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Bernardo Guerrero Jiménez, Sociólogo.-  Nunca las cosas nos han ido fácil. Percibidos como extraños por no decir indios, desde el centralismo blanco y republicano... Iquique es puerto: Crónica urgente de un triunfo a la iquiqueña

Bernardo Guerrero Jiménez, Sociólogo.- 

Nunca las cosas nos han ido fácil. Percibidos como extraños por no decir indios, desde el centralismo blanco y republicano que definen quienes son los chilenos de verdad, los iquiqueños hemos estado expuestos al escrutinio de quienes aún no nos logran entender.

¡Falta que nos hace!

La Virgen del Carmen y el Lolo nos protegen porque son de casa: la madre y el compadre. En Iquique nos jugamos la vida a diario. Baste en pensar en el 21 de diciembre y sus muertos, en la Coruña y sus masacrados, en Pisagua desde aquella fosa común que sus habitantes nos hacían oír sus voces.

El Tani y Godoy que con sus puños derribaron a esos púgiles que no sabían pronunciar y menos deletrear las siete letras de este puerto que se hizo de madera y de la buena. Los hermanos Robledos, más aliancinos que chilenos, celebran. El Mono Sola hubiera atajado más penales que el gran Castillo.

El chanchito Ramos y Puch, liberado del padel, nos reencontraron con esos delanteros hechos en el desierto como la Chancha Áviles o como el gran Fidel, Hijo Ilustre de Iquique.

Y ganamos un clásico. Vencimos a los decanos, a los caturros, a lo que son patrimonio de la humanidad, a los que habitan heroicamente los cerros y que han olvidado que el capitán de ese equipo, campeón de Chile, el año 1958, era un iquiqueño, Jorge Dubost conocido como el Gran Capitán. Y que los grandes basquetbolista fueron de estas tierras: los hermanos Cordero y Manuel Ledesma.

Hoy los dos puertos se enfrentaron de igual a igual, aunque los relatores cargaban los acentos a Valparaíso. Fue una fiesta. Los viejos pascueros se fueron al estadio y hoy a esta hora, recorren las calles tirando pastillas y afirmando que Santa Claus nació en los barrios pobres de Iquique, que son muchos. El estadio vestía de celeste a lo largo y ancho. Gracias Chueco Ponce por los favores concedidos. Gracias Zunilda, Peyuco y Terán.  Tu padre, Cesare, feliz como cabro chico cuando sale de la escuela.

El próximo domingo también ganaremos.

Una respuesta a “Iquique es puerto: Crónica urgente de un triunfo a la iquiqueña”

  1. Braulio Olavarría Olmedo dice:

    Te las mandaste. Ahora procede la crónica después de obtener el retorno a primera división. Escuché la transmisión de Radio Paulina y sufrí a riesgo de un infarto, pero creo que la tremenda emoción final sublimó todo riesgo..
    Me pregunto (y te pregunto a ti como sociólogo) cuántos iquiqueños de verdad y de corazón estarán quedando en una ciudad desbordada por afuerinos e inmigrantes.
    Un abrazo
    Braulio