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Víctor Guerrero Cossio. Dr. en sociología. Académico UNAP El gran tema de América Latina es el desarrollo, y en su mayoría entendiendo esto como... El desarrollo: más que una creencia, menos que una razón

victor guerrero c. ComenVíctor Guerrero Cossio. Dr. en sociología. Académico UNAP

El gran tema de América Latina es el desarrollo, y en su mayoría entendiendo esto como homologar el nivel de vida europeo o estadounidense, que son los referentes del modelo de vida a alcanzar. Hacia allá apuntan todos, y en eso se nos va la vida, como también la esperanza.

Pero la pregunta crucial es que cómo debemos entender el desarrollo desde el punto de vista social. ¿Algo parecido al crecimiento de la naturaleza, evolución de las especies, progreso humano? Algo como eso, pero mucho más.

Y cuidado, que entre esos conceptos aparentemente neutros existe la amenaza conceptual, que tal como crecen las plantas y como se entendía la naturaleza humana (semejanza de Dios o luego una virtud general) su proceso sería sólo un despliegue de potencialidades preexistentes de manera universal.

Entonces hay que verlo en su mayor complejidad, y lo primero que se encuentra es un lugar común ya aburrido, que se trata de algo más que crecimiento y todas las demás acepciones señaladas. ¿pero cuanto, como?

Intuitivamente se asume un cuadro más complejo, más aún con los enormes cambios sociales que hoy nos sorprenden a diario, la mayoría detonados por la frenética marcha de los medios tecnológicos de información.

Esta confusión conceptual y frenesí empírico por alcanzarlo ha provocado una crisis aspiracional de quienes se autodefinen como sujetos excluídos o pobres, aunque a veces los guarismos estadísticos desde los gobiernos indican un galopante camino al desarrollo.

Chile es un caso típico y casi dramático de esto. Las cifras señalan que nuestro país alcanza US$ 18.000 per cápita anuales, siendo desde US$ 20.000 los ingresos en los países desarrollados. Es más, regiones como Tarapacá y Antofagasta superan la cantidad promedio y se elevan a US$ 22.000 y US$ 28.000 respectivamente.

Pero el ciudadano promedio lee esto y no entiende, se pregunta donde están esos tantísimos dólares que la estadística les considera. Posteriormente se les dirá que es un promedio y que la economía creció, pero no para todos.

Otro indicador de la economía social es la distribución del ingreso, medido por el coeficiente de Gini, donde a mayor cercanía a 100 mas pronunciada será la inequidad social entre pobres y ricos. En consecuencia mayor potencial de convulsión social.

En este caso Francia, 27.1; Alemania 31.1; EEUU 46.4; Argentina 44.5; Brasil 54.4 y Chile 52.1, ilustran el cuadro de dispersión actual.

El desarrollo requiere entonces un crecimiento, pero especialmente una mejor distribución de los ingresos, para no estar, sino sentirse realmente mejor. En este sentido constituiría una Idea, es más, quizás sólo una Creencia. Y si es sólo eso, entonces se nubla la razón.

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