A 50 años del golpe, un «pasado presente», que duele y alberga la esperanza de encontrar a ejecutados y detenidos desaparecidos

Serie: Relatos, reflexiones y otros aportes para rescatar la Memoria, a 50 años del golpe de Estado en Chile

Restos de ejecutados y desaparecidos en Iquique y Pisagua, podrían estar entre las osamentas que estuvieron en laboratorios de la Universidad de Chile. Unas cinco de ellas corresponden a Tarapacá, aseveró presidente de la EFEPI

Anyelina Rojas Valdés.- Al menos 4 cajas con osamentas de ejecutados políticos de la dictadura que permanecieron por años en la Universidad de Chile y que hoy son periciadas en laboratorios especializados fuera de Chile, podrían contener restos de ejecutados político y/o detenidos desaparecidos de Tarapacá. 

La información la entregó durante un conversatorio organizado y realizado en el Museo Regional de Iquique, Héctor Marín Rossel, Presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Iquique y Pisagua, AFEPI. El histórico dirigente  realizó una detallada presentación sobre la experiencia de los familiares, en su búsqueda eterna de sus seres queridos y que hoy albergan la esperanza de avanzar, a partir del Plan de Búsqueda que saca adelante el Presidente Gabriel Boric.

La actividad se desarrolló en el contexto de los 50 años, en el Museo Regional de Iquique, cuyo director, Luis Pérez, detallo el compromiso de la entidad con la memoria, el patrimonio y la necesidad de avanzar en materia de derechos humanos, para dar cierta tranquilidad a las familias y a la comunidad.

Una de esas actividades, fue el conversatorio “Para que Nunca Más”, que moderó la historiadora Karelia Cerda, que partió con la extensa y emotiva exposición de Marín, ante un público -vinculado también a la temática., se mantuvo atento y expectante.  En especial, cuando se refirió a la posibilidad que en 5 cajas de osamentas que ya son periciadas y que forman parte del Plan de Búsqueda, pudiesen encontrarse rastros de detenidos en Iquique, cuando era parte de la Provincia de Tarapacá.

PASADO PRESENTE

En su intervención, Héctor Marín señaló que todos los avances en materia de la búsqueda de los detenidos, ejecutados y desaparecidos, se ha producido gracias a la valentía, el tesón, la fuerza y el amor de los familiares y compañeros. En ese sentido destacó que es primera vez, que un Presidente de la República, tras la recuperación de la democracia, se compromete con la búsqueda de las personas ejecutadas, y que lo hace en conjunto con los familiares y organizaciones afines.

De hecho, Marín y otras integrantes de la AFEPI, han participado ya en reuniones en la Moneda y se aprestan para la próxima que será a fines de este mes, cuando oficialmente el Presidente Boric, lance el Plan de Búsquda.

“Muchos señalan que nosotros seguimos con lo mismo”, dijo Marín, señalando que “es cierto que han pasado cincuenta; son 50 años que vivimos años que vivimos así, en este dolor eterno. Lo que no es cierto, es que esto sea parte del pasado, para nosotros es pasado presente, porque aunque llevemos vidas aparentemente normales, aunque riamos, el dolor nunca se acaba, y la esperanza de encontrar a los nuestros, tampoco. Y nos duele haber visto tanto desidia del estado y sus instituciones para avanzar.  Muchos de los familiares se han muerto; y se han muerto en el dolor de no poder sepultar a su ser amado”.

JORNADA POR LA MEMORIA

La maratónica actividad formó parte de una extensa , «Jornada por la Memoria Regional y los Derechos Humanos»,  realizada por el Museo Regional, dependiendo de la CORMUDESI y que contó con el apoyo del INDH

La primera actividad de esta jornada correspondió a la inauguración de la exposición fotográfica, «Memoria Visual de la Dictadura Cívico-militar en Tarapacá», incluyendo reflexiones del periodista y experimentado fotógrafo, Héctor Mérida quien comentó acerca de cómo se realizó periodismo y, en su caso, especialmente periodismo gráfico, durante la dictadura.

Dijo el profesional que siempre le gustó la fotografía, pero enfrentado a la dictadura y a su rol como periodista desde la resistencia, el camino fue claro y tenía que dedicarse a fotografiar lo que sucedía. Y lo hizo principalmente en Arica, pero también en Iquique, Antofagasta, Calama y Tocopilla.

Puso en valor que si bien es el profesional el que inmortaliza el momento, es la comunidad e resistencia el engranaje mayor, en esta lucha  por recuperar la democracia. Contó que incluso, una vez que iba a ser detenido, en plena protesta en los años 80, fueron los mismos manifestantes lo que se interpusieron entre él y los Carabineros, impidiendo no sólo la detención, sino que el bien noble de proteger los negativos fotográfico, en años en que la imagen digital, no existía.

Durante su exposición, hizo también un contrapunto con el estallido social, donde aún, siendo igualmente peligroso y habiendo costado vidas, la era digital permitió que hubiese miles de registros de lo que sucedía.