Hacia una Nueva Constitución
Opinión y Comentarios 11 junio, 2022 Edición Cero
Carlos Graña Sarmiento, periodista
El 25 octubre del 2020, Chile hizo historia cuando una amplia mayoría —de casi el 80%—aprobó cambiar la Constitución que actualmente rige en y que fue escrita durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet. Ocho meses más tarde, la Convención Constituyente —una asamblea que fue especialmente elegida para redactar la nueva Carta Magna—comenzó su trabajo en medio de altas expectativas.
Esta era, para muchos, la salida institucional a una crisis política sin precedentes que se desató con el estallido social del 18 octubre de 2019. El proceso , que se efectúa en nuestro país, es un ejemplo de esperanza para América Latina y resto del mundo. La propuesta debe ser aprobada en un plebiscito , que se realizará el 4 de septiembre del 2022 y donde el voto será obligatorio.
Desde entonces, los 154 miembros de esta asamblea trabajan a contrarreloj para sacar adelante los cientos de artículos que conformarán el nuevo texto que debe estar listo antes del 5 de julio del 2022, día en que termina el plazo de funcionamiento de la Convención.
La tarea, sin duda, ha sido compleja y ha estado acompañada de acalorados debates sobre lo que se debe incluir (y descartar) en una Constitución que pretende representar los anhelos de la gran mayoría de los chilenos y que es seguida de cerca en países de América Latina como un posible ejemplo para resolver crisis políticas y sociales. Nunca en la historia de nuestra vida Republicana, se informó a la ciudadanía , sobre los artículos, que se aprueba, que será incluidos en la Nueva Constitución.
Nuestro sistema democrático, permite que los sectores que no quieren una nueva constitución realicen campañas, para que sea rechazada la Nueva Constitución de Chile, que deberá ser sometida a plebiscito el 4 de septiembre del 2022. No sólo se usan los medios de comunicación para desprestigiar a los Constituyentes . A esto se agregan las supuestas encuestas de opinión, donde se muestra una ventaja a la opción de rechazo frente al de Apruebo. Está claro, que se realiza una campaña publicitaria para generar desconfianza hacia la Convención, acción que puede afectar al normal funcionamiento de la Convención Constituyente, que elaboró el borrador de la Nueva Carta Magna, que deberá aprobar o rechazar la ciudadanía.
Tras 10 meses de debates se redactaron 499 artículos y 103 sesiones de pleno, se preparó un documento, que debe ser analizado por la Comisión de Armonización. Se realizaron 16 mil cabildos y participaron directamente 800 organizaciones sociales y territoriales en audiencias organizadas por las respectivas comisiones, que se realizaron en diferentes partes del territorio nacional. Ha sido la más amplia y democrática discusión constitucional, donde han participado más de dos millones de personas. Todas las normas aprobadas por el pleno de la Convención fueron respaldas por 119 votos, es decir por el 77% de los ⅔ superior a los exigidos por la Reforma Constitucional, que reglamento el proceso.
Las normas respetan los principios más sustantivos relevantes que quisiéramos como fundamentos de nuestra carta magna: Adhesión a los Derechos Humanos y a su rol articulador de toda la convivencia humana; la democracia como sistema político; el cuidado y preservación del Planeta en que vivimos; la igualdad esencial de todos los seres humanos; la justicia social y la justa distribución del trabajo humano. Tendremos un estado social y democrático de derecho; y se define que Chile se constituye como República solidaria y que su democracia será paritaria. Se reconoce la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza.
Las anteriores constituciones que se crearon el país, se hicieron entre cuatro paredes y la última bajo una sangrienta dictadura, que impuso un modelo neoliberal de sociedad, que dañó la vida de los chilenos.
Por primera vez en la historia de Chile una Constitución fue elaborada en forma democrática , y en un breve tiempo, y su elaboración fue observada por miles de chilenos, que a través de los medios de comunicación masivos, conocieron los artículos, que tendrá la Nueva Constitución de Chile.