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Luis S. Dávila Mendoza, Profesor de Estado en Biología y Ciencias.- El rol del director de una escuela es desarrollar el grupo de profesionales... ¿Rol gerencial o verdaderos directivos de las escuelas?

Luis S. Dávila Mendoza, Profesor de Estado en Biología y Ciencias.-

El rol del director de una escuela es desarrollar el grupo de profesionales que dirige e impulsar una cultura enfocada en el trabajo colaborativo.

La cultura escolar es un factor clave que incide en las posibilidades de desarrollar trabajo colaborativo en la escuela. En ese sentido, los grupos directivos pueden jugar un papel fundamental a la hora de impulsar una cultura de la colaboración en lugar del rol gerencial aún vigente en muchas escuelas de nuestra comuna y de nuestro largo país. Existen investigaciones de académicos destacados quienes han dedicado años al estudio a esta problemática y que han propuesto ideas de como formar líderes educativos en toda la comunidad educativa.

Para lograr ese objetivo en los profesionales de la educación se deben tomar algunos elementos a considerar: primero, se deben enfocar en objetivos específicos, por ejemplo, incrementar el número de estudiantes que aprenden a leer. Segundo, buscar las prácticas pedagógicas que sean más efectivas para implicar a los estudiantes y progresar. Tercero, deben ser capaces de evaluar que tan bien están progresando los estudiantes individualmente y de decidir que acciones seguir para mejorar el aprendizaje, utilizando estadísticas y evidencias sobre la evolución de estos. Y finalmente, se espera que puedan influenciarse y aprender los unos de los otros sobre que es lo que mejor funciona.

Otro elemento importante es el liderazgo, que ayuda a mantener al grupo enfocado y que provee soporte. Este liderazgo puede provenir de los profesores líderes, y usualmente incluye al director en tanto “líder aprendiz”, quien trabaja junto a los docentes para ayudarlos a hacer mejoras en su quehacer profesional cotidiano.

También los gremios de trabajadores de la educación tienen mucho que decir, deberían asumir un rol de liderazgo en promover culturas de trabajo colaborativo, lo que se puede llamar “capital profesional”, pues la colaboración mejorará la calidad de los profesores, los cuales tienen la obligación moral de ser más efectivos con sus estudiantes. El capital profesional del que se habla combina tres elementos: capital humano (la cualidad del individuo); capital social (la cualidad de la efectividad del grupo que trabaja); y el capital de decisión (la habilidad para usar las evidencias, hacer juicios expertos y tomar decisiones sobre la mejoría en el progreso del estudiante).

Para que los gremios de la orden tengan un rol fundamental en promocionar una cultura del trabajo colaborativo, es que deben dirigir sesiones de desarrollo profesional colaborativo con sus miembros, y/o pueden trabajar directamente con entidades del gobierno en promover políticas nacionales de buena educación y efectivas.

Existen ciertos ingredientes esenciales para lograr culturas escolares efectivas, tales como: la confianza, la ayuda mutua, una actitud positiva cuando se comete un error, transparencia en la práctica y resultados estadísticos, retroalimentación sobre el progreso, uso continuo de la evidencia.

Queda claro que algunos directores y directoras de escuelas y Liceos deben dejar de reforzar el aislamiento de los profesores cuando actúan solo como “administradores de la escuela”, cuando ellos mismos no participan como aprendices, y cuando no dejan en claro que los docentes deben colaborar para hacer las instituciones educativas llamadas escuelas más efectivas.

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