La impunidad se viste de sotana: ¿Porqué los curas condenados por abuso sexual tienen penas bajas?

Cambio 21/ Por Equipo Cambio21.-  Mientras la Iglesia sigue cuestionando la reforma educacional, la verdadera crisis está dentro de su clero y su triste relación con la crónica judicial. Ya van 16 sacerdotes condenados, pero sólo cinco han tenido penas de cárcel. A la opinión pública algo está fallando, pero no son los jueces, necesariamente, los responsables.

Molestia generalizada causó el fallo que la justicia entregó en el caso de abusos reiterados en contra del sacerdote de los Legionarios de Cristo, John O’Reilly. El religioso y guía espiritual del Colegio Cumbres, que él mismo fundó, quedó bajo la pena de cuatro años de libertad vigilada y la compensación económica a la familia de $1, punto que ellos mismos pidieron para dejar claro que el proceso judicial no tenía fines económicos.

A pesar de haber sido encontrado culpable por el delito contra una de dos hermanas (de 4 y 6 años cuando ocurrieron los abusos) que denunciaron el hecho, la corte deliberó que la condena aplicable a O´Reilly, tras atenuantes y agravantes es de solo cuatro años. Pero eso no quita las ganas de la Iglesia de querer anular el juicio.

Para la periodista Andra Insunza, autora del libro «Legionarios de Cristo en Chile: Dios, dinero y poder», » éste va a ser un golpe fuerte para la Legión, pero estoy esperando qué va a pasar una vez que la defensa de John O’Reilly resuelva si va a pedir la nulidad del juicio o no»

Durante el proceso judicial se conocieron escabrosos detalles de los abusos que el religioso realizó en contra de las dos pequeñas niñas. El hombre sacaba a las menores de clases, las llevaba a su despacho y les daba dulce que les ponía en la ropa interior para tocarlas.

El fallo contra el sacerdote no es el primero que se lleva en contra de religiosos. De hecho, el guía espiritual es el número 16 en la lista de condenados judiciales por abusos en contra de menores. En paralelo, actualmente, está en curso en contra de O´Reilly una investigación eclesiástica en la Doctrina de la Fe en el Vaticano. Mismo camino por el que pasó el caso emblemático de abusos por parte de sacerdotes: Fernando Karadima.

Inmunidad de sotana

Un proceso que aún está abierto es el que se lleva en contra del sacerdote de la Parroquia de El Bosque, en Providencia, Fernando Karadima. Lugar donde abusó de distintos jóvenes feligreses y seminaristas. Sin embargo, sólo tres presentaron acciones legales en su contra. James Hamilton, Juan Carlos Cruz y Juan Andrés Murillo.

A pesar de que aún no hay condena civil, la marca sobre el sacerdote es conocida, sobre todo cuando el Vaticano, lo encontró culpable, le prohibió ejercer actividades como sacerdote y le ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia.

Paralelos que hacen ver la tendencia de penas bajas cuando de abusos sexuales se trata. Para el abogado penalista de la Universidad de Chile, Jorge Fertman, existen fallas en el sistema judicial, pero no quiere decir que los jueces sean los que estén cometiendo el error.

«No le tocaron ni un pelo»

«La única manera que eso se explica, es por el régimen de atenuante que reconoce nuestro ordenamiento. Las personas que no han sido condenadas con anterioridad siempre pueden invocar la atenuante de irreprochable conducta anterior (…) éstas tienen que ser confrontado y puesto en relación con los antecedentes concretos que se alegaron en el juicio», dice el abogado, explicando que por la gravedad del delito, disminuida, puede entrar a utilizar estos beneficios.

La rebaja de la pena explicaría que no se haya declarado una pena efectiva, beneficio producto de las atenuantes a la que puede recurrir cualquiera. «La crítica (dice Fertman) se tendría que hacer al sistema de regulación, la ley. Los jueces no pueden dejar de aplicarla, a pesar que la opinión publica estima que es muy blanda, que el castigo es poco severo, demasiado bajo, o bien, que a los jueces no les gusta. Pero el régimen, la atenuante es general».

El abogado advierte que cuando desde la opinión pública se pide que los magistrados ocupen su criterio más que la ley «le dan en bandeja al abogado afectado a recurrir de nulidad, entonces no lo van a hacer».

Abuso asexual, de poder y etario

La indignación también la comparte el querellante del caso Karadima y presidente de la fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo, quien ve en la condena un gran paso, al reconocer que existió un abuso, se escuchó a las víctimas y se comprobó que el sacerdote utilizó su poder en contra de las menores. La influencia de O`Reilly sobre las familias del colegio Cumbres llevó a que denunciantes callaran y que quienes sacaran la voz fueran amenazados.

«Hubo una desacreditación a quienes defendían las víctimas. El poder del sacerdote actuó de forma efectiva, pero a pesar de eso, se les creyó a los niños y eso es un triunfo gigantesco que no se les da siempre (…) Para mí el hecho que haya sido condenado es un triunfo», destacó Murillo en entrevista con Cambio21.

Aún así, para Murillo libertad vigilada «en verdad se llama libertad, puede viajar y hacer lo que quiera», pero destaca, que aunque «la condena es baja, pero existe y eso es importante para las víctimas».

«Uno tiene que darse cuenta que los sacerdotes tienen un poder mayor que el resto de las personas, sobre todo por un tema religioso, espirituales y educacionales, que les permite acceder a una plataforma para abusar. Parte de darle eso, el caso también es poder quitarles su poder ministerial o eclesiástico o como se le llame porque eso finalmente es lo que le permite seguir abusando».

Finalmente, para Murillo, la forma para acabar con los abusos de sacerdotes empieza por quitarles la plataforma que les permite el delito, es decir, sacarlos de cura, «tenemos que darnos cuenta que el abuso sexual infantil es de poder en un escenario asimétrico que de alguna manera tolera o facilita el abuso».

Lista de los condenados.

En Chile son 16 los sacerdotes condenados por abusos, siendo el último el cura Jhon O`Reilly. El listado es el siguiente: