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Anyelina Rojas  V.- El Teatro Universitario Expresión,  del que es su creador y  director, ha sido la segunda casa del destacados dramaturgo, director teatral... En Aniversario 46 del Teatro Expresión, su director Iván Vera-Pinto, anuncia que dejará el cargo, a fines de 2026 y emprenderá nuevos proyectos y desafíos

Anyelina Rojas  V.- El Teatro Universitario Expresión,  del que es su creador y  director, ha sido la segunda casa del destacados dramaturgo, director teatral y escritor, Iván Vera-Pinto Soto, quien en la ceremonia del 46 aniversario de la compañía, realizada recientemente en la UNAP, anunció que el 2026, será el último año que estará a la testera de la agrupación teatral y que, asumirá nuevos desafíos, tras cumplir este ciclo casi cincuentenario.

Iván Vera-Pinto Soto, es iquiqueño, originario del Barrio El Morro. Realizó sus estudios básicos en la que fuera la emblemática Escuela No 3, que se ubica donde hoy está la Seremi de Educación.

Iván Escuela 3 frente al Salón Veteranos 79. Está de pie el séptimo de izquierda a derecha. Año 1959. Foto del archivo personal de Iván Vera-Pinto S.

La enseñanza media la realizó en el emblemático Liceo de Hombres de Iquique, hoy Liceo Bicentenario  Bernardo O´Higgins.

Teniendo raíces peruanas por parte de su abuelo, estudió durante 6 años la carrera de antropología en Ayacucho, Perú, entre 1973 y 1979. Decide volver a Iquique con muchos temores por la situación política de Chile, que, obviamente, también afectaban a Iquique, su ciudad natal.

En su libro, sobre la historia del teatro de la UNAP, el mismo Iván Vera-Pinto rememora sus años en Perú y su conexión más directa con el teatro:

“Allí, en la sierra me sumergí, definitivamente, en el mundo teatral, absorbiendo conocimientos, creando y recreando obras que en muchas ocasiones despertaron la reacción favorable del público y, en otras, porque no decirlo, tuve más de alguna respuesta irascible de la autoridad, lo que me provocó una combinación extraña de agrado y dolor de cabeza”.

Sin embargo, dice que su  amor por el teatro “siempre ha sido una relación muy complicada”.

De regreso a su tierra….

“(…) me sorprendí al observar algunos cambios y facetas que desconocía hasta ese minuto. A saber: un ambiente de absoluta desconfianza; una represión permanente contra los opositores al régimen; una Zona Franca que constituía el orgullo del desarrollo económico regional y que era utilizada como una suerte de bálsamo para remediar el sufrimiento de las víctimas de Pisagua; mucha gente ilusionada en que el Club Deportes Iquique fuese campeón de la Segunda División de Fútbol; una prensa dedicada a comentar profusamente la consolidación del poder de Augusto Pinochet por sobre los demás miembros de la Junta Militar; y la ciudadanía enfrascada en el nuevo modelo económico neoliberal”.

Así, dentro de lo que califica como:

“un clima extraño y hostil, me preocupaba conseguir una fuente laboral. De partida, nada me resultó fácil, pues, obviamente, las condiciones políticas de aquel entonces no eran las mejores para desenvolverme en el campo de las Ciencias Sociales. Tampoco se me cruzó por la mente gestar algún proyecto artístico en ese contexto, aunque reconozco como teatrista empedernido las condiciones objetivas nunca habían sido impedimentos para consumar mi pasión”.

En aquella época se preguntaba:”¿Qué teatro puedo hacer en un ambiente donde campea la censura y la persecución despiadada contra todo pensamiento divergente al imperante?”.

Relata en su libro que de vez en cuando conversaba con antiguos compañeros de teatro.

«(…) fundamentalmente con aquellos que habían sido mis maestros originales: Jaime Torres y Cecilia Millar.  También con los profesores Manuel Castro, Adriana Peirano y Angelina Chiang, que a inicio de la década del 70 “ habían influido en mi afición por el arte escénico, por cierto, en el Liceo de Hombres Bernardo O´Higgins. Tenía la impresión de que esas pláticas me hacían bien, por tanto, me permitían traer a la memoria anécdotas y peripecias de aquel teatro de compromiso social que plasmamos en tiempos de democracia”.

