11 de septiembre 1973, el gran engaño.
A 50 años del golpeOpinión y Comentarios 27 agosto, 2023 Edición Cero
Serie: Relatos, reflexiones y otros aportes para rescatar la Memoria, a 50 años del golpe de Estado en Chile.
Iván Cardemil López, exalumno de Escuela Domingo Santa María, Liceo de Hombres de Iquique y Universidad del Norte.-
En la mañana del 11 de septiembre de 1973, desperté temprano antes las señales del golpe de Estado, caminé junto a mi hermana al local de las Juventudes Comunistas donde yo militaba, bajamos por calle Serrano y doblamos por Vivar, hasta ahí llegamos. En la calle había atravesado un cañón antitanque, nos devolvimos y un compañero del Comité Central nos ordenó replegarnos y que me sacara la camisa amaranto que portaba.
Llegué a mi casa y mi otra hermana nos esperaba con una tijera filosa y nuestras largas cabelleras quedaron esparcidas en el piso, mi hermano y mi cuñado también sucumbieron; después encerrados en casa, escuchando a los militares y su pronunciamiento, primer engaño ya que fue necesario liquidar al Almirante Raúl Montero, comandante en Jefe titular de la Armada de Chile y a José María Sepúlveda, general Director de Carabineros que no estaban de acuerdo con el “pronunciamiento”.
Por la televisión se vio más severo al General Gustavo Leigh quién llamo a exterminar “el cáncer marxista”, que con el tiempo fue el primero en pedir la democracia en Chile y Pinochet lo tuvo que llamar a retiro en el acto más denigrante para la Fuerza Aérea… Y curiosamente fueron ellos los que bombardearon el Palacio y quemaron el emblema nacional con el presidente constitucional Salvador Allende adentro.
Los militares se presentaron como apolíticos y para recibir el apoyo del pueblo, manifestaron en su primera declaración, Artículo 3º “Los trabajadores de Chile pueden tener la seguridad de que las conquistas económicas y sociales que han alcanzado hasta la fecha no sufrirán modificaciones en lo fundamental; en el 1º habían pedido la rendición de Salvador Allende y todos sabemos lo que sucedió.
Otro engaño: Las conquistas de los trabajadores fueron vulneradas, el derecho al trabajo, el término de la indemnización por termino de contrato, en las zonas extremas se terminó para los trabajadores los 25 días de descanso, aparte de que los sindicatos fueron descabezados.
No pasó mucho el tiempo y los opositores de Allende, incluidos los democristianos recibieron los primeros portazos. Eduardo Frei Montalva presidente del Senado llamó a los militares y Pinochet se ufanaba que lo dejaron marcando ocupado.
General Óscar Bonilla, primer Ministro del Interior de la dictadura, ligado a la Democracia Cristiana, edecán de Frei Montalva, pronto tuvo problemas con Manuel Contreras jefe de la Dina; su esposa se presentó al Cardenal Raúl Silva Henríquez, le pidió que visitara Tejas Verdes, Bonilla se presentó de improviso, ante torturas horribles de cuerpos colgados, decretó el arresto de Manuel Contreras, que duró una semana.
Después Bonilla fue sacado del Ministerio del Interior y trasladado a Defensa. No pasó un año y en un viaje en helicóptero falleció. Los técnicos franceses que vinieron a investigar las causas de la caída del helicóptero también fallecieron en extrañas circunstancias. Y Manuel Contreras siguió siendo fiel a Pinochet.
General Augusto Lutz, General Jefe de Inteligencia del Ejército, tampoco estaba de acuerdo con la Dina, acudió a una reunión con una grabadora secreta a enrostrarle a Pinochet el accionar de la Dina. La reunión termino cuando Pinochet dijo “La Dina soy yo, ¿alguna otra pregunta?”. También falleció por coma etílico a pesar de que no bebía.
