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En la última década se ha observado un incremento de diabetes tipo 2 en la población infantil y adolescente. Tendencia que va de la... Diabetes, enfermedad cada vez más común entre niños y adolescentes

pedro barreraEn la última década se ha observado un incremento de diabetes tipo 2 en la población infantil y adolescente. Tendencia que va de la mano con el aumento de la obesidad en los menores y jóvenes, pues los kilos de más, son un factor de riesgo para el desarrollo precoz de este tipo de diabetes.

Antes se creía que la diabetes tipo 2 (no insulinodependiente) era una patología que afectaba principalmente a los adultos. Sin embargo, hoy producto de un cambio en el estilo de vida de la población (ha aumentado el consumo calórico total y de grasas y, al mismo tiempo, ha disminuido su actividad física), esta dolencia ha aumentado en niños y adolescentes.

Así lo asegura, la nutricionista de Athletics Chile, Ximena Rodríguez Palleres, quien ha observado en su consulta un aumento de casos con diabetes. “En los últimos 10 años se ha registrado en distintos países un incremento en la incidencia de diabetes tipo 2 en la población infantil y adolescente, aumentando la proporción de ésta desde 4 a 16% entre 1982 y 1994, hasta 46% recientemente. Esta tendencia va en paralelo al incremento en la prevalencia de obesidad infantil una década antes, la cual ha surgido como un factor de riesgo para el desarrollo precoz de la diabetes tipo 2”, explica la experta en nutrición.

Enfermedad Transversal

A raíz de la sorprendente revelación del actor ganador de dos premios Oscar, Tom Hanks, quién contó en un programa norteamericano que padece diabetes, resurge el interés por conocer más sobre esta enfermedad, sus causas, métodos de prevención, entre otros.

La diabetes es una enfermedad crónica, que se produce cuando hay un exceso de azúcar en la sangre, ya que nuestro organismo no logra procesarla adecuadamente. La insulina es la hormona producida por el páncreas que tiene -entre varias funciones- permitir que la glucosa (azúcar indispensable para la vida) sea aprovechada como energía por nuestro cuerpo; pero hay ocasiones en que la insulina tiene una acción deficiente, y por esto, se produce la diabetes.

Existe la diabetes tipo 1 (insulinodependientes), son aquéllas personas que no producen insulina y requieren de ésta para sobrevivir, afecta sobre todo a niños y adolescentes. Cerca del 3% del total de diabéticos tiene este tipo de patología. También está la diabetes gestacional, que se diagnostica en el embarazo y en la mayoría de los casos desaparece con el parto. Y la más frecuente es la conocida como diabetes tipo 2, que la padece alrededor de un 90% del total de diabéticos. Estos pacientes producen insulina pero no pueden emplearla de modo eficaz.

Es esta dolencia la que afectó al actor que hoy protagoniza “Capitán Phillips”, Tom Hanks. Según los médicos tratantes del artista, son las constantes fluctuaciones de peso -debido a los requerimientos de sus diversos personajes- las que han favorecido al desarrollo de esta patología. El doctor Pedro Barreda, asesor médico de Herbalife, coincide con el diagnóstico de los especialistas de Hanks. En Chile cerca de 1 millón de personas padece diabetes. En el mundo son cerca de 300 millones. Cifra que, a juicio del especialista, seguirá aumentando debido a factores como la obesidad, asociada a hábitos de vida poco saludables. Según datos de la OMS, las altas cifras de diabéticos en el mundo, podrían incrementarse dramáticamente en 2024, llegando a los 440 millones de personas.

Alberto Rivera, experto en química y farmacia, explica que los cambios bruscos de peso, como en el caso de Hanks, más que producir la patología, están involucrados en la complicación de ésta, ya existente; porque no da lugar a que se produzca el debido reajuste metabólico. El especialista explica que una disminución brusca de peso, hace que, en muy corto plazo, se agote no sólo el glucógeno del hígado, sino que también el glucógeno muscular, vital como fuente de energía para este tejido, haciendo que éste se degenere, y, de hecho, también podría afectar la musculatura cardíaca.

Obesidad, alto riesgo

Los especialistas coinciden en que los principales factores de riesgo de esta enfermedad son: antecedentes familiares; inactividad física; desorden dietético, definido como un alto consumo de comidas ricas en grasas y azúcares; antecedente de diabetes gestacional, peso mayor a 4,5 kg. al nacer; hipertensión, antecedentes de muerte súbita en familiares directos, entre otros.

La nutricionista Ximena Rodríguez asegura que la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes tipo 2 tanto en jóvenes como en adultos. Es por ello que el control de peso en aquellos niños y adolescentes se hace inmensamente necesario. Las recomendaciones para controlar el peso en la población infantil es realizar algún tipo de actividad física, que puede ser desde ir caminando o en bicicleta al colegio hasta participar en los talleres del mismo. Otra de las recomendaciones es educar al niño y adolescente sobre una alimentación saludable, ya que en esta edad no se recomiendan restricciones de calorías pues aún están en un proceso de crecimiento y desarrollo.

El doctor Barreda refuerza el llamado a la prevención, especialmente en los padres de los niños pequeños, pues están muy a tiempo de modificar sus hábitos poco saludables. Si hace algún tiempo la diabetes tipo 2 era un mal común de los adultos, hoy existe cerca de 1/3 de adolescentes con este padecimiento. Y, lamentablemente por lo general, el diagnóstico se hace cuando la persona ya lleva 10 a 12 años de daño en las arterias. A mayor obesidad a edades más precoces, mayor incremento de diabetes tipo 2 en adolescentes y niños.

Esta es una enfermedad silenciosa, se estima que la mitad de los diabéticos que existen, no lo saben. Las consecuencias suelen ser muy dañinas. Efectos como disminución de la visión, daño renal, dolores y atrofias musculares, daño a las arterias de las piernas, son sólo algunas de las consecuencias de este padecimiento. Y si bien aún no tiene cura, si existen tratamientos que permiten una convivencia más armónica con la enfermedad.

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