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James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz sostienen que Errázuriz “encubrió los atrocidades de Karadima hasta que se hicieron públicas” por lo... Víctimas de Karadima envían petición para impedir que Errázuriz participe en el cónclave

errazuriz-conclave-300x180James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz sostienen que Errázuriz “encubrió los atrocidades de Karadima hasta que se hicieron públicas” por lo que subrayaron que “no tiene calidad moral para asistir” al cónclave para elegir al nuevo Papa. La petición ya lleva más de dos mil firmas.

Tres de la víctimas de los abusos de párroco de la Iglesia del Bosque, Fernando Karadima, ha hecho circular a través de email una petición con la buscan impedir que el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, participe en el cónclave  que a partir del próximo martes 12 de marzo elegirá al sucesor del renunciado Benedicto XVI. 

James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz apuntan que Errázuriz “encubrió los atrocidades de Karadima hasta que se hicieron públicas. En 2003 el cardenal Errázuriz recibió denuncias sobre los abusos de Karadima y, tras dos años sin pesquisar más antecedentes, decidió cerrar la investigación“.

“En los próximos días se llevará a cabo el cónclave en el cual se elegirá al líder de la Iglesia Católica en el mundo. En esta reunión participarán los cardenales correspondientes a cada país, entre ellos Errázuriz.¿Permitirías que represente a la Iglesia chilena un encubridor de pederastas? Errázuriz no tiene calidad moral para asistir”, subrayaron.

A juicio de los denunciantes “si permitimos que haya personas entre aquellos que eligen al nuevo pontífice, que sean cómplice de abusos sexuales, estaremos creando estructuralmente una Iglesia que es abusadora”.

Asimismo recuerdan que el Cardenal británico Keith O’Brien, también involucrado en un caso similar, “renunció a su cargo por “conductas inapropiadas”, y no irá al cónclave. Este es un ejemplo de cómo la presión pública puede tener grandes repercusiones”.

La petición culmina con la afirmación de que “la Iglesia tiene una oportunidad de demostrar que ha cambiado su política, es hora de que moralmente dé señales claras. Los cardenales que ocultaron estos crímenes contra la infancia no deben ser quienes decidan acerca de su nuevo líder“.

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