Dr. Alex Soza Orellana. Chileno residente en Cuba, Médico Internacionalista y Especializado en Salud Pública.
Una vez más el enemigo de la humanidad, indefenso de ideas, famélico e isquémico de dignidad, insaciable, rapaz, miente y manipula la información, en desesperada batalla por apuntalar una opinión pública adversa a las innegables verdades sobre la actuación, la labor solidaria, humana y profesional de los colaboradores de la salud de Cuba en Venezuela, consecuentes a los principios en que fueron formados en esta misión social que es la salud.
El prestigioso periódico The New York Times es hoy el mensajero mercenario de turno. Ni vale la pena reescribir las palabras de un guion ya manoseado, pero es importante: “Los trabajadores cubanos de la salud fueron utilizados para amenazar a pacientes e incluso coercionarlos, negándoles el servicio, si no votaban por Maduro en las elecciones del pasado 2018”.
En este mundo muchos hombres, gobernantes, y otros que tienen poder, que no son virtuosos en cuanto a lo ético, a lo digno, al honor o decoro, mienten, corrompen, ofenden, amenazan, reprimen y asesinan.
Lamentablemente este enemigo de la humanidad empalagoso anima y arrima a estos modernos filibusteros en nuestra región, que fieles a su imagen se prestan para mediáticas e irresponsables funciones, dícese, “democráticas y humanitarias”.
Hace muchos años José Martí escribió un singular libro dedicado a los niños, pero que indudablemente trasciende también a los jóvenes y adultos por su peculiar forma de narrar la historia de algunos pueblos, y sus héroes, y la enseñanza de las virtudes que deben reinar en el quehacer de cada uno de ellos. En “La Edad de Oro”, Martí escribió un cuento: “Tres héroes.
En él y refiriéndose a ellos señala: “Hay hombres que viven contentos aunque viven sin decoro. Hay hombres que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro”.
Como ven y para alguien con un normal razonamiento y la suficiente información, sabría a que y quien se refiere en la actualidad, hay hombres aquí y allá que no tienen el mínimo decoro en decir y hacer, y yo no diría tan decentemente – como nuestro Martí- cosas indecorosas sino sencillamente canalladas, indecencias y por supuesto que hay palabras más rudas todavía para describir a esos hombres, pero tengo mi decoro, como muchos también , que no debe confundirse con cobardía, porque en ese decoro hay fuerza moral, fuerza consecuente para denunciar, cuando se ha aprehendido valores que deben primar en un mundo donde reine la paz, la humanidad y la solidaridad mutua.
La Colaboración de Salud de Cuba fue concebida en el más estricto espíritu humanitario del principio de solidaridad internacional, principio enraizado en el pueblo cubano, reafirmado en su Carta Magna. En algo más de 55 años de Cooperación Médica, en 164 países, se han salvado unos 8 millones de vidas, con unos cuantos cientos de millones de consultas, intervenciones quirúrgicas, vacunaciones y otras acciones de salud. Su labor ha sido reconocida por organismos e instituciones a nivel mundial, la OMS, la OPS, la ONU y muchos de sus organismos, así como de los gobiernos y pueblos de cada uno de esos rincones donde han trabajado y trabajan actualmente. Pregúntaselo a algunos de los miles de chilenos que fueron beneficiados por ellos en momentos de desastres naturales en nuestra patria. No se puede tapar el sol con el dedo mezquino e inmundo de algún renegado.
Por todo esto llamo como médico internacionalista formado y especializado en Salud Pública en Cuba, a todos los hombres con decoro en Chile y en toda nuestra América, a denunciar estas acciones contra Venezuela y Cuba, que promueven conflictos violentos en nuestra región. Subrayando nuestros empeños de solidaridad, fraternidad, unidad entre nuestros pueblos, libres de intervenciones e injerencia imperial y total respeto a la soberanía y libre determinación de cada uno de ellos.