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Santiago.– Una querella por Maltrato habitual y Femicidio íntimo, en contra del abogado Pablo Méndez Soto, por la muerte de la Psicóloga Natalia Hidalgo... Buscan justicia para joven psicóloga Natalia Hidalgo. Familia presenta querella por maltrato habitual y femicidio íntimo

Santiago.– Una querella por Maltrato habitual y Femicidio íntimo, en contra del abogado Pablo Méndez Soto, por la muerte de la Psicóloga Natalia Hidalgo Leiva, presentará este martes 30 su familia, acompañada de su abogada Silvana del Valle. La acción judicial busca que las instituciones del Estado encargadas de las acciones investigativas como Fiscalía, Policía de Investigaciones y Servicio Médico Legal, realicen las diligencias correspondientes para indagar en las extrañas circunstancias que rodean su deceso y que hasta hoy no han sido investigadas debidamente.

Este nuevo caso de violencia de género, ocurrido en Santiago en enero de 2021, ha captado la atención de la opinión pública

RELATO DE LA FAMILIA

«Natalia era nuestra hija, hermana y amiga, Psicóloga y Magister de la Universidad de Chile, funcionaria del Programa PRAIS y madre de dos hijos de 13 y 17 años. El día 25 de enero de 2021 Natalia falleció en su domicilio, muerte que fue catalogada desde el primer minuto por la PDI, el SML y la Fiscalía como un suicidio.

Pocos días después de su muerte, muy trágica, inesperada y devastadora para la familia, comenzaron nuestras dudas sobre sus causas. En primer lugar, para todas las personas que rodeábamos a Natalia cotidianamente, la idea de que decidiera quitarse la vida se torna incoherente e inexplicable, considerando su estado de ánimo durante las últimas semanas y meses.

Ella, además de encontrarse en un periodo tranquilo de su vida en lo emocional, había agendado una serie de actividades laborales, personales, familiares y de ocio para la semana del 25 de enero, y estuvo conversando productivamente con diferentes personas hasta entrada la noche del 24. Estos comportamientos no calzan con los patrones comunes de quienes toman esta decisión, sin embargo, esto no ha sido considerado por ninguna de las instituciones del Estado, en quienes recae la obligación de investigar.

En segundo lugar, pocos días después de su fallecimiento nos percatamos de la desaparición de objetos personales de Natalia, que hasta la actualidad están desaparecidos, y más grave aún, de la manipulación de sus aparatos tecnológicos los días siguientes a su muerte, aparatos tecnológicos personales que la PDI no incautó en el momento de acudir al sitio del suceso. Dos expertos corroboraron y entregaron sus informes profesionales constatando estos hechos, luego, nosotros como familia, hicimos entrega de dichos aparatos tecnológicos para que se volvieran a estudiar formalmente, no obstante, la PDI tomó la decisión, inexplicable y negligente de desechar esta prueba y no realizar ningún estudio.

En tercer lugar y quizás lo más importante, Natalia llevaba cerca de siete años en una relación de pareja en la cual sufría maltrato, subordinación y humillación constante, vínculo tóxico que ella estaba trabajando para romper. Y, en cuarto lugar, cuando nuestras dudas aparecieron y acudimos a la investigación realizada por las instituciones públicas encargadas de ello, evidenciamos tanto las deficiencias en los procedimientos realizados, como el sesgo de género que operó desde el primer minuto de la investigación, pues insólitamente, la única persona a quien se le tomó declaración, y que a partir de dicha declaración se dictaminó el suicidio, fue al agresor. La familia y algunas personas cercanas declaramos más de un año más tarde ante la insistencia de nuestra abogada.

Más todavía, la Fiscalía nos negó una audiencia a la familia, bajo el argumento insultante de estar muy ocupados, durante más de un año y medio no hemos conseguido que el Estado reciba nuestro testimonio, nuestras sospechas y sobre todo nuestro legítimo derecho a una investigación seria.

Por estas razones, como familia de Natalia hemos decidido interponer esta querella, para exigir una profunda investigación sobre las causas y condiciones de su fallecimiento, en búsqueda de verdad y justicia. Estamos seguros que nuestra Natalia no tenía la intención de terminar con su vida y que el relato actual sobre su muerte (y los eventuales responsables) no puede quedar impune».

Justicia para Natalia.

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