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Que el 1° de Mayo «es una jornada que exalta el esfuerzo de quienes diariamente hacen patria en silencio, no explotando a nadie, ni ... Colectivo Por Cambios de Verdad: «El 1° de mayo exalta el esfuerzo cotidiano de trabajadores y trabajadoras»

Que el 1° de Mayo «es una jornada que exalta el esfuerzo de quienes diariamente hacen patria en silencio, no explotando a nadie, ni  viviendo del trabajo de los demás», sostiene el Colectivo Por Cambios de Verdad, a propósito de la conmemoración del  Día Internacional del Trabajo.

En una declaración pública, sostienen:

Saludamos en este día 1° de mayo a todos los trabajadores de Chile, manuales e intelectuales, a los hombres y mujeres que sostienen y hacen marchar el país con su trabajo, realizado a veces en condiciones muy difíciles y, muchos de ellos, con el sueldo mínimo, esa vergüenza que ni siquiera alcanza para satisfacer las necesidades básicas de sus familias. El 1° de Mayo es una jornada que exalta el esfuerzo de quienes diariamente hacen patria en silencio, no explotando a nadie, ni  viviendo del trabajo de los demás.

Por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, el 1° de Mayo se conmemora como  una jornada que reivindica los derechos universales para todos los trabajadores del mundo y en recuerdo de los Mártires de Chicago.

 El 1° de mayo de 1886, 200 mil trabajadores norteamericanos organizaron una huelga en varios estados de su país. Organizaron dos grandes manifestaciones en la ciudad de Chicago, los días 1° y 4 de mayo de ese año, clamando por que el gobierno decretara la jornada de 8 horas  de trabajo. Esa era la reivindicación principal,  puesto que la jornada diaria de trabajo alcanzaba las 14 y más horas. Durante años se jugaron por esa conquista hasta las últimas consecuencias, la que vino a conseguirse varias décadas después.

A esa demanda, el gobierno del Estado de Chicago  ordenó la represión más brutal contra ellos y la policía estatal hizo fuego contra los manifestantes. Además de los dos centenares de trabajadores ametrallados en Chicago, las autoridades judiciales, sirvientes del régimen capitalista norteamericano, condenaron  a muerte a 5 trabajadores, acusados de ser los organizadores de aquel movimiento. Esto sólo refleja, tal como en Chile y en todas partes, la crueldad inaudita de la clase dominante capitalista cuando el pueblo se levanta, crueldad que se aplica selectivamente sobre sus dirigentes.

Desde entonces, el 1° de mayo se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores, en prácticamente todo el mundo, excepto en los países en que impera la más radical ideología capitalista, como en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.

Los hechos que dieron lugar a la conmemoración del 1° de Mayo como el Día Mundial de los Trabajadores, están contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados Unidos, que se inició a mediados del siglo 18. A fines del siglo 19, Chicago era la primera ciudad industrial de Estados Unidos y la segunda en número de habitantes. Del oeste y del sudeste norteamericano llegaban allí cada año por ferrocarril miles de hombres y mujeres, todos ex – ganaderos, muchos desocupados, miles de afro-americanos luego del fin de la esclavitud, porque el sistema los necesitaba como obreros. También llegaron  inmigrantes pobres de Europa y Asia, todos en busca de trabajo, a raíz de las graves crisis políticas y sociales en sus países.

El sábado 1° de mayo de 1886 en Estados Unidos, ​ 200 000 trabajadores iniciaron la huelga por conseguir la jornada de ocho horas diarias de trabajo. El día 2 de mayo, la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50 000 personas y el día 3 hubo una concentración en frente de sus puertas; cuando estaba en la tribuna el sindicalista  August Spies. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos. El periodista Adolph Fischer, redactó una proclama que luego se utilizaría como principal prueba acusatoria en el juicio que le llevó a la horca. Imprimió 25 000 volantes, que decían:

Trabajadores: la lucha de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros… ¡A luchar! Es preferible la muerte que la miseria.

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres asesinados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden…

¡Que sequen sus lágrimas, los que sufren!

¡Tengan coraje, esclavos! ¡Levántense!

Esa proclama se presentó como la prueba mayor para condenarlo a muerte. Al día siguiente, el cuatro de mayo, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket, se realizó la cuarta concentración. Llegaron a la plaza más de 20 000 trabajadores y trabajadoras, personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados. Un artefacto explosivo estalló entre los policías produciendo un muerto. Entonces la policía abrió fuego contra la multitud matando a 38 personas y dejando más de 200 heridos. Chicago fue declarado en estado de sitio y se detuvieron a cientos de  trabajadores, que fueron golpeados y torturados.

La clase  empresarial a través de su prensa reclamó un juicio sumario. Finalmente, fueron declarados reos y sometidos a juicio. 3 trabajadores fueron condenados a largas penas de prisión, y cinco A MUERTE.  Las irregularidades en el juicio fueron muchas, violándose todas las normas procesales en su forma y fondo. De los 5 condenados, uno de ellos, de sólo 22 años, carpintero, se suicidó en su celda para no ser ejecutado.

Las condenas se cumplieron el 11 de noviembre de 1886. Uno de los ejecutados,  August  Spies,  antes de morir grita: «¡la voz que van a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora!».

¡VIVA EL 1° DE MAYO! VIVAN LOS MÁRTIRES DE CHICAGO Y TODOS LOS TRABAJADORES DEL MUNDO QUE HAN SIDO ASESINADOS DEFENDIENDO SUS DERECHOS. NUESTRO COLECTIVO “POR CAMBIOS DE VERDAD”   HACE EXTENSIVO ESE TRIBUTO, A NUESTROS MILES DE MÁRTIRES, A LOS DE LA ESCUELA SANTA MARÍA DE IQUIQUE, LOS DE LAS SALITRERAS LA CORUÑA, ALTO SAN ANTONIO Y SAN GREGORIO; COMO TAMBIÉN EN EL LEJANO SUR, A LOS CAMPESINOS Y MAPUCHES ASESINADOS EN RANQUIL, EN LONQUIMAY; EN SANTIAGO, EN LA POBLACIÓN JOSÉ MARÍA CARO, Y EN TODOS LOS LUGARES EN QUE LOS TRABAJADORES HAN SIDO ASESINADOS POR EXIGIR SUS JUSTOS DERECHOS , JUSTICIA Y DIGNIDAD. POR SUPUESTO, TAMBIÉN VAYA NUESTRO HOMENAJE A LOS MÁRTIRES DEL GOLPE FASCISTA DE 1973, TODOS TRABAJADORES, QUE  FUERON ASESINADOS POR DEFENDER A SU GOBIERNO, EL GOBIERNO NACIONAL Y SOCIALISTA DE LA UNIDAD POPULAR,  EL GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES, A CUYA CABEZA ESTUVO HASTA SU MUERTE  EL MAYOR PATRIOTA DE CHILE DEL SIGLO PASADO, EL COMPAÑERO PRESIDENTE SALVADOR ALLENDE.

REPITAMOS CON ÉL:

 ¡VIVA EL PUEBLO! ¡VIVAN LOS TRABAJADORES!

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