Edición Cero

Braulio Rojas Castro, Iquiqueño, Doctor en Filosofía.  Cuando se estudian los fenómenos de movilidad y desplazamiento de los grupos humanos que configuraron los procesos... Ike Ike… tierra de nadie… En el norte de Chile hay una crisis humanitaria

Braulio Rojas Castro, Iquiqueño, Doctor en Filosofía. [1]

Cuando se estudian los fenómenos de movilidad y desplazamiento de los grupos humanos que configuraron los procesos de poblamiento de las extensas zonas geográficas del planeta, se suele hablar de movimientos migratorios masivos. Cualquier estudiante, del sistema escolar o de educación superior, que revise textos que trabajan sobre esos temas, se encuentra con mapas y diagramas en los que se representan esos flujos migratorios.

Tomemos por caso estas imágenes tomadas al azar desde una búsqueda Google, pero si se recurre a fuentes académicas, los mapas pueden ser más o menos detallados, más o menos complejos, pero nos mostrarán esquemas como estos, en los que cada flecha representa, como un pálido simulacro, miles de cuerpos de individuos -hombres, mujeres, niños/ñas, ancianos, junto con sus animales- que se han desplazado durante milenios, por todas las geografías, los territorios y los maritorios del planeta.

             

https://es.wikipedia.org/wiki/Prehistoria_de_Europa

https://asxlab.blogspot.com/2015/06/poblamiento-de-america-teorias.html

Recurro a estas ilustraciones porque no se trata de hacer aquí un comentario erudito, dejo esa misión a otres mejor preparados que yo, sino que, deseo plantear la perplejidad, la rabia, la vergüenza que siento ante el bárbaro espectáculo del día 25 de septiembre de 2021 en la ciudad-puerto de Iquique, ante la agresión de la que fueron víctimas personas migrantes.

Iquique… Ike-Ike, como me enseño Leonel Lamagdelaine cuando lo entreviste alguna vez cuando era estudiante en ese puerto nortino, está ubicado en una zona costera desértica, con cortes abruptos y muchas ensenadas y playas, fue un territorio/maritorio por el que circulaban los “changos”, y otros pueblos nómades costeros. Antes de la llegada de los conquistadores españoles tuvieron relación con muchas otras estructuras “imperiales”: Chavín, Tiwanaku, Inka, entre otras. Si se revisa otra página de internet accesible a toda persona medianamente informada, memoriachilena.gob.cl, en ella se informa que para el caso de Iquique “los primeros vestigios humanos se remontan a 4.000 años”[2], si se quisiera documentar más en profundidad, hay una profusa bibliografía especializada que se puede rastrear en buscadores académicos de libre acceso.

Iquique fue parte de la zona extrema al sur del Perú, antes de tener el mismo estatuto, pero inverso, como parte del extremo norte de Chile después de la Guerra del Salitre, o Guerra del Pacífico. Un amigo y colega peruano alguna vez me comento que, así como Chile ha mantenido a este territorio en una zona de semi-abandono por parte del Estado centralizado, también fue lo mismo cuando era parte del Perú. Una tierra de nadie.

Como sea, en estas tierras han circulado diversidad de pueblos originarios de norte a sur, de este a oeste. Pero también desde la inmensidad del océano Pacífico, polinésicos[3], chinos… después esclavos negros. Con el ciclo del salitre, llegaron animales humanos de diversas partes del globo: croatas, franceses, españoles, ingleses… trashumantes que cruzaban fronteras de norte a sur y de este a oeste del continente. Mucha sangre fue derramada en esa epopeya. Después el auge pesquero y la Zona Franca Internacional, y la llegada de coreanos, libios, sirio-palestinos, pakistaníes, indios… numerosa migración interna desde el sur… y todo el resto de Chile es sur para nosotres. Digo todo esto tan rápida y burdamente, porque sólo me interesa dejar sentado que nadie “es” de Iquique. Nadie puede arrogarse un sentido de pertenencia esencializado y privilegiado en un lugar que, como toda ciudad-puerto, es un espacio de intercambios, un nodo de flujos migratorios constantes. Nadie ES de Iquique.

Cómo entender, entonces, lo que aconteció este 25 de septiembre… qué pasó con ese sentido de apertura que debiese tener una forma de sociabilidad portuaria que siempre ha estado expuesta a la contaminación de los otros y otras que cruzan, fluyen, pasan, se quedan, mueren, se procrean, se van, retornan.

La infinita crueldad de lo que ha pasado la brutal falta de humanidad que ha mostrado esa horda que salió a agredir a todo aquel que no responde a las marcas geopolíticas aceptadas y aceptables por el discurso chovinista y xenófobo promovido de forma abierta por medios de comunicación, por operadores del Estado y por grupos políticos, es algo que nos debiese repugnar.

En Ike Ike no hay un problema migratorio, hay una crisis humanitaria. No se trata de un problema entre “privados”, sino de una total falta de responsabilidad de parte del Estado ante un hecho que exige ser abordado de forma integral y dentro de los marcos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de los pactos de protección de las y los inmigrantes que ha firmado el Estado de Chile.

Si no hay una reacción del Estado, es la sociedad civil, la comunidad, quienes debiesen acoger a estos OTROS que se han desplazado miles de kilómetros. Porque migrar no es solo un derecho humano, es una condición natural, etológica, propia de la especie humana, en tanto animales que somos.

Bestias deshumanizadas son quienes los han atacado en nombre de una simbología chovinista y patriotera.

Ningún ser humano es ilegal: #noalracismo #nomasxenofobia

[1] El autor es Integrante de Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades

[2] http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-653.html

[3] https://elcomercio.pe/tecnologia/ciencias/tupac-yupanqui-inca-descubrio-oceania-noticia-465851-noticia/

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