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Una experiencia extraordinaria constituyó para los estudiantes de Iquique y Alto Hospicio, que participaron en los Talleres de Literatura desarrollados por el escritor nortino,... Hernán Rivera Letelier: «Las injusticias sociales no han terminado»

Una experiencia extraordinaria constituyó para los estudiantes de Iquique y Alto Hospicio, que participaron en los Talleres de Literatura desarrollados por el escritor nortino, que escribe las vivencias de la pampa, Hernán Rivera Letelier. También abordó temas referidos a la situación de injusticia social, una constante en la vida del trabajador minero, pero no por ello, se va a olvidar la vida en la pampa,  que por algo, tanto añoran los pampinos.

Durante el encuentro con los estudiantes y con la sencillez que lo caracteriza, Hernán Rivera desarrolló sus relatos , en un estilo ameno y en un lenguaje coloquial, dando paso a las preguntas y el diálogo directo con los niños, jóvenes y los adultos que también se sumaron a estas actividades.

“No hay que temerle al uso del garabato”, les indicó el escritor, pero, aclarando que éste debe ser coherente con el relato, y no utilizado como un recurso fácil. Recordó, en ese sentido, su primera novela, La Reina Isabel Cantaba Rancheras, que relata las vivencias en un prostíbulo pampino. “Obviamente la puta va a decir, ¡chucha, donde está mi peine!, por ejemplo. Entonces, lo que se escribe, da cuenta de la realidad”.

Ante consulta de algunos adultos, ya desanimados porque no pasan a ser escritores consagrados, recordó que él mismo, estuvo 23 años escribiendo sin que sus escritos alcanzaran notoriedad. “Nadie me conocía, pero nunca dejé de escribir, porque no podía concebir mi vida sin escribir”.

A su juicio, el escritor debe escribir, por el gusto de escribir y no pensando en ganar un concurso o recibir un premio. Lo que no quiere decir, que no se aplique en el tema y que aprenda la técnica de la escritura –de la novela, el cuento o la poesía-. Y para ello, hay que estudiar la metodología de los autores. “No se trata de copiar, porque ellos aprendieron antes, de otros autores”, expresó.

“La injusticia continúa”

Durante su estadía en Iquique, Hernán Rivera Letelier también abordó temas de la actualidad. Inclusive, señaló que las injusticias que envolvieron la vida de los trabajadores del salitre, se mantienen hoy, en la modernidad, pero que éstas se expresan de otra manera. Pero, injusticia social al fin y al cabo.

-Tu literatura está marcada por las vivencias en la pampa. ¿Cuál es el plus, que pones en ello?
-El hecho que me hayan invitado a esta Semana del Salitre es un honor, un privilegio. Mi obra es eso… lo que pretendo es repoblar esa pampa abandonada, repoblar esas oficinas que están muertas. Y de alguna manera lo estoy haciendo en mi obra, porque estoy resucitando a los pampinos que murieron –desde la ficción- para que los jóvenes conozcan la pampa y no la olviden. Antes que llegaran mis libros, ya nadie se acordaba de la pampa. Después de mis libros, todo el mundo empezó a hablar de la pampa y eso me satisface mucho.

-Aunque sea de perogrullo la pregunta, pero ¿por qué la pampa no debe olvidarse?
-Porque la historia de la pampa dentro de la historia de Chile es importantísima. No hay que olvidar que durante muchos años, el salitre fue el sueldo de Chile. Fue como el cobre lo es ahora. Por eso, esa historia, llena de injusticias sociales, laborales, morales… en contra del obrero, no debe olvidarse. Recuerda que en la pampa nace el movimiento obrero que no es una cosa menor. Entonces toda esa historia no hay que olvidarla.

-Y si extrapolas esas luchas sociales de antaño, con lo que ocurre hoy con la industria minera, ¿qué dices?, ¿cómo lo sintetizas?
-Bueno, antes nos pagaban con fichas; y ahora ¡vuelven a pagar con fichas! Llas tarjetas de crédito, los plásticos, son las fichas actuales. Antes nos ametrallaban, ahora no, pero la injusticia es la misma, la explotación es la misma. Las personas que van a trabajar a las minas… 4 días, 15 días o 20 días en el cerro, sin ver a sus familias, es un sacrificio muy grande. Las familias se están desarmando por culpa de los turnos. Qué se sacas  con ir al cerro a ganar plata, si va a perder a tu hijo, si vas a perder a tu mujer…. La familia se está desintegrando.

-¿Cómo defines tu aporte, en estos temas de tanto interés?
-No hago ningún aporte. Yo solamente escribo. Y si la obra hace algún aporte, ¡bien!

-Entonces, ¿algún mensaje a los pampinos?
-Yo no mando mensajes – si quisiera hacerlo, voy al correo-, dice jocoso. El pampnio sabe que la pampa es lo mejor que ha tenido en su vida. Si le preguntamos a cualquier pampino, si volvería a la pampa, «de mil amores», diría…

-¿Pese a las injusticias de las que hablabas?
-Pese a todo, porque la vida que hicimos en el campamento es la que nos salvaba. Una vida llena de solidaridad, de amistad, de sociabilidad, de camaradería. Por eso es bueno juntarse, no desperdigarse. Creo que es bueno eso. A la ciudad que voy en Chile, encuentro a los “Hijos de…”  A los Hijos de Alianza, a los Hijos de pedro de Valdivia….. en fin, de las distintas oficinas. Es que los pampinos se juntan siempre, en todas partes.

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