Pilar Balaguer, sorista fanática, no cumplió su sueño de volver para quedar por siempre en la ciudad que eligió como propia. Iquique en deuda por la Pili
Actualidad 24 junio, 2025 Edición Cero 0

Anyelina Rojas V.- María del Pilar Balaguer Jara, realizó parte importante de su vida en Iquique, ciudad que la tomó como propia y a la que añoró volver para quedar por siempre acá; quizás, ahora ya fallecida, pueda lograrlo, ya que sus hijos Rocío y Rodrigo, intentarán traerla de vuelta. En vida, no tener el dinero para comprar un pasaje en avión, se lo impidió; luego, aunque hubiese logrado reunirlo, su condición física y de salud, se lo impediría.
Sorista fanática a extremo, había dicho tantas veces “moriré sorista”; y así fue. Por eso, aún respirando con dificultad y habiendo iniciado su proceso de partida de este mundo, tuvo una regalo, maravilloso para ella”. Y fue una llamada telefónica que recibió en sus últimos días de lucidez del Senador Jorge Soria y su esposa María Inés Macchiavello.
Su calidad de luchadora social incansable, su compromiso inclaudicable por derribar las injusticias y contribuir a construir un mundo mejor, su espíritu solidario, si voluntad inclaudicable para enfrentar la adversidad, su historia de consecuencia social… en fin, tantas virtudes y defectos que la hacían única, la hizo enfrentar su último desafío en Iquique: ser candidata a concejala… y sin recursos económicos. Creyó que lo lograría, para la política tiene sus propias reglas invisibles.
Contrario a lo que quería, ser candidata por el sorismo, recibió la generosa oferta de ir en las filas del Partido Radical como independiente. Fue clave en esto, su amigo Marco Calcagno, entonces militante de esa colectividad y de Sergio Aserella, presidente del PR Iquique. Como sabemos, no lo logró.
Aún tras la derrota, quería seguir en Iquique. Sin embargo, la falta de una fuente laboral y por entonces, el lento deterioro de su salud, fueron los obstáculos. En Putú, ciudad pequeña, cerca de Constitución, ciudad de Maule, tenía una casa hermosa, de noble madera, a la que llamaba su “Comarca”. Al menos allá no debía pagar arriendo y la vida en la pequeña localidad, le generaba un costo menor.
Su comarca era un gran regalo que le dejó su esposo Rogelio, destacado piloto civil que murió en un accidente aéreo en el 2012.
Pilar nació en la ciudad de Los Ángeles, el 12 de septiembre de 1952. Tenía 72 años. De niña fue una mujer irreverente, con ideas propias; de adolescente, fue rebelde de la vida, por las injusticias y las inequidades que constataba día a día. Por ello abrazó las ideas de izquierda, admiró al Presidente Allende y fue acérrima detractora de la dictadura de Pinochet y gran defensora de los derechos humanos. De esa etapa de su vida, hay más historias que ella nunca hizo públicas. Esas convicciones que abrazó de joven, hicieron de Pilar una gran luchadora social, con ideales profundos que en Iquique, la llevaron a convertirse sorista, casi como una ideología para ella que llevó hasta el fin de sus días. Hizo un simbiosis única entre su tendencia de izquierda que mantuvo también hasta el fin de sus días, y el sorismo que le dio la luz e inicialmente los espacios para desarrollar su vocación.
Si bien no era periodista, -Pilar intentó con otros estudios humanistas- se transformó al rigor de la vida, como los periodistas de la vieja guardia- en una gran comunicadora. Sin horarios, sin obstáculo; con mucho compromiso para ir lejos y más allá. Superó su ámbito comunicacional y se involucró en muchas campañas solidarias de manera activa. En la pandemia, junto a su hijo Rodrigo el “Lete” armaron una olla común, para llevar alimentos a los más lo necesitaban.
ANCLAJE ETERNO EN IQUIQUE
Pilar vivía con su familia en el sur de Chile, pero a su esposo lo trasladaron al norte, específicamente a Arica, por ahí por los inicio de los 80. Luego se vino a Iquique dando ya un impulso sinigual a su carrera como comunicadora. Trabajó en varias radios locales, sellando con su estilo y su hermosa y comunicativa voz, que aún resuena.
Fue reportera en el Diario El Nortino, por los 90, con el retorno a la democracia. Ahí aprecié directamente su estilo y su pluma; antes sólo la escuchaba por radios, con esa voz tan particular. Sin embargo, su mayor carrera profesional, la realizó en el canal de televisión municipal, hoy RTC, dependiente de la CORMUDESI. Su largo paso por RTC, sin dudas, dejó huellas y un estilo de abordar las noticias. Siempre junto a las personas, en el territorio y traspasando lo básicamente informativo. Siempre, Pilar, iba por más, para armar sus notas.
Hay que decirlo, hace un par de años, fue ella quien renunció a su trabajo Municipal, por una serie de razones que la hacían sentir incómoda. Pero siempre, sorista. Por eso, rápidamente quiso volver, lo que finalmente hizo. Ya estaba enferma, había superado un grave problema pulmonar, pero su salud ya estaba resentida. Pasó algunas vicisitudes; no logró reinsertarse laboralmente. Sin embargo, asumió el desafío electoral, que, al no lograrlo y ya, con una salud que empezaba a deteriorarse, decidió volver a Putú.
Tuvo don grades sueños. Volver a Iquique para quedarse eternamente en esta ciudad, y reencontrarse con su tercer hijo, al que por años no vio, por razones familiares que sólo su familia conoce. Durante años por redes sociales expresaba este último deseo, en vano. En el último tiempo lo asumió y formando familia con Rocío y Rodrigo, que estuvieron con ella hasta el fin de sus días.
Rocío viajó una días antes para volver de inmediato. Sin embargo, Pilar fallece. Hoy su hija, hará lo que se pueda para traerla de vuelta a su Iquique amado.
Más antecedentes, entregaremos cuando la familia tenga claridad. Por lo pronto, es velada desde la noche de este lunes, en Putú.
CONDOLENCIAS DEL COLEGIO DE PERIODISTAS IQUIQUE
Deja una respuesta