Investigación arrojó que atención primaria de salud en Iquique fue clave para dar respuesta a demanda tras terremoto del 2015
Actualidad 17 octubre, 2017 Edición Cero
Para muchos quizás el término es algo desconocido. La Real Academia Española de la Lengua define Resiliencia como la “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Y este concepto, fue el resaltado en el estudio “Modelación de la Red de Salud de Iquique” realizado por el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres Naturales (CIGIDEN) en el que profesionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile destacaron la capacidad de los Centros de Salud Familiar de Iquique de adaptarse a la contingencia propia de un terremoto, como los que azotaron a nuestra ciudad, el 1 y 2 de abril de 2014.
“Consideramos los cuatro cesfam más el Hospital Regional y nos enfocamos en la comparación de la afluencia de población y de atenciones médicas post-terremoto. Y lo que vimos, efectivamente, fue que en el peak inicial y a los 2 y 3 días después del sismo, la gente acudió más a los centros de salud familiar que al Hospital, por lo que concluimos que la Atención Primaria de Salud en Iquique pudo dar soporte a esta respuesta, que no necesariamente son de atención médica, sino también pueden ser de búsqueda de información, de servicios básicos y de contención”, explicó Andrea Vásquez, geógrafa e investigadora de la Línea de Gestión de Desastres y Respuesta a la Emergencia del CIGIDEN.
APS EN IQUIQUE
La Atención Primaria de Salud o APS, en Iquique, en caso de una emergencia de la magnitud de los terremotos de 2014, se plantea como objetivos establecer una organización interna que permita coordinar acciones tendientes a preservar la integridad de los recursos humanos y materiales en las instalaciones de los cuatro centros de Salud Familiar, el centro comunitario de Salud Familiar Cerro Esmeralda y las postas rurales de Chanavayita y caleta San Marcos. A su vez cuida la salud de la comunidad, a través de una gestión estratégica planificada, de acuerdo a los recursos físicos y posibilidades con las cuente la organización post catástrofe.
Debido al comportamiento inusual de los movimientos telúricos por esos días, los que se iniciaron a mediados de Marzo de 2014, la administración del ex alcalde Jorge Soria Quiroga activó de inmediato el Comité Operativo de Emergencia de Salud y se establecieron las medidas e instrucciones para enfrentar una posible catástrofe en forma inmediata.
Por ejemplo, se implementó un contenedor de emergencia en el CESFAM Cirujano Aguirre, en zona de seguridad, el cual contiene equipamiento para enfrentar emergencias, tales como: Alimentos, agua potable, carpas, toldos, linternas, luces de emergencia, sacos de dormir, megáfonos, cocinas de campaña, gas, banderas de localización, señaléticas, material de escritorio, base de radiocomunicaciones comunal, radio portátil, antena repetidora, medicamentos e insumos de emergencia.
“El caso de Iquique y la información que nos entregó se ha incorporado, por ejemplo, a la Nueva Estrategia de Resiliencia Frente a Desastres que le presentamos a la Presidenta Bachelet en diciembre pasado. Pero llevar esto a una normativa, toma su tiempo”, dijo Juan Carlos De la Llera, décano de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Así también, bajo la administración del ex alcalde Jorge Soria Quiroga, se determinó que los cuatro centros de salud familiar con que cuenta Iquique estén ubicados estratégicamente y sean pensados para tener la capacidad de atender a los iquiqueños durante una catástrofe.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
“Desde la composición territorial de la APS, la distribución de estos cesfam dentro del casco urbano de la ciudad nos señala que, en promedio, están a menos de un kilómetro de las viviendas de los usuarios, lo que es un excelente indicador de accesibilidad y de fácil interacción entre el usuario y el recinto asistencial”, añadió Vásquez.
El estudio “Modelación de la Red de Salud de Iquique” tuvo una duración de tres años, contempló metodología mixta, es decir, cuantitativa y cualitativa e implicó que los investigadores viajaran seis veces desde Santiago a Iquique.
Dentro de los objetivos que se planteó el estudio están el predecir el desempeño de la red de servicios de urgencia en caso de terremotos, proveer herramientas cuantitativas para que los tomadores de decisiones puedan escoger las medidas de protección óptimas y cuantificar el riesgo para compararlo con umbrales aceptables.
Finalmente, Andrea Vásquez, quien también es Magister en Desarrollo Urbano de la Pontificia Universidad Católica de Chile, destacó que los resultados de este estudio ya fueron presentados hace un tiempo en la 16ava Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica, realizada en Santiago de Chile, y que reunió a más de 3 mil ingenieros de todo el planeta.
En tanto, Juan Carlos De La Llera, quien es Master of Science y Doctor of Philosophy de la Universidad de California (Berkeley, Estados Unidos), si bien, destacó en general el comportamiento de los iquiqueños ante la ocurrencia de un terremoto fue claro en decir que, en esta materia, todavía queda mucho por avanzar.
Siempre he dicho que la Salud en Iquique está orientada a terminar con la inequidad qué hay en los más vulnerables de nuestra comuna de tal forma de mejorar la calidad de vida de nuestra población ; por lo que antes y después del terremoto la ayuda llego a todos los sectores afectados