Altura de miras y apego a normas sanitarias pidió Pdte. Cámara de Comercio, ante brote epidémico

Reconociendo el valor desde el punto de vista de la fe, que tiene la festividad religiosas de La Tirana; y, además, el impacto en el movimiento comercial y económico, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Iquique, Rafael Montes, señaló que hay que enfrentar la situación con altura de miras y cumplir con los procedimientos sanitarios, porque “la salud es lo primero”. Además, que la decisión de participar o no de la festividad, es de responsabilidad individual, en el seno de cada familia.

“La fiesta de La Tirana, en honor a la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, es todo un acontecimiento religioso muy importante para la fe católica, que se celebra no sólo cada 16 de julio, sino que  por unos 10 días”, recordó Montes.

Sin embargo, este hecho religioso tiene otra arista, “que es la económica, puesto que muchos hoteles y residenciales, agencias de viajes, transporte aéreo y terrestre desarrollan una inmensa actividad que lógicamente les reporta ganancias; así como también al comercio establecido y, por sobre todo al informal, que se instala en el Santuario mariano donde, como sabemos, llegan más de 150 mil personas, entre peregrinos devotos y simples viajeros”.

Este movimiento de personas, de todo el norte del país e incluso, de otras ciudades, genera posteriormente o antes, “que muchas visitas venga a la Zona Franca o a la ciudad. Se suman, por supuesto, también fieles de otras regiones y de países vecinos”.

Añadió Rafael Montes, que ante la situación epidemiológica que afecta a Iquique, “es evidente que de no realizarse la festividad, se generaría un deterioro notable en la economía regional, por todos los aspectos reseñados”.

Considera, finalmente que el tema debe ser considerado “con altura de miras, puesto que hay un bien común que debe prevalecer que es la salud de la población en general, y, así, evitar una epidemia mayor o que el brote resurja con fuerza. Pienso que las autoridades han tomado las medidas necesarias y ahora sólo queda que los habitantes de Tarapacá decidan con responsabilidad, si van o no al santuario”.