Sergio Onofre Jarpa, en video que circula, señala que el programa de Tomic era idéntico al de Salvador Allende, que tiene copias, sin embargo, no tuvo ningún problema a aliarse a la Democracia Cristiana para terminar con Salvador Allende, quién engañó a quién. Lo malo es que se ataque a alguien muerto, cuando todavía quedan varios vivos.
En definitiva, la Democracia Cristiana también fue engañada, puesto que sus ideales no fueron tomados en consideración.
Lo que queda para la historia es lo que dijo Radomiro Tomic. “Cuando se gana con la derecha, la derecha es la que gana”.
Lo que no sabía la DC, es que el Almirante Merino tenía el programa justo que se iba a utilizar cuando se derrocara el gobierno de Salvador Allende, los economistas de derecha lo llaman “el Ladrillo”, entonces el golpe de Estado fue cometido para implantar las ideas de la derecha, que también se fue cercenando en el camino. Hasta Jorge Alessandri fue contrario a la aplicación del modelo.
Hay que recordar que el Almirante Merino se ufanaba de conspirar contra Allende en el Buque Escuela Esmeralda junto a Agustín Edwards antes de que Salvador Allende fuera ungido por el pueblo. Que la oficialidad conspirara contra Allende fue advertido por los marinos, sin embargo, caso contrario se encauso a Carlos Altamirano quien osó escucharlos. Con el tiempo Roberto Thieme alto dirigente del grupo ultraderechista Patria y Libertad, reconoce que sus militantes recibían adiestramiento y munición de la Armada de Chile.
Qué razón tenía Salvador Allende en último discurso al señalar que “quienes tenían que investigar los atentados a los gasoductos y oleoductos no lo hacían, estaban coludidos”
Todavía la Armada de Chile es una institución que actúa al margen de los chilenos; todavía el Buque Escuela Esmeralda donde se torturo a Miguel Woodward y no se entregan sus restos, se mantiene como el principal buque de la Armada, donde se forman los futuros oficiales de la Armada. Es como si en Auschwitz se formaran los oficiales alemanes… En fin cada cual tiene la forma de mirar la historia, pero “hay quienes tienen ojos y no ven, tienen oídos y no escuchan” solamente la vergüenza caerá sobre ellos.
Que el golpe de Estado se podía evitar, claro que se podía. Salvador Allende había conversado con las Fuerzas Armadas la posibilidad de convocar a un plebiscito en el mismo día 11 de septiembre, documentos hay montones que Salvador Allende quería una salida pacífica, había otras que querían la salida fratricida, EEUU. desde un principio alentó esta salida.
Eran años de guerra fría y Estados Unidos no iba a permitir una nueva Cuba en América Latina, pero Chile era muy distinta a la Cuba de Batista; sin embargo, era un ejemplo mundial de que el socialismo se podía encontrar a través de las elecciones y como fuera había que aniquilarlo, que los democristianos y los izquierdistas se aliaran era muy peligroso para ellos, conspiraron desde un principio contra Salvador Allende e incluso antes de que el naciera. Ellos no van a permitir países independientes “al sur del Río Bravo”, no van a abandonar la doctrina Monroe.
Bueno, ahora estamos en años de guerra caliente y por ningún motivo van a permitir países independientes con tantas riquezas como el litio y el cobre.
Sin embargo, es necesario que EEUU. pida perdón por tanto crimen cometido.
El engaño de 1973 se prolongó después de la aprobación de la constitución de 1980, lo cual permitió a la derecha profundizar el modelo económico que tanto daño ha hecho al pueblo de Chile con la instauración de las AFP y las Isapres, donde curiosamente los militares se han mantenido al margen y gozan de seguridad social que no tienen los chilenos, este derecho a la seguridad social fue eliminado por la dictadura a los chilenos.
Así, de este modo, los militares ven que los ancianos mueren en la miseria gracias a su accionar, mendigando salud en largas filas en los hospitales, estos militares no le sirven a ningún país.