Haciendo Historia,Construyendo Memoria, Fundando Raíces
Opinión y Comentarios 19 marzo, 2016 Edición Cero
Por Guillermo Jorquera M.,ex director Teatro Tiun Tenor
Los gobiernos regionales fueron creados el año 1993. Fue la primera reforma que se estableció para fortalecer la participación ciudadana a nivel regional, iniciando un proceso de descentralización, que por más de 20 años busca la forma definitiva de concretarse. Búsqueda en la que la ciudadanía regional está ajena, pues es el Congreso Nacional el que decide, a través de una ley, el traspaso de competencias desde el nivel central.
Los gobiernos regionales, según la Ley Orgánica, están formados por el Intendente Regional y el CORE (Consejeros Regionales). Los Intendentes regionales para el cumplimiento de sus funciones cuentan con un Servicio Administrativo, que le está adscrito directamente.
Esta estructura administrativa, los trabajadores; profesionales de planta, a contrata y a honorarios, generalmente no aparecen en el escenario noticioso del quehacer del gobierno regional. Simplemente son ignorados, salvo cuando son sometidos a sumarios administrativos internos producidos, a veces, por un episodio producto de una cadena de errores, que trasciende y llama la atención de la prensa. Dejando la impresión en la opinión pública que el gobierno regional está formado solamente por el o la intendente de turno, y el CORE, también de turno.
Sin embargo estos trabajadores, incluyendo a los administrativos del CORE y de la SUBDERE, son los que hacen que toda la estructura laboral del GORE, funcione eficiente y eficazmente, son los responsables de tener en los escritorios de sus jefaturas; proyectos, planificaciones, estudios, estadísticas, presupuestos, informes, en fin todo aquello que sus jefes, una vez consensuadas y aceptadas, deben presentar al Intendente, para que éste, cuando sea necesario, lo lleve ante el CORE para su aprobación o rechazo.
Esta agrupación de gente, damas y varones, como en toda empresa, forman una verdadera familia, y más aún se sienten orgullosos de ser trabajadores del GORE, pues están conscientes que dan vida a un servicio público, relativamente nuevo, y que tienen como misión preocuparse y ocuparse de las necesidades económicas, culturales y sociales de la Región Tarapacá.
Un número importante de ellos tienen más de 20 años de labor, partieron con el ímpetu de trabajar en lo nuevo, este afán de familiaridad que les invadió, a medida que empezaron a pasar los años, los instó a celebrar, entre otras fiestas tradicionales del calendario, su aniversario, partieron con la convicción que una institución que no lo hace, no tiene raíces, no tiene memoria, no tiene historia. Por eso todos los abriles, además de su carga laboral, organizan con verdadero entusiasmo su nuevo cumpleaños, creando imaginando y viviendo un mes distinto, preñado de actividades que los mantiene separados por alianzas, y que finalmente terminan por unirlos en un abrazo fraternal que los anima a seguir laborando en la construcción de su región.
Es cierto que algunos años, por diferentes motivos, han suspendidos esta celebración, recordándola sólo con un abrazo y un apretón de manos. Pero hay gente que persevera en ese rito ceremonial y con el tiempo han logrado que la fecha se instale en la agenda del Gobierno Regional, incluso se realiza un acto Central presidido por el Jefe de la Institución y con la presencia de los Consejeros Regionales. El o la intendente, hace una reseña del GORE, se entregan premios por años de servicios, un funcionario, en nombre de los trabajadores los representa en el pódium, y se logra conseguir algunos números artísticos que le den la formalidad de acto oficial del nuevo aniversario.
Esta historia, a la que ellos se refieren, la han hecho no solo celebrando aniversarios, sino trabajando en un novel servicio que ha tenido un camino no siempre grato en su andar, y con la certeza de que cada día tendrán nuevos desafíos, que deberán superar con la presión de toda la institucionalidad y de la opinión pública, siempre pensando en mejorar la gestión.
Como antiguo y viejo integrante de este grupo de trabajadores de la región, espero que este abril próximo, nuevamente se dividan en alianzas, que se trancen en futbolitos, en números artísticos, en actividades sociales, elijan una reina, que brinden, que bailen. Pero por sobre todo, que su aniversario esté instalado en la agenda de la autoridad regional, que se pueble el “Jorge Iturra Peña”, con todos ellos, que se interpreten los himnos correspondientes, con la presencia de las autoridades regionales, y que la Señora Intendenta reseñe la historia del GORE.
Así, no solo vivirán de recuerdos, sino de la memoria nacida, entre otras cosas, de esta celebración, memoria en la que deben atesorar los cumpleaños vividos en Arica, en La Huayca, los carros alegóricos de navidad, a las Chicas Superpoderosas, y la mítica ceremonia aymara -la pawa- para challar las nuevas dependencias del GORE, fortaleciendo su valor identitario regional, por sus instalaciones artísticas que lo envuelven, y que hoy aparecen mustias, como el edificio mismo.
De esa manera luego podrán volver tranquilos y felices a su trabajo cotidiano, que realizan en la institución destinada a liderar los destinos de la región.
¡Trabajadores del GORE, feliz aniversario!
¡Con chispa y candela, sigan laborando con el profesionalismo que les caracteriza, sigan haciendo historia, construyendo memoria y fundando raíces en el Gobierno Regional de Tarapacá!