas, protagonizadas por mujeres.

La serie de Netflix “Las Chicas del Cable” cuenta la historia de cuatro operadoras telefónicas, quienes se ven envueltas en los procesos políticos de la España de la década de 1930, especialmente como parte de la resistencia a la dictadura franquista, mediante las escuchas telefónicas y el acceso a información de relevancia, gracias al trabajo que desempeñaban. Si bien se trata de una trama de ficción, nos acerca a una realidad próxima y cotidiana en Iquique, en donde en plena dictadura hubo mujeres que desde la central de la Compañía de Teléfonos jugaron un importante rol en la defensa de los Derechos Humanos, formando parte de la resistencia al terrorismo de Estado.

Las formas de resistir a la dictadura cívico militar en Chile fueron múltiples, como es común en los relatos históricos se han visibilizado mayormente aquellas vinculadas directamente a la política (como la reconstrucción de los partidos de izquierda o las luchas sindicales) en donde los hombres tuvieron el protagonismo. Sin embargo, las mujeres en todo el territorio se articularon para hacer frente a lo que acontecía en el país, desde sus propios espacios y mediante sus propios saberes. Ejemplos de ello abundan en la memoria popular: si pensamos en la crisis económica desatada con la instalación del neoliberalismo, las mujeres organizaron las subsistencias colectivas mediante ollas comunes; si pensamos en la violencia política, las mujeres fueron pilar importante en la defensa de los Derechos Humanos; si pensamos en el proceso de recuperación de la democracia, no podemos olvidar al movimiento de mujeres y sus propias demandas para un Chile democrático “en el país y en la casa”.

Desde un discreto rincón de la Compañía de Teléfonos en Iquique, hubo una mujer valiente -cuyo nombre mantendremos en reserva- que apoyada por su supervisora, enfrentó al miedo para salvar vidas. Por ejemplo, cuando los militares a cargo de la Compañía intervenían los teléfonos de activistas y militantes de izquierda, gracias a la información que ellas podían obtener pudieron avisar a compañeras y compañeros de que sus teléfonos habían sido “pinchados” y corrían peligro. Otro gesto importante relatado por nuestra protagonista, fue facilitar las comunicaciones de prisioneros políticos de Pisagua con sus familias cuando no contaban con los recursos económicos para costear las llamadas telefónicas, sin que los interlocutores supieran ella conectaba la llamada pero sólo activaba el cobro en los últimos minutos, para aliviar el bolsillo de personas que estaban sufriendo en carne propia la represión ya que “el que tenía plata para pagar hablaba y el que no tenía no hablaba”.

Finalmente, destacar una acción cuya fama ha cruzado los límites de nuestra ciudad: en 1983, ella realizó la conexión de la llamada de Radio Moscú para las y los presos políticos de Pisagua, que fue contestada por Patricia Torres, dirigente estudiantil relegada en ese lugar. En dicha oportunidad, el destino quiso que una mujer comprometida con la resistencia se encontrara de turno en la Compañía, recibió el enlace desde Argentina y al momento de comunicar con Pisagua su par telefonista se negó a pasar la llamada. Pese a los nervios y el miedo, con el apoyo de su supervisora conectó la llamada de todas formas, posteriormente tuvo que dar explicaciones a los militares a cargo.

Esta pequeña y simbólica rebeldía permitió que todo Chile y el mundo se enteraran de las condiciones en que se encontraban recluidas las personas en Pisagua, pues días más tarde la prensa publicó la noticia, alentando las presiones de distintos sectores a nivel nacional e internacional por la libertad y por el fin de la represión. Posteriormente, se grabó el documental “Escucha Chile” que recoge este hito, en voz de sus propios protagonistas, incluida la ex telefonista local. Sin saberlo, ellas fueron las “Chicas del Cable” iquiqueñas, tan heroicas como las protagonistas de Netflix.

En este 8M, la Memoria no es sólo el acto de recordar, sino de dar sentido a nuestros recuerdos colectivos para que las experiencias conduzcan la reflexión y la construcción de un Chile equitativo, digno y libre de violencias para todas, todos y todes. Con este pequeño rescate de memoria, rindo homenaje a todas las compañeras que lucharon durante la dictadura, pues cada una de sus acciones cimentó la apertura democrática y hoy sus ejemplos nos inspiran para seguir avanzando en la conquista de nuestros derechos.

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