Los coletazos del polémico término el programa Sábado Gigante, que estuvo 50 años en la pantalla chilena y 30 en otros 43 países

Cambio 21/ Por Francisco Castillo.- La cadena norteamericana Univisión le puso fecha al sobre azul enviado a Mario Kreutzberger: 19 de septiembre de 2015. Columnista del diario británico The Guardian, trata de anticuado, racista e irrespetuoso con las mujeres al animador chileno.

Para la columnista del británico The Guardian, Aura Bogado, el fin de Sábado Gigante era algo que debía haber ocurrido hace años. Aseguró en su columna publicada el 20 de abril que «Sábado Gigante y su conductor son representantes de algunas de las peores formas de la cultura latina, y ambos deberían haber sido rechazados hace años».

Entre sus argumentos está el uso de las mujeres como «objetos para el deleite suyo (de Don Francisco) y de la audiencia. Así, por décadas hizo popular el concurso Miss Colita, donde las concursantes deben competir por quién tiene el mejor trasero, espacio en el cual el conductor suele hacer referencia inapropiadas sobre las mujeres».

Acoso sexual

Pero no solo eso, apuntó Bogado, ya a las mujeres de la audiencia las agarraba de las manos, muñecas, codos o de la cintura, para hacer comentarios de sus cuerpos. «No sé si alguna vez alguna mujer se ha quejado al aire de la insistencia física de Don Francisco, pero él fue demandado por acoso sexual por una ex modelo del show», agregó.

También citó casos en los que personas enanas, gordas, homosexuales y hasta indígenas, eran víctimas de bromas, aun siendo ellos latinoamericanos.
«Uno de los personajes más recurrentes de Sábado Gigante es la Cuatro Dientes, una referencia al estatus social del personaje donde se asume que la gente pobre no puede acceder a la salud dental».

«Sábado Gigante simboliza una forma anticuada de ver a los latinos y un tipo de comedia que se basa en ridiculizar a la gente por ganar ratings (…) El programa unió a los latinos a través de continentes y generaciones, pero su misoginia (aversión a las mujeres) y racismo se transformaron en su sello mientras quienes veían el programa superaban esa forma de ver el mundo», concluyó.

El conductor, entrevistado por Radio Tele13 rechazó los cargos y sólo reconoció que pudo haberse equivocado alguna vez, pero sin mala intención.

De dulce y de agrás

Como era previsible, aluvión de crónicas derramaron en su sección de espectáculos los medios de habla hispana -en particular en Norte y Centroamérica- dando cuenta del cierre de las emisiones desde Estados Unidos del programa.

En Chile, el impacto fue menor, y eso que el afectado era el creador de la Teletón. Pero Mario Kreutzberger hace tiempo que está fuera de la pantalla nacional, ya que el programa dejó de transmitirse en Canal 13 el 29 de diciembre de 2013, sin contemplaciones, por su caída en sintonía.

La indiferencia contrasta con el impacto producido en la comunidad latina al norte del continente. «No estamos tristes», dijo Don Francisco el sábado 18 de abril, al día siguiente de confirmarse que el programa muere el 19 de septiembre. «Todo lo que hemos hecho ha sido un triunfo», gritó al exultante público que lo vitoreaba en el estudio de Miami, con los ojos llenos de lágrimas.

Los méritos

Es que Sábado Gigante marcó toda una época en la televisión, tanto en América Latina como en Estados Unidos, escribió El Excelsior mexicano. Le cuenta a sus lectores que en Chile nació de manera casi simultánea con la televisión misma y tuvo que esperar 14 años (hasta 1978) para poder ser emitido en color y en 1086 llega a Estados Unidos.

Además de ser animador, Mario Kreutzberger, Don Francisco, ha sido un destacado entrevistador de personajes como el presidente Barack Obama y su esposa, Michele Obama; George Bush, John Kerry y el Dalai Lama.

Recientemente el Papa Francisco, destaca, invitó a Kreutzberger a conducir el IV Congreso de Inclusión Educativa, organizado por el programa Scholas, impulsado por el Sumo Pontífice. Agrega que el chileno continuará con su participación en actividades filantrópicas, especialmente en la Teletón, el evento creado por él en Chile en 1978 con el fin de recaudar fondos para los niños discapacitados y el cual se ha extendido a muchos otros países.

