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Ex Ante.- El ex párroco de la Iglesia El Bosque, uno de los sacerdotes más influyentes del país,-que acaba de fallecer-,  comenzó a caer... Completo perfil de Fernando Karadima, el sacerdote que se convirtió en un símbolo de los abusos en la iglesia chilena

Ex Ante.- El ex párroco de la Iglesia El Bosque, uno de los sacerdotes más influyentes del país,-que acaba de fallecer-,  comenzó a caer en 2010, cuando se hizo pública la investigación eclesiástica por abusos en su contra y que terminó con su expulsión del sacerdocio en 2017. Murió en un hogar, producto de una insuficiencia renal. Tenía 90 años.

1 Fernando Salvador Miguel Karadima Fariña nació el 6 de agosto de 1930 en Antofagasta, pero fue al colegio Instituto Alonso de Ercilla de Santiago, donde llegó a octavo básico. Su familia tenía ascendencia griega por parte paterna. Su madre venía de una familia acomodada, pero empobrecida. Tenía siete hermanos.

2 Fue ordenado sacerdote en 1958 y destinado a los 28 años a la parroquia del Sagrado Corazón de avenida El Bosque, en la comuna Providencia, donde realizó toda su carrera sacerdotal. Esta larga permanencia en una misma parroquia era atípica entre los sacerdotes diocesanos. Fuentes eclesiásticas explicaron que fue solicitada por el propio Karadima a sucesivos arzobispos de Santiago. En 1985 lo nombraron párroco.

3 En su juventud habría participado en la Acción Católica dirigida por el sacerdote jesuita Alberto Hurtado, declarado santo católico en 2005. Es incierta la cercanía que tuvo con él, aunque aseguraría en múltiples ocasiones que mantuvieron una estrecha relación e incluso bautizaría Acción Católica al grupo de jóvenes que fundó en la parroquia El Bosque.

4 Los jóvenes de la Acción Católica representaban la rama laica de la iglesia de El Bosque. La rama eclesiástica era la Pía Unión Sacerdotal; un grupo de seminaristas y sacerdotes formados en la parroquia y que respondían a Karadima antes que a los rectores del seminario o incluso a los obispos, dirían años más tarde desertores del grupo. Era una estructura que existía antes de que Karadima llegara a la parroquia, pero que el nuevo párroco hizo trabajar en su favor, mostrarían posteriormente las investigaciones eclesiásticas y penales al sacerdote. En esos años, Karadima era considerado uno de los curas más influyentes de Chile y haber formado a más de 50 sacerdotes y obispos fue esgrimido incluso como argumento de su presunta santidad.

5 Karadima procuró, con éxito, convertir El Bosque en la parroquia de elite. Centraba tanto sus homilías como sus prédicas a los jóvenes en materias espirituales y marcaba diferencias con las posiciones de la Vicaría de la Solidaridad. Apoyaba tácticamente la dictadura de Augusto Pinochet.

6 Fue en la primera mitad de esa década que se presentó la primera denuncia de abusos en contra de Karadima. El publicista Francisco Gómez declararía que en 1984 firmó junto a otros jóvenes de la parroquia una carta dirigida al arzobispo Juan Francisco Fresno, denunciando las conductas inapropiadas del sacerdote. El secretario de Fresno era entonces el miembro de la Unión Sacerdotal, Juan Barros. La carta, dijo Gómez, no habría llegado al escritorio de Fresno.

7 El 21 de abril de 2010 el diario La Tercera dio a conocer la investigación eclesiástica que se realizaba en contra de Fernando Karadima y que terminaría afectando, más que ningún otro caso conocido antes, la imagen de la Iglesia Católica chilena y marcando las administraciones de los arzobispos Francisco Javier Errázuriz y su sucesor, Ricardo Ezzati. Sus denunciantes decidirían dar sus nombres y mostrar sus caras en sucesivas entrevistas en The New York Times y el programa Informe Especial, convirtiéndose también en personajes públicos. Eran el médico James Hamilton, el periodista Juan Carlos Cruz, el actual director de la Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo, y el abogado Fernando Batlle, quien luego elegiría mantener un perfil más bajo que los demás.

8 Sus testimonios permitieron conocer el sistema montado por Karadima para llevar a cabo sus abusos y mantenerlos a resguardo. El primero consistía en normalizar conductas como dar besos cerca de la boca a adolescentes y seminaristas, además de palmadas en el trasero. Un segundo nivel consistía en elegir como víctimas a jóvenes en situaciones de mayor vulnerabilidad, como a James Hamilton, cuyo padre había muerto, a quien Karadima le dijo que él lo remplazaría. Una vez elegidos sus blancos, Karadima empezaba a premiarlos dándoles más responsabilidades; los convertía en acólitos o les daba mayor protagonismo en la Acción Católica. En una tercera fase los dejaba llevarles recados a su pieza en la parroquia, donde ocurrieron muchos de los abusos. El sistema montado por Karadima para evitar ser investigado pasaba por la red que tenía entre los cerca de 50 sacerdotes y obispos ligados a la Pía Unión Sacerdotal.

9 Tras la difusión de la denuncia eclesiástica en contra del sacerdote se inició una investigación penal que luego fue enviada al sistema antiguo por tratarse de casos previos a la instalación de la forma procesal penal en Chile. Esta causa se cerraría en noviembre de 2011, sin formular cargos por el tiempo transcurrido, pero la ministra en visita Jessica González daría por acreditados los abusos perpetrados.

10 Los feligreses de la Iglesia El Bosque se dividieron entre quienes lo apoyaban y quienes se pusieron del lado de los denunciantes. Los primeros realizaron gestiones en su favor. El empresario Eliodoro Matte pidió una audiencia con el entonces fiscal nacional Sabas Chahuan, que se concretó, para pedirle acelerar la investigación. Luego diría en una carta a El Mercurio que “fue un error” haberla solicitado. Paralelamente, clérigos leales a Karadima enviaron cartas a El Vaticano hablando en favor del clérigo.

11 El 16 de enero de 2011, el Vaticano condenó a Karadima a una vida de penitencia y oración tras considerarlo culpable de abusos de menores y adultos, y abusos de poder. Entre sus víctimas consideró tanto a laicos como sacerdotes. La sentencia sería luego ratificada el 21 de junio.

12 En la arista civil, el arzobispado de Santiago fue condenado a pagar $300 millones a los denunciantes.

13 El 27 de septiembre de 2017, el Papa Francisco expulsó del sacerdocio a Fernando Karadima, terminando con el caso eclesiástico del sacerdote, pero no con las repercusiones de sus abusos. La visita que Francisco haría en enero de 2018 a Chile estaría marcada por la defensa que el Papa hizo del obispo Juan Barros y daría paso a que, una vez terminado el viaje, el conjunto de los obispos chilenos viajara a Roma y pusiera sus cargos a disposición, en una situación inédita a la fecha en la Iglesia Católica Romana.

14 Karadima pasó sus últimos años retirado de la vida pública. Vivió en el hogar San Juan de Dios de La Barnechea, donde recibía contadas visitas, de familiares y su médico.

15 Murió a las 9.20 pm del domingo 25, producto de una bronconeumonía e insuficiencia renal, en la comuna de Macul, dice su certificado de defunción. Hace años tenía como condiciones de base diabetes melitus e hipertensión arterial. Tenía 90 años.

Fuente: Ex Ante

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