A poner foco en prevención llama Iván Vera Pinto, a propósito de incendio en barrio típico

Reconociendo que desde el tiempo que Iquique pertenecía al Perú, “los incendios infortunadamente han formado parte de nuestra cotidianidad, de nuestra cultura y de nuestra historia”, el destacado director teatral y antropólogo. Iván Vera Pinto señaló que es urgente adoptar medidas de protección, para salvaguar el patrimonio de Iquique.

Las declaraciones las formuló luego del siniestro ocurrido en la madrugada del primer día del año, en el inmueble contiguo al Palacio Astoreca y a la Corporación Museo del Salitre, poniéndolos en serio riesgo.

“La ciudad ha sido construida y reconstruida en muchas oportunidades, debido a los terremotos y maremotos de fines del siglo XIX y los incendios que la  han arrasado hasta nuestros días. De alguna forma los fenómenos naturales y los incendios han ayudado a configurar la manera de ser y actuar de los iquiqueños”, señaló.

Explicó Vera-Pinto que año tras año, “innumerables incendios nos han asolado, destruyendo el patrimonio histórico y cultural de la ciudad, dejándolo lastimosamente en la actualidad reducido a una restringida expresión. Por lo demás, los incendios se han constituido en uno de los fantasmas más latentes que han minado las fuerzas de los habitantes de esta tierra, en su lucha por superar la postergación socio-económica que irremediablemente los ha perseguido”.

Por otro lado, señala que  es asombroso que en pleno centro “se autoricen cocinerías y restaurantes que ponen en riesgo el patrimonio histórico de la ciudad. Es cosa de observar como el otrora Palacio Mujica, ubicado en plena calle Manuel Baquedano quedó reducido a cenizas, sin que hasta el día de hoy se vuelva a edificar en su dimensión original. Anoche nuevamente las llamas amenazaron con destruir la misma manzana patrimonial, donde se encuentra ubicado el Palacio Astoreca”.

Y concluye: “No es posible que en el mismo sector proliferen residenciales, alberges, conventillos y casas que arriendan piezas sin tener el mínimo de cuidado en sus instalaciones eléctricas, sanitarias y en el adecuado uso de los inmuebles. Por favor, en lugar de lamentarnos todos los días de los siniestros que devoran nuestro epicentro histórico, ¿por qué no ponemos más atención en la prevención y en la asistencia a los vecinos en este ámbito?”