¿Por qué se va?

En una columna de un matutino nacional, la comediante y profesora de actuación y baile Maitén Montenegro -que por casi tres décadas estuvo con Mario en Estados Unidos- sostiene que Chile nunca tuvo claridad de lo que este programa y su animador significaron para los 50 millones de hispano parlantes estadounidenses. «Él fue el nexo para esa comunidad que vive fuera de sus patrias; creo que recién ahora muchos se darán cuenta del verdadero aporte del programa».

El periodista Héctor Olave, que fue productor ejecutivo de SG en Miami, expresa que hasta el día de hoy el animador es la «máxima figura» de la TV en los países latinos.

Periódicos de Estados Unidos (Nuevo Herald, People en español); Paraguay, Argentina, Puerto Rico, Costa Rica, Ecuador, Panamá, CNN y la BBC Mundo entre muchos otros relataron pormenores del programado cierre.

En medio de tanto elogio, surge la interrogante: ¿por qué entonces, el cierre? Por la edad del conductor (74 años a la fecha), considerada fecha límite para colgar el micrófono. Ahí están los casos del creador de los late-show, Ed Sullivan (retirado a los 70) y del conductor de noticias Walter Cronkite (se fue a los 65). Además, se menciona la elevada remuneración de MK -equivalente al de una estrella de la NBA-, según dijeron fuentes calificadas a Cambio21.

SG y la política

En los comienzos de la vida de SG, el animador debió lidiar contra los fenómenos políticos que eran frecuentes esos alborotados años. En su telebiografía «¿Quién soy?» (1987), el talquino hijo de un matrimonio judío-alemán relata que en el gobierno de la Unidad Popular se produjo, igual que en el resto del país, una tremenda división entre los trabajadores y directivos de Canal 13.

«A nadie le interesan los concursos, el humor, la entretención», escribe MK. «El programa parece quedar fuera de foco, porque son otras las urgencia que apremian a la gente. Los auspiciadores se retiran y debimos regresar a los primeros tiempos, cuando regalábamos paquetitos de papas fritas».

Como SG no se pronunciaba ni a favor ni en contra del gobierno de Allende, «la crítica intenta destruirnos», expresa el animador, «señalando que estamos desligados de la realidad; una día una mujer en la calle me grita ‘¡fascista!’, entonces decido irme del país; tenía una oferta de trabajo en Costa Rica».

Pero no alcanzó, pues llegó el golpe de Estado. Y ahí llegó al animador la solicitud de los militares para mostrar en TV la casa del presidente Allende, con la intención de denostarlo. Kreutzberger, que nunca se había manifestado en público en estos temas, logró zafar con un argumento extremo. Le dijo al oficial de Ejército que el mejor comunicador para ese fin sería un militar. «Usted mismo; se ve que tiene las mejores condiciones», le señaló, alabándolo. El hombre le creyó y lo hizo.

Kreutzberger expresa que, como cualquier ciudadano, tiene una posición política frente a la vida,»pero no la utilizo para hacer proselitismo. Yo me encuentro en el nicho de la entretención, que no tiene color político», explica.

Avanzada la dictadura, lo encaran los opositores a ella acusándolo de eludir los conflictos y entregar, a cambio, carnaval y circo. «Es efectivo», reconoce MK, «pero me permito preguntar a los críticos: ¿y si lo no hiciéramos?; el conflicto seguiría igual, sin circo, sin carnaval. La entretención es salud mental, tan necesaria como el deporte, la meditación y el sueño», se justifica.

El editor de la Telebiografía de MK, el escritor y poeta Alfonso Alcalde (1921-1992), le preguntó si pensaba en el retiro. «Ha resultado tan fascinante esta experiencia, que mi íntimo deseo sería no dejar jamás esta actividad. La TV es una droga fabulosa, pero sé que tengo que ceder terreno; estoy seguro de ello».

Ese día llegó.