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Luis S. Dávila Mendoza,  Profesor de Estado en Biología y Ciencias. Como excandidato a la Convención Constitucional, uno de los ejes fundamentales del programa... Realmente, ¿hemos despertado…?

Luis S. Dávila Mendoza,  Profesor de Estado en Biología y Ciencias.

Como excandidato a la Convención Constitucional, uno de los ejes fundamentales del programa de la lista “Cabildos Autoconvocados” era luchar para establecer un “Estado garante de una educación pública gratuita, científica y tecnológica, laica y de calidad (en el sentido humanizante y no el concepto de calidad de mercado), para todos los niños, niñas y adolescentes de Chile.

Lo anterior debido a que la Constitución Política de la República de Chile promulgada el 21 de octubre de 1.980 por la dictadura militar, estableció en el capítulo III artículo 19 numeral 10, “El derecho a la educación”, y en el numeral 11 “La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales”.

Traigo a la memoria este “despertar”, porque actualmente los miembros de la Convención Constitucional se encuentran puestos a conformar su trabajo propiamente tal, y es en este eje de los derechos sociales donde todas y todos los ciudadanos chilenos estamos atentos y esperanzados que el foco se ponga en la Educación que queremos para nuestras futuras generaciones de estudiantes.

Desde todos los sectores sociales se tiene bastante confianza en la construcción democrática de una propuesta educativa para el país. Esta propuesta debe formular políticas educacionales de Estado, donde converjan objetivos superiores de la educación, la sociedad y de la familia. Estas políticas deben compatibilizar exigencias de igualdad con respeto a las diferencias (sociales, religiosas, culturales, étnicas, de género, etc.).

Con la participación de la sociedad toda expresada en sus distintos niveles y ámbitos, ¿Qué tipo de persona queremos formar?, ¿Para qué vamos a educar?, ¿Cómo asumir nuestras raíces?, ¿Qué aspectos valóricos vamos a entregar?, ¿Qué valores se deben practicar en pro de una cultura para la paz?

Debemos establecer un gran acuerdo nacional sobre educación que establezca un marco básico valórico entre Estado, sociedad, familia, profesorado, estudiantes, trabajadoras y trabajadores en general, es decir, la comunidad en su conjunto.

La población está clara y despertando, en el sentido de promover las transformaciones profundas legales necesarias para que el Estado asuma su responsabilidad que le corresponde en educación.

Cuando decimos   que “la gente-pueblo” está “despertando”, es que se entiende que es prioritario el cambio de constitución o, mejor dicho, una “Nueva Constitución”, de tal forma que un nuevo Estado pueda ejercer el rol regulador y orientador de las políticas educacionales de un nuevo país llamado Chile.

 

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