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Un gran paso dieron las artesanas de Camiña, al inaugurar el primer Banco de Lanas de la región, que estandariza el trabajo en el... Francia en la mira de talentosas artesanas de Camiña que acaban de inaugurar  el primer Banco de Lanas

Un gran paso dieron las artesanas de Camiña, al inaugurar el primer Banco de Lanas de la región, que estandariza el trabajo en el área de la artesanía textil aymara y se proyecta como un gran paso hacia la revalorización y comercialización de su delicado trabajo. La agrupación reúne a una treintena de talentosas tejedoras que hoy cuentan con un registro y estandarización para confeccionar ovillos y prendas. Ahora avanzan en la conformación como cooperativa y próximamente esperan viajar a Francia a exponer su trabajo.

Camiña, una comuna eminentemente agrícola lucha por posicionarse como un punto de atracción en la región de Tarapacá, lo que ha llevado a sus habitantes a desarrollar proyectos para potenciar la agricultora y otros rubros asociados, como es la artesanía textil aymara.

Hilda Castro, destacada tejedora, comentó que este banco de lanas marca un antes y un después, ya que ha sido un “despertar” que les permite avanzar más. “Este banco es muy importante porque es una ayuda a preservar lo que hacemos, nuestro trabajando hilando y tejiendo. No queremos que se nuestra tradición se pierda, ya que queremos que nuestros hijos y nietos también conozcan su cultura a través del tejido. Si desaparecemos, sabemos que estará el banco de lanas para que nuestra cultura quede grabada y siga adelante”, argumentó.

Durante el 2017, gracias a una acción formativa del Programa de Desarrollo Territorial Indígena, (PDTI) del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), se realizó un catastro de artesanas textiles que habitan y trabajan en esta comuna, donde quedó en evidencia la dinámica de confección de los textiles de las mujeres. Esto ayudó a entender que su tiempo productivo y labores del hogar está compartido con las actividades agrícolas y en algunos casos actividades ganaderas y artesanales.

El catastro entregó las herramientas para abordar una propuesta que pudiera atender las necesidades particulares de las artesanas y así mejorar sus técnicas y diversificar su producción para lograr mejores posibilidades de comercialización. Además considera la responsabilidad de reconocer y re-valorar los saberes ancestrales, de forma que puedan mantenerse por mucho tiempo más, representando el vivo patrimonio de la identidad cultural del país.

Luego de analizar el catastro, nació la propuesta para conformarse como una micro-empresa artesanal que en un horizonte de 5 años pudiera posicionarse en la economía circular del territorio, encantando a futuras generaciones y haciéndolas retornar a su comuna, consolidando así una red de confianza entre las familias y su entorno. Un proyecto que aporte al desarrollo textil de la comuna de Camiña.

DIAGNÓSTICO

Durante el primer año de la llamada “ruta textil”, se dio inicio al diagnóstico e identificación de las habilidades artesanales de las 32 mujeres de este grupo para así conocer sus técnicas de producción, manejo en la dificultad del tejido y saber qué tan llanas estaban a incorporar nuevas técnicas de confección a su trabajo.

La diseñadora Jacqueline Hiriart se encargó de crear y estructurar cursos de nivelación en técnicas de producción y tinción de textil. Asimismo se creó la primera colección de ovillos estandarizados, los cuales fueron teñidos con hierbas locales y tinte artificial. Para Hiriart, este paso “es la primera etapa de visibilización del producto textil que se comercializará bajo la marca ‘Camiña’, producción que es demandada a nivel regional, nacional e internacional por sus bellos diseño, relato, sustento cultural y territorio”.

DOCUMENTAL

Durante el segundo año de trabajo se realiza un documental sobre este patrimonio textil aymara de la comuna de Camiña, ello con el objetivo de revalorizar el territorio y dar inicio al trabajo cooperado entre artesanas, pero esta vez bajo una acción que quedó plasmada a través de la confección del chal más grande del mundo.

Posteriormente el grupo postuló al concurso del Programa de Gestión y Soporte Organizacional, (PROGYSO) de INDAP del 2018, lo que les permitió participar en Emporio Paula, destacada feria que se realiza en un concurrido centro comercial de Santiago, donde su participación y experiencia comercial fue todo un éxito, ya que vendieron toda su producción.

COLECCIÓN Y BANCO DE LANAS

A través del programa de asesorías especializadas de INDAP a cargo de la diseñadora textil y el equipo PDTI de la municipalidad de Camiña, las artesanas postulan para recibir la primera asesoría en diseño textil, lo que les permite comenzar a trabajar en la primera colección de prendas textiles de la temporada otoño – invierno 2019. A esto se suma la creación de una nueva colección de ovillos con tinción natural y artificial y la implementación del Banco de Lanas, acción orientada a reconocer el trabajo cooperado en el grupo y a estandarizar la producción para creación de todas estas piezas.

Iván Cerda, director regional (s) de INDAP Tarapacá felicitó la perseverancia de las artesanas, que llevan 3 años de forma constante trabajando por un objetivo común. Comentó que con estas iniciativas buscan ejecutar el plan de exploración y consolidación de mercado en Santiago y sur de Chile entre junio y septiembre, para participar nuevamente en Emporio Paula y otras ferias en los alrededores, así como también la exploración de cadenas hoteleras al sur del país.

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