Mujeres Movilizadas en toma UNAP: “No bajaremos los brazos hasta no obtener nuestro derecho de sentirnos seguras y libres en nuestra Casa de Estudios”
Actualidad 24 junio, 2018 Edición Cero
Una nueva estrategia para reforzar su movimiento, inspirado en una educación no sexista, planifica la Asamblea de Mujeres Movilizadas, que se encuentran en toma en la UNAP, luego que se frustrara la octava mesa de negociación con autoridades de esa Casa Universitaria. Por el contrario, anuncian que no bajarán su lucha hasta lograr que se sientan seguras en su propia universidad.
Mediante un comunicado para expresar los hechos a la opinión pública, señalan que esta instancia se quebró por decisión de los representantes de la Rectoría, “puesto que no quieren sentarse a negociar con nosotras, sin antes retomar las actividades administrativas en su totalidad”.
Además indican que “nos acusan de no poseer las competencias adecuadas para mantener una movilización, comparándonos con años anteriores y minimizándonos como mujeres e infantilizando este movimiento”.
Estiman que este cambio de giro se basa en una situación, ocurrida en la carrera de Metalurgia de la Unap, el que esperan que sea investigado como corresponde, es decir, que siga el debido proceso y que tendría relación con un robo. “Entendemos que los robos son actos de violencia los cuales se contraponen con nuestro esfuerzo de crear espacios seguros para todos y todas, de modo que este tipo de sucesos por parte de terceros no son más que muestras de odio, escaso respeto y tolerancia hacia la lucha que estamos realizando las mujeres en la universidad”.
Indican que la Asamblea de Mujeres Movilizadas, “desde el día uno de esta movilización, hemos demostrado un compromiso en lo que respecta al cuidado de las dependencias de la institución, estableciendo normas de limpieza y seguridad de nosotras, permitiendo a nuestros compañeros y compañeras a cuidar de los espacios
Respecto del movimiento en sí, acusan que las autoridades universitarias, de mostrarse “sumamente intransigente frente a las demandas del movimiento feminista, demostrando la falta de compromiso, eficacia y eficiencia que poseen los entes directivos de una universidad que busca contribuir a la formación académica integral, frente al tema”.