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Una querella criminal por el delito de homicidio calificado, en grado de consumados, en contra de los efectivos  Juan González Iturra y de Cristián... Interponen querella criminal por muerte de artista callejero Francisco Martínez, ultimado por balas policiales

Una querella criminal por el delito de homicidio calificado, en grado de consumados, en contra de los efectivos  Juan González Iturra y de Cristián Moraga, que permita iniciar una investigación criminal ante la muerte a balazos percutados por un carabinero, ocasionando la muerte del artista callejero, Francisco Ramírez Romero, solicitaron 3 abogados ante el Juzgado de Letras y Garantía de Panguipulli, localidad donde ocurrieron los dramáticos y lamentables hechos.

Los abogados querellantes,  Daniel Venegas, Miguel Ángel Yáñez Lagos, y Doris alma Núñez, solicitan que se formalice a los responsables y, en definitiva, acuse e inste por la imposición de las penas máximas establecidas por el delito cometido y que se de orden de Investigar amplia a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Chile, a fin de que determine la identidad de los distintos partícipes en estos hechos.

Además, requerir a Carabineros de Chile, en particular a 5ta Comisaría de Panguipulli, toda la información relacionada con los funcionarios públicos que participaron de estos hechos y toda la información que diga relación con los funcionarios en servicio en dicha unidad el  5 de febrero de 2021; así como el libro de novedades  y todo otro antecedente relacionado así como a cualquier eventual instrucción respecto a la víctima de los hechos denunciados.

Piden también que se ordene citar y tomar declaración ante la Fiscalía Regional de los Ríos, a todos los funcionarios de Carabineros de Chile involucrados en estos hechos.

LOS HECHOS

De acuerdo a lo relatado en la querella criminal, los hechos se desarrollaron así:

1. El día viernes 5 de febrero del presente año, aproximadamente a las 15:30 horas, en la intersección de las calles Marínez de Rozas con Pedro de Valdivia, en el sector aledaño a la Plaza de Armas de la comuna de Panguipulli, el ciudadano Francisco Andrés Martínez Romero (conocido como Franco, Francisco Andrés y Pancho), de 28 años, artesano y malabarista, se encontraba realizando un show de malabares con machetes de utilería para recaudar dinero frente a conductores y peatones, cuestión que acostumbraba a hacer desde aproximadamente hace 3 años.

2. En ese contexto, se le acercan tres funcionarios de Carabineros de Chile, el Cabo 2do Juan González Iturriaga y el Cabos 1ros Cristián Moraga (en adelante los querellados) y el cabo 1ro Jocelyn Carvajal, del segundo turno de infantería, que estaban realizando rondas preventivas en el sector, y deciden someterlo al
procedimiento de control de identidad preventivo, regulado en el artículo 12 de la Ley N° 20.931, solicitándole la entrega de la Cédula Nacional de Identidad y de sus utensilios para malabares.

3. De acuerdo a testigos presenciales, el artista callejero no entrega sus utensilios, que si bien son de metal, no tienen filo y responde a los funcionarios policiales que no tiene carnet pues lo habría perdido, que se llamaba Franco y solicita a su vez la identificación de los funcionarios.

4. Ante dicha respuesta, el querellado Iturriaga, quién se encontraba frente a Francisco, retrocede aproximadamente tres pasos y desenfunda su arma de servicio, mientras que el querellado Moraga hace lo mismo, pero rodeándolo por el costado derecho.

5. Tal y como se puede apreciar de diversos registros audiovisuales grabados por testigos o recogidos de cámaras de seguridad cercanas, los funcionarios policiales comienzan a disparar sus armas de servicio, en un primer momento hacia el aire e inmediatamente hacia las piernas de Francisco, quién intenta protegerse posicionándose tras una caja de electricidad ubicada en la vereda, mientras gritaba y gesticulaba hacia los funcionarios.

6. Tras una serie de disparos dirigidos hacia él, habiéndole impactado dos de ellos en las piernas, Francisco comienza a correr hacia su izquierda en dirección al querellado Iturriaga, que era la única vía de escape, mientras Iturriaga retrocede y continúa disparándole de frente hasta que se precipita al suelo herido. En ese
momento, el querellado Moraga le dispara desde aproximadamente 3 metros de distancia, impactando a Francisco, quien se desploma, y luego ambos se retiran del lugar, dejándolo en la calle y sin siquiera cortar el tránsito.

7. Es relevante enfatizar que la víctima corrió en dirección a uno de sus atacantes, únicamente cuando ya había sido alcanzado por proyectiles balísticos, mientras continuaban los disparos en su contra, lo que implica que en caso alguno provocó un enfrentamiento, sino que reaccionó a un ataque brutal, intentando protegerse sin éxito dado su indefensión frente a dos victimarios premunidos de armas de fuego, y que además, el último de los disparos le impactó cuando ya se encontraba reducido en el suelo, con diversas heridas balísticas de gravedad.

8. Entre los testigos se encontraba una enfermera, que se acercó a Francisco, quién se encontraba desplomado en la calle pero consciente y hablando, y junto con terceros procedió a levantarlo para llevarlo hacia la vereda, constatando que tenía una herida de bala en el pecho, con salida por la espalda y diversas heridas de bala en el resto del cuerpo. Si bien ella procedió a darle primeros auxilios, Francisco falleció a los pocos instantes en la calzada, sin ser auxiliado por Carabineros.

9. Cabe mencionar que a pesar de la negligencia criminal con que actuaron los funcionarios, afortunadamente ningún otro civil resultó herido por los diversos disparos realizados al aire o dirigidos hacia el artista.

10. Los hechos dieron origen a un procedimiento policial a cargo de la Policía de Investigaciones de Chile y de la Fiscalía Regional de Los Ríos, que mantienen una serie de diligencias pendientes para esclarecer los hechos denunciados, aunque preliminarmente se informó que la víctima tendría al menos 5 heridas por armas de fuego.

11. Por último, cabe mencionar que los malabares se realizaban con dos machetes de utilería, que son de metal y no tienen filo, por lo que no se pueden considerar armas blancas, ni presentan amenaza alguna y que, además, dicha actuación callejera era conocida por la ciudadanía, pues la realizaba hace años sin haber tenido jamás problemas por utilizar en ellos machetes de utilería.

Puedes leer la querella completa: Querella Panguipulli Iturriaga-Moraga

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