Ministerio de las Culturas reconoce como patrimonio inmaterial, sistema de ganadería camélida, del norte de Chile
Actualidad 28 mayo, 2023 Edición Cero
Solicitud fue impulsada por la Red de ganaderos y ganaderas de camélidos del territorio biocultural andino y la Mesa Tri Regional de Ganadería Camélida
En sesión del Comité Asesor de Patrimonio Cultural Inmaterial, se acogió de forma unánime la solicitud ciudadana realizada para el reconocimiento del sistema de ganadería altoandina de camélidos sudamericanos de las provincias de Parinacota, Tamarugal, El Loa y Copiapó al Registro del Patrimonio Cultural Inmaterial, organismo dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y El Patrimonio.
El sistema de la ganadería camélida altoandina es un tipo de ganadería extensiva, tradicional-ancestral desarrollada por los pueblos aymara, quechua, lickanantay y colla en el extremo norte de nuestro país. Involucra, principalmente, un conjunto interesante de conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo que se entrelazan y unen de manera casi indisoluble con tres de los cinco ámbitos de Patrimonio Cultural Inmaterial, como lo son las tradiciones orales, usos rituales y técnicas artesanales tradicionales.
Esta solicitud que fue impulsada por la Red de ganaderos y ganaderas de camélidos del territorio biocultural andino y la Mesa Tri Regional de Ganadería Camélida existente en la zona norte del país, en colaboración con SIPAN y la Fundación para la Superación de la Pobreza, viene a fortalecer uno de los ejes trazados por este espacio de gobernanza territorial, ya que reconoce el modo de vida, prácticas y manifestaciones culturales que permiten la subsistencia de esta actividad desarrollada en el piso altiplánico y alta cordillera del norte de nuestro país.
La representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, explicó que el trabajo que ha realizado la iniciativa SIPAN ha permitido visibilizar la importancia del sistema de ganadería camélida, que no estaba registrada como patrimonio inmaterial. “Esta denominación es muy valiosa, ya que reconoce una práctica tradicional y productiva que incorpora importantes líneas ambientales y sociales, como es la conservación de praderas para la mantención de humedales y bofedales, prácticas de manejo ganadero y la relación cultural y espiritual”, aseguró.
La ganadería camélida data de tiempos prehispánicos y consiste en la reproducción, cuidado y pastoreo de camélidos domesticados, que incluye a llamas (Lama glama) y alpacas (Vicugna pacos); manejos controlados de camélidos silvestres, es decir, vicuñas (Vicugna vicugna) y guanacos (Lama guanicoe). Está práctica, abarca también el manejo de praderas, la elaboración de productos y subproductos para la alimentación artesanales y comerciales, así como saberes, ritos y costumbres, asociados a ritos y festividades que acompañan el ciclo o calendario anual de la ganadería camélida, junto con cantos, cuentos y espiritualidad. En la visión de cultores y cultoras, todos estos aspectos están interrelacionados e interconectados de manera indivisible a la ganadería camélida, formando parte de su sistema.
Para Carlos Pallacán, Coordinador del Territorio AltoAndino y Precordillera Norte de la iniciativa SIPAN y precursor de la presentación de esta práctica como patrimonio inmaterial. “La ganadería camélida del altiplano y alta cordillera, junto con ser una de las expresiones culturales más notables y elaboradas de la interconexión e interdependencia del hombre y la mujer andina con su espacio ecológico, también es el sostén de la ocupación y control territorial ancestral. Involucra una serie de conocimientos sobre la naturaleza, que incluyen la identificación de sitios en el que se encuentre la vegetación idónea para la alimentación del ganado, la frecuencia de uso, el tipo de pastizal y sus tasas de renovación; así como la distancias donde se emplazan con respecto a la casa principal o estancia. En otras palabras, sin ganadería camélida, el control eco territorial de la puna se debilitaría peligrosamente y con ello todo el modo de vida andino en su conjunto”, señala el coordinador.
Para los pueblos andinos del territorio involucrado, la ganadería camélida proporciona una fuente de apego a las formas de vida de sus antepasados, ya que, en ellas se visualiza un conjunto de manifestaciones culturales que dan forma a su identidad. Los ganaderos y ganaderas altoandinas reafirman su condición de tales relacionando fuertemente su actividad ganadera con el sustento económico, herencia cultural que les permite sobrevivir en un espacio institucional y productivo que actualmente es hostil.
Para la Subdirectora de ODEPA y Directora Nacional de la iniciativa SIPAN, Daniela Acuña, esta designación es una demostración del gran trabajo que se está realizando en el territorio, “Nos parece muy importante el trabajo que se está realizando en la Mesa Triregional de Ganadería Camélida, que es uno de los sistemas patrimoniales que aborda la Red SIPAN”, señala la autoridad.
Esta práctica ancestral y cultura se encuentra fuertemente presente en las comunas de General Lagos, Putre, Camarones, Colchane, Huara, Camiña, Pica, Ollagüe, Calama, San Pedro de Atacama y Copiapó, comunas donde en su mayoría se desarrolla la iniciativa SIPAN, impulsada por el Ministerio de Agricultura, la FAO, con el financiamiento del Fondo para el Medioambiente Mundial (GEF) y el Estado de Chile.