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Es uno de los temas más sensibles en la discusión nacional. Se habla, algunos en términos generales y otros en términos particulares, de los... El giro inesperado del senador Rossi: Ahora está a favor de la libertad a presos con enfermedades terminales

Es uno de los temas más sensibles en la discusión nacional. Se habla, algunos en términos generales y otros en términos particulares, de los derechos que asisten a todo el mundo como personas, y si estos debieran en teoría hacerse extensivos a los presos, e incluso a quienes están condenados por delitos contra los derechos humanos.

El argumento contempla si una persona con alzheimer o una enfermedad terminal no podrían terminar de cumplir su condena en su casa.

El ministro de Justicia, Jaime Campos, indicó el fin de semana que no se ha tenido el coraje para discutir este tema, pero también especificó que se refería a los presos en términos generales, ya que cualquier mención al tema de los beneficios para reos enfermos y viejos deja la puerta abierta para los condenados por delitos de lesa humanidad, asunto que han hecho ver las agrupaciones de Derechos Humanos.

Quien decidió sumarse a esta discusión es el senador Fulvio Rossi, el que a través de una carta al director en El Mercurio, titulada «Los derechos humanos en la encrucijada» plantea que estos «son un tema que siempre ha influido en mis decisiones políticas. Quizás porque desde muy temprano en mi vida vi cómo mi padre, desde la Iglesia de aquella época, luchaba por ellos y formaba una institución en Iquique para promoverlos y protegerlos».

Luego, recuerda que cuando estudiaba en la UC, lanzó una publicación sobre todos los estudiantes asesinados en dictadura. Recuerda que recibió la distinción Carlos Lorca Tobar (de cuando Rossi militaba en el Partido Socialista, en recuerdo del dirigente y parlamentario asesinado por la dictadura) y luego afirma que «debo reconocer que en medio de este debate suscitado principalmente por padre Fernando Montes me he sentido algo incómodo. El padre Montes nos invita a hacer justicia y a sancionar a los culpables sin perder nuestra civilización».

«Hasta el minuto, me he inhibido de participar en este debate, principalmente por la reticencia que ha existido en el mundo de la izquierda a participar de esta reflexión», sigue el senador, para luego explicar que «uno no puedo renunciar a lo que es ni abdicar de lo que cree. Eso sería una tremenda inconsistencia moral. A los políticos hoy más que nunca se nos exige consistencia. Es decir, expresar lo que se piensa y actuar de acuerdo con lo que se cree».

«Por estos motivos, debo decir que no le hace bien a Chile negar beneficios humanitarios a quienes, aun cuando cometieron los crímenes más atroces, hoy viven y sufren una enfermedad terminal o progresivamente letal. La principal razón de aquello es porque somos distintos a ellos», enfatiza Rossi.

Luego, aclara que «esto no tiene que ver con el perdón, que es un acto personal que se los dejo a las víctimas que responde al arrepentimiento verdadero de los victimarios. Mi posición se funda en que como Estado y como sociedad no podemos perder de vista que cualquier ser humano, independiente de lo que haya hecho, merece consideración y misericordia, especialmente en los casos que describo».

«No creo que tenga que ver con la justicia mantener encerrado a un enfermo de cáncer con metástasis o a una demente por alzhéimer. El asumir una postura benevolente nos hace más humanos y no significa en modo alguno renunciar a nuestras creencias. Espero, de corazón, que estas palabras aporten un grano de arena a esta reflexión tan necesaria para el alma de Chile», concluye la misiva.

 

 

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