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Pedro Oróstica Codoceo.-        Una  condición  básica para el bienestar de las personas y sus familias lo constituye la habitabilidad  que dispongan... De la vivienda social a la vivienda esencial

Pedro Oróstica Codoceo.-       

Una  condición  básica para el bienestar de las personas y sus familias lo constituye la habitabilidad  que dispongan  en el espacio donde habitan. Y en este contexto, es incidente  la cantidad de metros cuadrados construidos del lugar donde se vive.  De ahí que  nos referiremos a la vivienda social; la cual  es  utilizada  como  solución habitacional por parte de los gobiernos que se  suceden  en Chile. Estas   van dirigidas a los segmentos ciudadanos compuestos por  sectores medios y bajos de la estructura social en el país;   y  se encuentran  en las comunas y en las  regiones; es decir, en el país entero.

El factor común de esta realidad,  se encuentra en el   gran número de  personas y familias que aspiran a  una de estas soluciones, las cuales se propone sean mejoradas.

 Nuevos patrones de habitabilidad.

  Es por cuanto la necesidad  de   redefinir, acerca del grado de habitabilidad con que cuentan éstas,  que entre otros efectos han producido desfavorables  hacinamientos en el diario vivir de las personas. Y que han sido finalmente impuestos como un patrón cultural  difícil de alterar. En todo caso, los gobiernos  han venido asumiendo en el tiempo, la necesidad, de ir avanzando  en construir  viviendas más habitables. Especialmente, en lo referido a sus metrajes mínimos.

Son auspiciosos estos avances que se han alcanzado –  no obstante  los argumentos pragmáticos que  señalan  innecesario  considerar mayormente la denominada habitabilidad. Consideran  que  es más que suficiente, con las características de las actuales viviendas  que se  entregan. Pero este tipo de pensamiento ha ido mejorando. Hoy la sociedad se encuentra en un espiral superior en su avance hacia  valores  y anhelos de equidad, que  están predominando  en el   interactuar sociocultural de los ciudadanos.

Polarización de la estructura social

Los actuales tiempos,  se  caracterizan por los cambios que se están experimentando a nivel de la estructura psicosocial de la ciudadanía. No obstante,  los derechos para las personas, se encuentren muy relacionados al poder desde el cual se les  ejerce supremacía, lo cual    termina  en  disensos   que ninguna sociedad desea  ni es capaz de resistir.  Y esto, lo señala el sociólogo italiano Gaetano Mosca,  dado que por el simple hecho de poseer el  poder no se  logra el consenso y  además que ese poder,  no se funda en la superioridad intelectual, sino en la del carácter y la riqueza.

Es así que pareciesen  irreversibles los abismos entre   pobreza y la riqueza;   desamparo y  opulencia;  oscuridad y  luminosidad;  abuso y   justicia;   insolencia y   respeto;   ignorancia y   educación;  codicia y   filantropía;   crueldad  y  compasión;  y así etc. y etc. Pero esta realidad ha sido construida por nosotros mismos, y somos nosotros mismos quienes podemos producir los cambios  necesarios para incrementar mejoras en  las condiciones de vida.

Estas diferencias son la que han primado en la dinámica sociocultural, las cuales  quedaron crudamente expuestas  durante el denominado estallido social de octubre de 2019. Millones  se reunieron  para protestar   a lo largo del país. Exigiendo transformaciones que hagan de Chile un país más ecuánime y solidario. Al día de hoy,  se continúa  reflexionando frente a esto, puesto que se encuentra en proceso de contención.

Y ante una economía de enorme desigualdad, el secreto para una salida, debe encontrarse en el  poder de la redistribución de los recursos, cuestión  que comienza a aceptarse en el contexto de  ideas  positivas  y moralmente coherentes.

Hacia la vivienda esencial

 Es esta razón la que ha llevado a que surjan nuevas propuestas en todos los frentes de la vida nacional. Y una de ellas se refiere a ir superando los actuales metrajes de las viviendas sociales en el país, para dar paso a mayores espacios que propicien   superior habitabilidad para las familias. Esto, con apoyo del Estado, a pesar que el pragmatismo de la  banca internacional,  busca reducirlos a una mínima expresión.

Este cambio cualitativo y cuantitativo en las viviendas para estos sectores  bien puede proyectarse como política pública,  viniendo  a concordar con la necesidad de ir evolucionando   desde la vivienda social a la que será definida   como vivienda esencial. Ésta,  debe incluir nuevos parámetros que  superen los actualmente utilizados. Esto, en el marco de los derechos a mejores servicios y que impliquen  una mayor calidad de vida para las personas y familias que lo  requieren.

¿Aportaría la vivienda esencial  a consolidar  una sociedad más armoniosa y equilibrada?

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