Septiembre, mes de contrastes

Karelia Cerda Castro, Historiadora Universidad de Tarapacá – Red de Historiadoras Feministas

Septiembre es un mes de contrastes: entre el luto por las huellas de la represión, y el regocijo del aniversario patrio. Septiembre es un mes de recordar, cada año se activa nuestra memoria colectiva para honrar a las y los caídos durante la dictadura cívico militar y para exigir justicia por los crímenes del terrorismo de Estado. Septiembre duele, pues el pasado es una herida que no ha terminado de sanar.

La memoria no sólo es el acto de recordar, sino que es una acción de otorgar sentido a todo aquello que evocamos, por ello es un fenómeno tanto individual como colectivo mediante el que traemos al presente elementos significativos del pasado que constituyen nuestra historia compartida. Septiembre es nuestro mes de memoria, nos invita a reflexionar sobre el pasado reciente de Chile que está marcado por la Dictadura, sus implicancias y sus consecuencias que se arrastran hasta la actualidad, especialmente por las violaciones a los Derechos Humanos que continúan en la impunidad y por la instalación de un modelo económico que ha agudizado las desigualdades e injusticias sociales.

Los discursos negacionistas de amplios sectores de la derecha, pretenden imponer el olvido –o una memoria selectiva- por sobre la necesidad de accionar sobre nuestros recuerdos, se nos invita a “dejar atrás el pasado” sin considerar que hay pasados que no están cerrados y continúan pesando sobre nuestra sociedad, desde la historiografía a ello le llamamos el presente histórico: el pasado que es presente. La Dictadura es, precisamente, parte de nuestro presente histórico.

Sin duda Chile avanza hacia grandes cambios, las expectativas que nos permitirán construir un futuro distinto requieren de mirar hacia nuestras experiencias, y es precisamente el fenómeno de la memoria el que nos permite cruzar el tiempo histórico para pensar el futuro desde los aprendizajes del pasado. Así, la memoria no es solamente el mero acto de recordar, sino una acción ciudadana que posibilitará grandes transformaciones sociales. Trabajar sobre la memoria implica oponernos a sus abusos y a las políticas de olvido y negación, así como también superar los traumas y avanzar desde el dolor hacia la esperanza. La memoria nos invita a quienes nos dedicamos a las Ciencias Sociales, y especialmente a la Historia, a asumir la tarea de la reflexión constante sobre el presente y el pasado para aportar, desde nuestras disciplinas, a forjar un nuevo Chile.

Conmemoramos este 11 de septiembre a las víctimas de los horrores de la Dictadura cívico militar, homenajeamos también a quienes resistieron y lucharon desde distintas trincheras contra el régimen. Que la memoria de sus luchas renueven las fuerzas para enfrentar los actuales procesos de cambio que atraviesa nuestro país.