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Cambio21/Felipe Reyes/Minutos después que el pasado domingo ocurriera el fuerte temblor de 6.5 grados Richter que sacudió la Primera Región del país, las autoridades... Consideran que evacuación tras temblor en zona norte fue un «ensayo general» para un evento de mayor magnitud

sismo2Cambio21/Felipe Reyes/Minutos después que el pasado domingo ocurriera el fuerte temblor de 6.5 grados Richter que sacudió la Primera Región del país, las autoridades locales informaron de la existencia de concretas sospechas de la posibilidad de un tsunami. Teniendo tan presente aún lo ocurrido el año 2010, nadie siquiera sospecho de que podría ser una exageración. La alerta fue dada y las personas evacuadas de las zonas de riesgo. En total fueron 100 mil los movilizados en la oportunidad.

Algo que colaboró a que las personas sintieran con más fuerza la desesperación y el temor del movimiento que rememoraba la catástrofe pasada el 27 de febrero de 2010, fue el tratamiento noticioso que le dieron los medios de comunicación. Con más trascendencia la televisión. Imágenes de personas corriendo, otros llorando de desesperación y resaltando dramáticamente el sonido de las sirenas que informaba la necesidad de evacuar.

¿Habrá sido necesario tanto de todo lo que vimos y escuchamos?

Las autoridades locales informaron que la aparición de un tsunami era inminente, por lo tanto comenzó a comunicarse que deberían de evacuarse todos los sectores que pudieran verse afectados con un incremento del alza del mar. Miles de personas comenzaron una peregrinación hacia los lugares donde no se verían afectados por un tsunami que nunca llegó.

Renzo Trisotti (UDI), diputado por el distrito nº2, al ser consultado por la reacción de las autoridades locales al declarar la alerta dice «que primero fue exitosa la evacuación de las personas, todo en calma, que proporciona seguridad ante algún evento de mayor magnitud. La gente sabe perfectamente qué hacer, como grupo y como individuo. Funcionó bien, cada uno de los involucrados sabe muy bien lo que tiene que hacer».

«Nosotros sabemos que cuando un temblor es así de fuerte, debemos evacuar, y si el Shoa te dice que puede haber una probabilidad de tsunami, no creo que exista alguien que siquiera dude de lo que informa, considerando lo sucedido el año 2010. Las autoridades respondieron bien, no hubo sobrereacción, solamente una aplicación de los protocolos. Lo que sí lamento es que no haya un traspaso regulado de los protocolos entre las autoridades y que la elección de los encargados de llevarlos a cabo no se haga sin un estudio y una relación con las eventuales circunstancias».

Otro diputado de la región, Vlado Mirosevic (Partido Liberal de Chile), rescata lo oportuno del llamado de las autoridades y de las acciones de evacuación. «Las medidas preventivas no son para nada una exageración. La población si bien esta algo acostumbrada a los sismos, desde lo sucedido el año 2010 las personas ya están de acuerdo y muy concientizadas en que las medidas de evacuación son muy útiles. Yo las comparto plenamente. Lo que hay que tener cuidado y comunicar a la ciudadanía es que no realice las evacuaciones en vehículos. Ese tipo de actos ponen en peligro más vidas y representan una irresponsabilidad enorme. Estamos hablando de 70 a 75 mil personas evacuadas, y un vehículo puede significar un problema mayor».

Para el diputado Mirosevic «la reacción de las autoridades, la educación que se imparte en la zona, las medidas tomadas y la información dada el día del sismo, fue de las mejores. Responsabilidad para prevenir posibles eventos que lamentarlos después no es la idea. Las medidas no fueron para nada desproporcionadas, fue algo sumamente útil y necesario».

«Sensacionalismo» informático

 

En cuanto al rol que juegan los medios de información, de si su sentido de conseguir audiencia a veces transgrede parámetros morales y éticos de información, y más cuando se trata de una circunstancia tan dramática y caótica como un sismo de categoría media fuerte, es una discusión que sigue sin resolverse.

Al respecto, el periodista y presidente de la Comisión de Ética de los Medios de Comunicación, Abraham Santibáñez, dice no haber experimentado mayormente una sensación de exageración o de «sensacionalismo» en lo informático. »

«No vi intención de generar pánico, quizá por ser domingo, con pocos periodistas en terreno, pero lo que yo vi era un tratamiento normal. Lamentablemente se repiten mucho las imágenes, pues cuando se repiten genera confusión. No vi algo distinto, el hecho de reiterar los mismo de siempre podría ser, pero al haber una alerta de las autoridades se hace necesario el informar».

«Aquello del tsunami menor, lo de si había que evacuar o no, fue lo que quedó en entredicho, pero eso lo veo más como una responsabilidad de las autoridades y no de los medios. En esta oportunidad jugaron un rol que fue útil y coherente», concluyó Santibáñez.

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