Celebración del Día del Artista Local

Soledad Minio, Gestora Cultural.- 

El Artista Local es representativo de su comunidad y pertenece a ese territorio determinado, participa de los actos culturales de la vida diaria de las personas; como las peñas folclóricas, en las juntas de vecinos, en las escuelas, en fiestas locales, entre tantos otros eventos locales. Así lo expresa la ley 21181, la que fue publicada en octubre del año 2019 para visibilizar y valorar el trabajo de quienes, en forma tan anónima, llegan con su arte a pequeñas comunidades.

El día del artista local se celebra el segundo sábado de octubre, como es una ley joven, aún no tiene la fuerza que tienen otras, mas esta tiene su historia que nació en el año 2007, cuando Rigoberto Meriño bibliotecario de la Escuela El Trapiche de San Fernando ( Región de O´Higgins)  además de poeta, le da a conocer la idea que desde hacía años, tenía en mente.

No era otra cosa que la de valorar al artista local en toda su dimensión y en todas las áreas, a la entonces diputada, Alejandra Sepúlveda, porque Gabriela Mistral y Pablo Neruda nuestros nóveles, dieron sus primeros pasos como artistas locales, a su vez la mencionada Diputada logró unir a este proyecto otros parlamentarios y finalmente después de doce años la ley tuvo su promulgación.

Por qué el legislador y nosotros también consideramos que el artista local es importante de apoyar, porque si no lo hacemos los talentos se pierden y somos nosotros que estamos en la otra vereda, los que quedamos sin disfrutar de lo que ellos entregan, el monumento al roto chileno, que está en la plaza Yungay de Santiago, que tanto valoramos fue esculpido por Virginio Arias, que con mucho esfuerzo se abrió paso desde su natal Ranquil en la región de Ñuble y se convirtió en uno de los grandes.

O también recordemos al pintor Claudio Bravo que desde Valparaíso fue de a poco dando a conocer su arte, hasta llegar a ser reconocido en casi todos los continentes.

En todos los ámbitos artísticos hay muchos ejemplos de artistas que tímidamente comenzaron en el lugar que habitaban, para con el tiempo y con grandes esfuerzos y sacrificios llegar a consagrarse, es por ello que los legisladores estimaron que tienen que tener una valoración, comenzando con dedicar un día a la celebración de ellos.

Es un paso importante, más aún hay mucho por hacer y así como desde una Escuela de San Fernando en una conversación informal entre  Rigoberto Meriño, bibliotecario del colegio, y la entonces diputada Sepúlveda, comienza a germinar esta ley,  quizás en otro punto del país aparezcan otros soñadores que la complementen, lo que permitirá que en Chile las artes y los artistas tengan en forma permanente el valor que se merecen.