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Juan Pablo Ortuño, Consejero Regional Tarapacá. Desde hace algunos años las empresas mineras, dentro de su política de responsabilidad social empresarial y de relaciones... Sustentabilidad minera: ¿de qué estamos hablando?

Juan Pablo Ortuño, Consejero Regional Tarapacá.
Desde hace algunos años las empresas mineras, dentro de su política de responsabilidad social empresarial y de relaciones con la comunidad, acostumbran exponer informes de sustentabilidad donde habitualmente su imagen queda muy bien posicionada.

Dado que estas empresas (incluidas las grandes mineras extranjeras que operan en Tarapacá) han adherido al paradigma del “desarrollo sustentable”, se hace necesario partir esta reflexión desde dicha definición originaria. El Informe Brundtland de la Comisión Mundial del Ambiente y Desarrollo (Naciones Unidas, 1987) define desarrollo sustentable como aquel que “logra satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para lograr sus propias necesidades”.

La industria minera mundial ha tomado cartas en el asunto y creado instituciones destinadas a definir y poner en práctica lo que han llamado “minería sustentable”. Sin embargo, no resulta fácil explicar ¿cómo la minería podría ser sustentable si trabaja con recursos no renovables ?. Salvo que entendamos que esta importante actividad es un medio y no un fin: un medio para alcanzar el desarrollo de largo plazo del territorio donde la minería interviene.

Si así fuese,¡¡ bienvenida la minería sustentable en Tarapacá !!

Porque la minería sustentable implica entender la comunidad regional no como un simple vecino sino como “stakeholder” preferencial, es decir, como grupo de interés con el cual es necesario construir una asociación (partnership).

Una sociedad público-privada que debe ser de carácter estratégico ya que los proyectos mineros son de largo plazo y de grandes impactos ambientales y territoriales. Mal que mal se trata de extraer una valiosa riqueza regional mediante grandes inversiones de capital, recursos humanos y tecnología impactando sobre el medio ambiente al demandar un recurso tan escaso como el agua y la energía, además del espacio físico. Y estar conscientes de que cada gramo constituye una descapitalización en el caso de que la minería no ayude a generar una plataforma de futuro para la región.

Por eso si bien es valorable presentar anualmente un Informe de aquello que una empresa minera considera bueno para Tarapacá, es francamente insuficiente sino va acompañado y respaldado de un proceso de diálogo – y no monólogo – de carácter estratégico colectivo, de toda la industria minera que opera en nuestra región, con el sector gubernamental, municipal, representantes de empresas regionales vinculadas y  representantes de la ciudadanía, incluido los grupos defensores del medio ambiente.

Los tiempos actuales de insatisfacción y movilización nacional y regional contra el modelo económico basado en monopolios aconsejan emprender este camino. Con ello no sólo se evitan conflictos innecesarios sino sobre todo se aprovechan las oportunidades para que la minería se transforme en un importante instrumento en la construcción del futuro regional y, por consiguiente, adquiera el real estatuto de minería sustentable. De esta forma, los ciudadanos de esta región podremos decir pronto con orgullo que: ¡ Tarapacá es una región minera!

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