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Carlos Graña Sarmiento, periodista.- Un 28 de agosto de 1989 el corazón de Andrés Sabella se detenía para siempre en Iquique, en  lugar, que... 34 años de la muerte de Andrés Sabella Gálvez

Carlos Graña Sarmiento, periodista.-

Un 28 de agosto de 1989 el corazón de Andrés Sabella se detenía para siempre en Iquique, en  lugar, que él llamó el Norte Grande. El periodista, escritor y poeta no sólo dejó sus obras literarias; sino que también fue uno de los forjadores de la primera Escuela de Periodismo del norte, que se denominó Carrera de Comunicación Social. El  escritor Andrés Sabella, nacido el 13 de diciembre de 1912  se convirtió en uno de los embajadores más emblemáticos de Antofagasta y del norte  de Chile. Poeta, escritor, periodista, profesor y dibujante, son algunas de las descripciones más comunes para describirlo.

El poeta no sólo se  dedicó a escribir únicamente sobre una sola cosa. Su obra tiene poesías de niño, poesía para todo el mundo y también tiene poesía comprometida. Entonces, la poesía es lo más destacable de él; y tiene la característica excelente que es muy fácil de entender, él no habla en palabras difíciles. Usa en sus obras un lenguaje sencillo comprensible para todos sus lectores. Andrés Sabella Gálvez, hijo de un comerciante de origen ítalopalestino, estudió en el colegio San Luis de Antofagasta y sus estudios superiores de derecho los hizo en la Universidad Católica y la Universidad de Chile, sin finalizar la carrera. Pero la escritura no la abandonó nunca.

De joven  aportaba con crónicas al diario  El Mercurio de Antofagasta, y fue esta relación temprana con el periodismo lo que al final le llevó a ser uno de los fundadores de la primera escuela que impartió esta disciplina en la zona, en 1967 en la entonces Universidad del Norte, hoy Universidad Católica del Norte (UCN).

Tuve la suerte de conocerlo en 1970 y ser su alumno en la clase de Literatura y Redacción que impartía en un bus habilitado como sala de redacción para  los alumnos de periodismo. Siempre nos hablaba del poeta  Federico García Lorca, que fue asesinado en España, tras desatarse la guerra civil, que concluyó con el triunfo del fascismo. Recuerdo que un día nos dijo que escribiéramos  sobre el color Azul. José Astudillo (Q.E.P.D.) evocó en su trabajo que  cuando se despedía a los trabajadores del salitre se les entregaba un sobre azul. El maestro como le decíamos hacia aflorar nuestra creación literaria. Aprendimos mucho de él y sobre la vida. En sus enseñanzas entregaba valores y despertaba nuestra conciencia social.

Conoció también al gran Pablo  Neruda, el Nobel escribió ,que “mientras Sabella nortiniza la poesía, yo la ensurezco”. Fue también elogiado por su poesía para niños por Gabriela Mistral.

En 1981 fue exonerado por la dictadura de la Universidad Católica del Norte. El poeta lucho también para que retornará la democracia en Chile.

Andrés decía: «si alguien después de 50 años recuerda una de mis frases, mi labor como poeta se habrá cumplido».  Estamos a 34 años de su muerte y con mucho orgullo podemos decir que el nombre de Andrés, o su obra, no solamente está entre nosotros, sino que va a perdurar por siempre . Entonces, Andrés permanece, ha permanecido y permanecerá entre nosotros. Hay gente que lo cita en el día a día, con eso de ‘pan, paz, y poesía’ o ‘digo paz, dilo conmigo’. Por lo tanto, Andrés está y estará junto a nosotros, por mucho tiempo más.

Sabella entregó a los estudiantes nuevas interpretaciones del periodismo narrativo, lo que entendíamos como el reporteo de la realidad, ahora tiene una vertiente en una esencia más poética, que invita a transformar los hechos como los construimos en textos informativos, en algo que trasciende más allá del diario, la construcción de textos toma una profundidad similar. Ese es el espíritu nuevo que se incorporó en la formación de periodistas y que hoy queda para nosotros como una aspiración muy importante .

Iquique, la ciudad donde fallece, hizo suya la figura y la voz inconfundible de este luchador por la paz y la justicia, cuyo escenario  y motivo fue su mar, su desierto, su gente, su norte. Murió sin recibir el Premio Nacional de Literatura. La pampa fue el escenario y tema principal de la producción de este poeta, narrador y periodista antofagastino. Sus obras contienen un mensaje de denuncia social y reivindicación del pueblo oprimido. En 1937 fundó la Alianza de Intelectuales contra el Fascismo. Militó en el Partido Comunista de Chile desde muy joven. Sus obras son coherente con la militancia que siempre  ejerció.

En Sabella convive la belleza de su prosa, la veracidad de sus crónicas, el ritmo y la frescura de sus poemas infantiles con la fuerte denuncia social, iluminada por figuras como Luis Emilio Recabarren y el joven poeta mártir José Domingo Gómez Rojas, encarcelado y muerto en 1920, por oponerse  al pretexto de una posible  guerra con Perú por la disputa de Tacna, que se utilizó para reprimir al movimiento obrero y cultural de la época, cuando era Presidente de Chile Juan Luis Sanfuentes Andonaegui.

El poeta y profesor de Castellano, Ariel Santibáñez Estay, que fue arrestado por la Dina, el 13 de noviembre de 1974 en Santiago de Chile,  y que permanece como detenido desaparecido, el 28 de noviembre de 1969, entrevistó a Andrés Sabella   en su casa en Antofagasta, y escribió  sobre Andrés Sabella: “Es el Norte, el  Océano Pacífico Norte, es la salitrera abandonada, quemante para la vista de los afuerinos, es el ´hermano pimiento´, como él llama al único arbolito nortino. En su cuarto de trabajo, está toda su vida y, como un periodista antofagastino lo dijera, está el mar”.

Entre los premios y distinciones que recibió está : Orden Ancla de Oro (1953, Municipalidad de Antofagasta), Premio Regional de Literatura 1975 (Círculo Literario Carlos Mondaca Cortés de La Serena), Doctor Honoris causa por la Universidad Católica del Norte 1977. En 1978 fue miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua.

Posee una extensa producción literaria en la que recogen casi todos los géneros literarios. Entre  sus obras poéticas figuran: Rumbo indeciso (1930), Biografía de la llaga (1935), Tres poemas (1937), La sangre y sus estatuas (1940), Vecindario de palomas (1941), Chile, fértil provincia (1945),  El caballo en mi mano (1953), Pueblo del Solar Grande (1954), Poemas de la ciudad donde el sol canta (1963), Canciones para que el mar juegue con nosotros (1964), El mar tiene veinte años (1978), Tú no tienes fin (1981). Entre las las novelas están: Norte Grande (1944), Sobre la Biblia un pan duro (1946), La estrella del hombre (1954). Y los ensayos: Crónica mínima de una gran poesía (1941), El mar de Chile (1953), Juan Marín y la nueva generación (1973).

El 28 de agosto de 1969, cuando tenía 57 años, y 40 años de producción literaria,  fue propuesto para que recibiera  el Premio Nacional de Literatura. Sin embargo no fue nunca galardonado con el Premio Nacional de Literatura; pero recibió sí el reconocimiento de su pueblo, que cada año lo recuerda con cariño y respeto. El maestro Andrés Sabella estará siempre con nosotros.

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