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Más de cincuenta danzantes comenzaron sus votos de fe con la Virgen del Carmen, para danzar en esta festividad. Un mensaje para reencontrarse con la... Bailarines reciben bendición para sus trajes

Bendición TiranaMás de cincuenta danzantes comenzaron sus votos de fe con la Virgen del Carmen, para danzar en esta festividad.

Un mensaje para reencontrarse con la identidad de ser danzante fue el que entregó el sacerdote Yanko Pajkuric en lo que fue la eucaristía de bendición de trajes, donde más de 50 promesantes y sus familias recibieron la bendición, para comenzar con la entrega de su baile a Cristo, bajo la intercesión de la Virgen del Carmen.

En su relato, el sacerdote explicó que este arte que los promesantes entregan con tanto sacrificio no debe confundirse con el folclor, como muchos lo confunden, ya que se pierde lo esencia e identidad de lo que se realiza. “El folclorista baila por la foto, por el reconocimiento, por el dinero, mientras que nosotros lo hacemos por el amor a nuestra madre, por nuestra Virgen del Carmen. Esta es una realidad difícil de entender, porque las realidades cristianas se han perdido”.

Otra parte del mensaje entregado a los asistentes a la misa fue que no se olvidaran de la promesa y de su fe, tras quitarse el traje, sino que todos los días del año debían ser un ejemplo a seguir, en todo aspecto de la vida y que no se debe esperar a que las autoridades realicen el cambio que debe venir del interior de todos nosotros.

“Porque para Dios, quien le pide con un corazón sencillo, con un corazón humillado es bueno. El Señor nos llama iguales, para el no somos distintos los unos a los otros. Debemos saber que la supremacía del Señor es donde todos somos hermanos. Nadie queda excluido”, expresó el padre Yanko.

Tras este mensaje, el religioso efectuó una oración, para luego bendecir los ropajes que llevaban en sus manos los fieles en el templo. Así, con agua bendita e incienso recorrió una hilera que se hizo, donde los danzantes mostraban sus trajes, con el fin de obtener la bendición para comenzar a danzar.

María Cáceres, una de las promesantes, manifestó que este acto es algo que los ayuda a entender más su manda, de bailar a la Virgen del Carmen, ya que “como lo dijo el curita, a muchos se les olvida que todo el año hay que ser buen cristiano y sólo se portan bien y se arrepienten cuando bailan, pero debemos ser el ejemplo de la fe y que más gente quiera a nuestra ‘Chinita del Carmen’ y que vengan a vivir la fe y no a pasear”.

Después de la bendición, los bailarines fueron a cada una de sus sedes, para efectuar el acto de investidura, con lo que podrán ingresar a danzar con los miembros más antiguos y, de esa forma, cumplir con su promesa.

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