Más tarde, alertado por su hermano Harold, se entera que había una vacante en la que fuera la sede Iquique de la entonces Universidad de Chile. Se entrevistó con el rector de la época, Faud Aserella, que le informó que estaba conformando un equipo de extensión, y que mientras aquello ocurría podrían contratarlo como Asistente de Producción Artística, en el Palacio Astoreca. Y luego se integró al equipo de Extensión, dirigido entonces, por Marta Marcich Moller.

En esa dinámica, es que propone la creación del Teatro Universitario Expresión, porque permitiría conectar a la comunidad universitaria, pero también a la comunidad local.

Para fundar la Compañía recurrió a los estudiantes de la UNAP y algunos teatristas iquiqueños.  Y así empieza a despegar su carrera como docente, dramaturgo, escritor, director teatral, transformándose en un referente de la escena teatral local, con impacto a nivel nacional y también en el mundo.  Pasaron  46 años e Iván Vera-Pinto convoca a celebrar este aniversario, con el respaldo de la UNAP, donde anuncia con un año de anticipación, su retiro.

LO QUE VIENE

Aunque en la ceremonia de aniversario,  Vera-Pinto, sólo señaló que  desde el 2027 (porque el próximo será su último año) tomará nuevos rumbos, acogiéndose a retiro en la UNAP y, por lo tanto, dejando  también la dirección de Teatro Expresión. Le consultamos qué nos podría adelantar de esos planes.

Confirma primero que el años 2026, ad portas, continuará en la UNAP impartiendo clases a estudiantes de pregrado; también publicará un libro sobre la historia de la agrupación teatral a través de las imágenes de todas sus obras, proyecto que realiza en  conjunto con Francisco Sibulka, destacado fotógrafo iquiqueño. Y finalmente llevará a escena un par de montajes relacionados con el Teatro de la Memoria, vinculados a nuestra región y a problemáticas sociales actuales.

Anuncia el dramaturgo:

 “Estas obras marcarán mi última temporada en los escenarios”, afirma el dramaturgo. En el 2027, ya jubilado, me dedicaré a la investigación teatral sobre la realidad del norte chileno, en colaboración con diversos organismos internacionales”.

Entre sus metas, dice que también se  propone materializar un anhelo largamente acariciado por él.  Se trata de la creación de un Centro Antropológico Teatral:

“(…) concebido como un espacio para explorar la vasta cantera de historias, memorias y expresiones culturales de nuestro territorio. Su propósito será revalorar y resignificará los hechos y personajes que han marcado hitos en nuestro devenir colectivo”.

Esto le permitirá “dar voz a las experiencias que configuran nuestra identidad regional y abrir nuevas posibilidades de diálogo entre arte, historia y comunidad”, concluye el dramaturgo y escritor iquiqueño, que desde niño, sin presagiar su futuro, jugaba en la Sala Veteranos del ´79, donde funciona el teatro Universitario Expresión.

TRAYECTORIA

Para conocer la trayectoria del dramaturgo iquiqueño, en el Teatro Universitario Expresión, compartimos un dossier artístico, donde evidencia sus 50 años en el teatro, que parte en Ayacucho, Perú, donde fundó  en 1974, el Teatro Universitario QAWARI, hay hoy, que destaca como creador de la Mancomuna Teatral Iberoamericana.

En su trayectoria, un hito que marcó, fue la creación y Dirección de la Academia de Teatro del Adulto Mayor, en el 2011, cuando se instalaba en la agenda, la importancia de incorporar en todas las dimensiones de la vida, a las personas mayores.

También desarrolla su otra pasión, que es la escritura, teniendo a su haber varios libros, algunos de los cuales fueron teatralizados.  Entre las obras de su autoría destacan : Coruña, la ira de los vientos(2007); La pasión del sastre (2009); Historia Social del Teatro en Iquique y la Pampa: 1900-2015 (2016); Luis Emilio Recabarren: teatro y desdicha obrera (2018), Las voces de los callados (2019) y La desterrada de Huantajaya.

Sin duda, su gran aporte lo ha desarrollado también, desde el Teatro de la Memoria, donde el dramaturgo, como señala el dossier,  «convierte la escena en un espacio de resistencia cultural, donde investigación e historia se entrelazan para dar voz a lo silenciado y rescatar la identidad regional. Sus obras invitan a reflexionar sobre justicia, dignidad y el derecho a recordar».

Dossier artístico

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