Recopilación de fotografías de 340 Oficinas y Campamentos Salitreros, plasman lo que fue la vida en la pampa
Actualidad 16 mayo, 2016 Edición Cero
Una espectacular muestra, por su valor histórico, constituye la exposición “La Vida Pampina Plasmada en Fotografías”, del destacado victoriano y hombre vinculado a las comunicaciones, Félix Reales Vilca. El relato visual, a través de 80 imágenes, da cuenta de la vida en las 340 Oficinas y campamentos salitreros, que funcionaron en lo que fueran las provincias de Iquique y Antofagasta.
La Muestra, que corresponde a una recopilación de fotos, entre los años 1929 y 1979, fue financiada con recursos del FNDR-2015, y contó con el patrocinio de la Corporación Museo del Salitre, estará abierta al público en el Palacio Astoreca, durante todo mayo.
Durante la jornada inaugural, fue especialmente emotiva la participación de otro connotado pampino, Gilberto Vigueras, quien fue profesor de Reales Vilca, en la Oficina Victoria, recordó con extraordinaria lucidez, a sus más de 80 años, que la vida en la pampa fue un verdadero reto, porque allí, en condiciones de extrema adversidad, las familias pampinas lograron vivir en comunidad y ser felices.
“Formamos lo que aún hoy se mantiene y que se conoce como cultura pampina. Los hombres y mujeres de la pampa, forjamos una identidad que no queremos perder”, señaló.
Recordó también la cruda realidad laboral de los trabajadores pampinos. “En la pampa se trabajaba como animal; y los trabajadores cumplía esa tarea, de trabajar como animales”.
Además, que en las oficinas las familias, sólo podían comprar allí, por lo tanto, cuando se acababan las provisiones, no podía buscarlas en otra salitrera o en la ciudad. Estaba prohibido. Habló también del trabajo infantil, de lo que calificó como explotación contra los niños; o de la rudeza y peligrosidad de las faenas, que siempre daban cuente de un accidente o muerte, anunciada por el inolvidable sonido de una sirena.
El profesor Vigueras destacó la valentía de la mujer pampina, que obligaban a sus hombres a mantener las huelgas en pro de sus demandas sociales, negándose a cocinar para aquel se desistía del movimiento. La cocina era el arma de las mujeres de la pampa, muchas de las cuales se agruparon en el MENCH, que fue el movimiento Mujeres Emancipadas de Chile.
Sin embargo, nada de eso dañó a los pampinos en su integridad como ser humano. Al contrario, los hizo más fuerte y les hizo buscar la felicidad y la amistad a toda prueba. Ello se refleja hoy, en las distintas agrupaciones de oficinas salitreras, que ya no existen, pero sí su gente.
Sobre todos estos aspectos hablan las fotografías recopiladas por Reales. El trabajo, la escuela, la vida en comunidad, los encuentros, marchas, reuniones sindicales. Los rostros de trabajadores, de mujeres y de niños… En fin, un trabajo completísimo que permite apreciar la vida en la pampa, en sus distintas facetas.
Reales, que vivió en Victoria durante su niñez y juventud, nunca dejó atrás lo que fue la vida en la pampa, dedicándose permanentemente a recopilar material, historias, fotografías, como una forma de contribuir lo que fue la vida para cientos y cientos de familias que habitaron en tierra calichera.
“Me siento feliz, por las palabras del profesor Vigueras, que trae al presente de manera tan clara, lo que vivimos en la pampa. Me quedo sin palabras después de escucharlo”, señaló Félix Reales. Añadió que con su trabajo, pretende incentivar sobre el conocimiento de lo que fue la vida en la pampa, a las nuevas generaciones, porque es un legado que no se puede perder.
Al ser consultado sobre si las injusticias por la que lucharon los obreros del salitre, se mantienen hoy con los trabajadores urbanos, fue enfático en señalar que éstas perduran, lo que queda de mostrado en cómo el empresario se opone a las reformas laborales.