Edición Cero

Carlos Graña Sarmiento, periodista.- El 23 de abril de 1996 la Organización de las Naciones Unidad para las Ciencias y la Educación ( UNESCO)... El Inca Garcilaso de la Vega

Carlos Graña Sarmiento, periodista.-

El 23 de abril de 1996 la Organización de las Naciones Unidad para las Ciencias y la Educación ( UNESCO) instituyó las celebraciones por el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. Se conmemora la muerte de tres grandes escritores de la literatura universal: Miguel de Cervantes y Saavedra, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega.

Los festejos internacionales de este día buscan incentivar la lectura, fomentar la industria editorial en todos sus niveles y resguardar la propiedad intelectual a través del derecho de autor. Me parece importante en esta ocasión, en que han transcurrido 29 años desde que se estableció el Día del Libro, destacar al Inca Garcilazo de la Vega, considerado como uno de los grandes escritores e historiadores del siglo XVI.

Su nombre verdadero es Gómez Suárez de Figuero . Nació , el 12 de abril de 1539, en Cusco , Perú y falleció el 23 de abril de 1616, en Córdoba, España. Fue hijo ilegítimo del español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la noble indígena Palla Chimpu Ocllo. El Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616) escribió una de las crónicas más conocidas e influyentes de la conquista del Perú, llamada Comentarios Reales, que se divide en nueve libros en los que recoge tras una explicación sobre el Nuevo Mundo y la historia preincaica, la historia de los reyes incas y las fábulas sobre el origen de este pueblo, la fundación del Cusco y la descripción de su sociedad, instituciones, templos, costumbres, creaciones culturales y ritos religiosos hasta la llegada de los españoles.

Escrita en España, la obra posee una belleza literaria inédita, producto de la amplia cultura renacentista del autor. En ella, realiza una reivindicación del pasado de su pueblo, mediante un recorrido por los acontecimientos, mitos, poemas, ritos y tradiciones que convierten al Imperio Inca en una utopía realizada y localizable. La obra, que utiliza como fuente relatos de origen andino y otras crónicas españolas como las de Cieza de León y José de Acosta, fue un intento de trazar puentes entre dos mundos radicalmente distintos: el indígena andino y el español renacentista.

En 1609 en Lisboa, Portugal, se imprimió la primera parte de Comentarios Reales, y se completó con una segunda parte titulada Historia general del Perú, que se publicó de manera póstuma en 1617. En la segunda parte, Garcilaso de la Vega relata los hechos acaecidos en el Perú desde la llegada de los conquistadores españoles. Son las obras más completas sobre la civilización incaica, además la producción más interesante del Inca Garcilaso (1539-1616).

Escribió también La Florida del Inca, editado en Madrid (1723). El escritor , historiador era consciente de ser la última voz de un linaje que agoniza. Símbolo de los principales movimientos de liberación del Virreinato de Perú, la Corona Español entendió que los Comentarios Reales despertaban la conciencia histórica de los pueblos autóctonos, por lo que dictó su prohibición en 1782, para tratar de borrar la memoria de los Incas. No sabía que censuraba la obra de un hombre orgulloso de su ascendencia Inca y Española.

Es uno de los grandes autores de la literatura universal junto con Miguel de Cervantes y Williams Shakespeare. Falleció a los 77 años de edad. Su prosa está considerada como cumbre en la lengua castellana y referente en la tradición literaria latinoamericana. Fue el iniciador de la literatura hispanoamericana. Garcilaso encarnó la expresión de una época histórica, de la que fue testigo sorprendente la de la conquista y del originario mestizaje cultural y racial, Sus obras atraen y apasionan a los lectores interesados en muy diversos aspectos literarios, etnológicos de historia incaica y de la conquista.

Falleció en Córdoba, España, el 23 de abril de 1616. Murió tras una larga enfermedad y quiso ser enterrado en la Capilla de las Ánimas de la Mezquita catedral cordobesa. Sobre su tumba se puede leer este epitafio, que él mismo redactó:

«El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria, ilustre de sangre, perito en letras, valiente en armas, hijo de Garcilaso de la Vega de las casas ducales de Feria e Infantado, y de Isabel Palla, sobrina de Huayna Cápac, último Emperador de Indias. Comentó La Florida, tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios Reales. Vivió en Córdoba con mucha religión, murió ejemplar; dotó esta capilla, enterróse en ella; vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del Purgatorio.»

El 25 de noviembre de 1978, el Rey Juan Carlos viajó a Perú y depositó en la Catedral de Cusco, una arqueta con parte de las cenizas del Inca Garcilaso de la Vega como gesto y símbolo de la unión entre las dos culturas:

«Al entregaros hoy estas cenizas del Inca Garcilaso de la Vega, como Rey de España y en nombre de mi patria, quiero hacer patente esa nuestra solidaridad mestiza y el compromiso que ello representa. Más que de una dimensión biológica, se trata además, y sobre todo, de una vigencia cultural. Garcilaso, símbolo real de esa evidencia, queda, así en América como en España, como testimonio ejemplar.»

Así lo manifestó el Rey Juan Carlos de España en la ceremonia de entrega de las cenizas del Inca Garcilaso de la Vega. Era un intelectual plenamente conectado con la filosofía, historia y política del Renacimiento y Humanismo , pero también con la riqueza cultural del Tahuantinsuyo y la nueva sociedad colonial, Fue un hombre de libros, contemporáneo de Cervantes y Shakespeare, con quienes compartió además el mismo año- y quizá la fecha- de muerte. Fue un escritor mestizo, que se ufanaba de escribir como indio y de ser natural del Cusco. Su inmenso aporte a la cultura andina es incuestionable, pero también su contribución a las ideas y prosa del Renacimiento.

En la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, se encuentra su Biblioteca personal , que registra 188 títulos y revela una nutrida biblioteca que nos permite conocer mejor el perfil intelectual-pero también social y económico- del escritor cusqueño.

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