Chile y China: 51 años de amistad y cooperación.

Carlos Graña Sarmiento, periodista.

El 15 de diciembre del 2021 se cumplirán  51 años desde que Chile y China iniciaron relaciones diplomáticas. Estas  comenzaron el 15 de diciembre de 1970, tras asumir como Presidente de Chile Salvador Allende Gossens.  El inicio de esta amistad y cooperación se realizó en medio de la Guerra Fría y cuando habían gobiernos interesados en a aislar al gobierno de la República Popular de China. Junto con asumir el gobierno, el 4 de  noviembre de 1970, el presidente Salvador Allende instruyó al embajador de Chile en Francia, Enrique Bernstein, un diplomático de gran prestigio en la Cancillería chilena, que iniciará conversaciones con el embajador de la República Popular de China en ese país para acordar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y China.

Tal acuerdo, histórico por ser el segundo país latinoamericano en hacerlo y antes que la República Popular de China fuera reconocida como legítima representante de China en Naciones Unidas y miembro permanente del Consejo de Seguridad, se hizo público el 15 de diciembre de ese año. Si bien estaba presente la voluntad política de los gobiernos de la época para ello, la decisión era un reconocimiento de la realidad y visión de largo plazo. Fue un imperativo político, una realidad histórica y un deber internacional. La República Popular China contaba a la sazón con todos los atributos de un Estado, era un interlocutor válido y adelantaba un proceso político que no se podía desconocer.

Las relaciones desde entonces se han desarrollado conforme a los principios de respeto mutuo, no intervención, integridad territorial, igualdad y cooperación .Chile desarrolla sus relaciones con China como una política de Estado, lo que  ha permitido dar pasos de gran trascendencia diplomática. China y Chile se encuentran en los lados opuestos del globo terráqueo, pero el formidable y vasto océano Pacífico que los separa no les ha impedido compartir una larga historia de intercambios políticos, comerciales y culturales.  Así, de forma habitual las  contrapartes chinas hacen referencia a los «cuatro primeros lugares de Chile».

En 1970, Chile fue el primer país de América del Sur en establecer relaciones diplomáticas con China; en 1999, el primer país latinoamericano en apoyar el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC); en 2004, el primer país de América Latina en reconocer a China como economía de mercado; y en 2005, el primero de la región en suscribir un Tratado de Libre Comercio con China. En el último tiempo se han sumado nuevos hitos a la relación bilateral que demuestran la madurez y el alto nivel político e integración económica que han alcanzado los vínculos entre ambos países, siempre sustentadas en los principios de respeto y confianza mutua, lo que tiene como consecuencia que nuestro país se posicione como un interlocutor de privilegio de China en América Latina y un «socio estratégico».

Destaca el acuerdo para elevar la relación bilateral a una Asociación Estratégica Integral, suscrito en la visita del Presidente Xi Jinping a Chile en noviembre de 2016, una categoría que China reserva para países con quien tiene una relación sólida y perspectivas de desarrollo. En materia comercial, un hito en la relación bilateral fue la firma de la profundización del TLC Chile-China durante la Cumbre de Líderes de APEC, desarrollada en Vietnam en noviembre de 2017. Se debe destacar también la 2° Reunión Ministerial CELAC-CHINA, que se llevó cabo en Santiago, en enero 2018.

 Chile ha mantenido invariable en el tiempo el principio de «Una sola China» reconociendo al Gobierno de la República Popular como único y legítimo representante de su pueblo, siendo Taiwán y el Tíbet partes inalienables de su territorio.

En definitiva, los vínculos entre Chile y China han experimentado un expedito desarrollo en los ámbitos político, económico-comercial, cultural y científico-tecnológico. Prueba de ello son los múltiples acuerdos suscritos entre ambos países, siendo Chile el país latinoamericano con la mayor cantidad de instrumentos de cooperación y de facilitación comercial con China.

A esto se suma la construcción , que está en estudio, de una gigantesca conexión de fibra óptica entre Chile y China, que tiene como posible tres vías de conexión entre Shangay y Valparaíso o Punta Arenas, lo que convertirá a Chile en la puerta de entrada digital entre Asia y Latinoamérica. Chile se ha sumado también a ser parte de la cooperación internacional impulsada por China de  la Franja y la Ruta de la Seda, para generar nuevas oportunidades en la cooperación de China nivel mundial, en que se pretende a través de grandes proyectos de infraestructura en todo el mundo las ricas tierras de China con la que están en Europa, Medio Oriente, África y América Latina.