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 En la Catedral de Iquique, Monseñor Pablo Lizama Riquelme, presidió la eucaristía denominada Misa Crismal, en el marco de la Semana Mayor del calendario... Sacerdotes renovaron sus promesas en Misa Crismal de Semana Santa

 MISA CRISMALEn la Catedral de Iquique, Monseñor Pablo Lizama Riquelme, presidió la eucaristía denominada Misa Crismal, en el marco de la Semana Mayor del calendario litúrgico de la Iglesia. “Nos volvemos a reunir como Iglesia diocesana para celebrar juntos esta eucaristía en que los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales y consagramos el Santo Crisma”, manifestó.

El Arzobispo de Antofagasta, explicó sobre la renovación de las promesas sacerdotales, que “nos hace bien renovar en conjunto las promesas para animarnos unos a otros, nos hace bien comprometernos ante el Señor, y así evitar que el trabajo diario del día a día de ser Sacerdote se trivialice sólo en la mecánica, como celebrar misas, dar la Comunión, dictar clases de Catequesis, etc. Y no olvidarnos que es nuestra vida la que está consagrada al Señor”.

La Misa Crismal es una celebración anual, dentro de Semana Santa, que expresa la comunión de la Iglesia, y su unidad en torno al Pastor diocesano y su clero, por la renovación de las promesas sacerdotales, la bendición de los óleos y la consagración del Santo Crisma, se manifiesta la identidad sagrada de la Iglesia y su servicio en la salvación de los hombres.

 HOMILÍA

Monseñor Lizama, enfatizó que “junto con pedir perdón, queremos dar gracias al Señor. Sabemos que hay muchas otras personas que conocemos en nuestras familias, comunidades parroquiales, colegios y queremos darles gracias por ser sacerdotes. Lo hacemos con un amor inmenso al Señor, con una gratitud enorme, porque nos ha dado el sacerdocio, por celebrar las misas, dar el bautismo, la comunión, perdonar los pescados, bendecir a los que parten de este mundo, en fin, es una gratitud enorme al Señor.

“Dar gracias a Dios y en una oración con toda la familia cristiana, la Iglesia Catedral, con todas las fuerzas que el Señor nos da, seguir sirviendo al pueblo de Dios. Queremos recalcar los pasos que tenemos que dar en que recordamos la renovación de las promesas sacerdotales, la bendición de los óleos y la oración del pueblo de Dios para que seamos fieles a la vocación que se nos ha dado”, concluyó.

ÓLEOS Y SANTO CRISMA

El Administrador Apostólico de Iquique, bendijo y consagró los óleos: aceites destinados para nuestra santificación, signo visible por el cual se derrame la misericordia de Dios en algunos de los sacramentos, memoria de consagración. Consuelo y salud para los enfermos.

El equipo de la Pastoral Andina presentó el óleo para los catecúmenos, usado por la Iglesia para ungir a quienes se preparan para recibir los sacramentos del Bautismo y la Confirmación.

En los ritos finales, Monseñor Lizama, entregó los óleos a dos representantes designados por cada comunidad perteneciente a la Diócesis de Iquique. La misa concluyó con la canción “La Reina del Tamarugal”.

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