“ Yo fui y soy Upeliento”
Opinión y Comentarios 31 mayo, 2023 Edición Cero
SERIE «A 50 AÑOS DEL GOLPE».
Adolfo Vargas Jofré, periodista (UCN), desde La Tirana.-
El 4 de septiembre de 1970 en votación popular es elegido Presidente de Chile el doctor Salvador Allende Gossens, militante del Partido Socialista, a quien en octubre del mismo año el Congreso Pleno lo ratifica ante su competidor que obtuvo la segunda mayoría, el derechista Jorge Alessandri Rodríguez.
Yo era estudiante del cuarto año de la Escuela de periodismo de la Universidad del Norte, en Antofagasta, y militaba en el MAPU, aquel movimiento y después partido creado por Rodrigo Ambrosio luego de abandonar la Democracia Cristiana. Fue y ha sido mi única participación en un partido político en toda mi vida.
Como muchos jóvenes, trabajé en la campaña del compañero Allende y salí a las calles de Antofagasta a celebrar el triunfo, de lo cual no me arrepiento ni reniego hasta el día de hoy. He tratado de ser consecuente con lo planteado por Allende y por lo mismo ningún partido político de izquierda me atrae ni me convence.
A través de este artículo y otros venideros, iré entregando mi visión de ese histórico proceso que culmina el 11 de setiembre de 1973 con el cruento Golpe de Estado de las Fuerzas Armadas y el poder económico-político de la derecha que veía con “ terror” que perderían sus privilegios que implicaban que los pobres serían cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos.
El Programa General planteado por la Unidad Popular buscaba desarrollar la soberanía popular, las libertades, la democracia participativa, la igualdad social, todo ello para transformar el sistema socioeconómico imperante.
Y para ello se plantean acciones concretas como las 40 medidas (de las que escribiré en un próximo artículo) , la Nacionalización del Cobre, que es aprobada en abril de 1971 por el Congreso Nacional en pleno.
Se ejercía así en forma concreta el derecho de los pueblos al dominio de sus recursos naturales. Se ejerce así el derecho de los pueblos a elegir democráticamente su sistema económico al ampliar el área de propiedad social de la economía.
Sin embargo, al volver a esta débil democracia a partir del Plebiscito de 1989, seguimos con una gran deuda: cientos de desaparecidos detenidos, cientos de asesinados sin responsables y muchos de sus autores viviendo tranquilamente.
Qué diferente con lo ocurrido en Argentina el año 2003 que abolió las leyes de impunidad; con Uruguay, cuya Corte Suprema inició en su momento un proceso contra el ex Presidente Bordaberry por su responsabilidad en el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973; con Perú que solicita a Japón la extradición del ex Presidente Fujimori que había huido al país de sus orígenes, para así juzgarlo por crímenes de lesa humanidad; mientras que en Chile el entonces Presidente Ricardo Lagos reafirmaba la vigencia del Decreto de Autoamnistía dictado por Pinochet en 1978.
Hoy cuando nuevamente hay intentos de promocionar las “bondades” de un Golpe de Estado debemos estar atentos a que esta terrible historia no se repita, porque a 50 años del Gobierno de la Unidad Popular seguimos en deuda con el pueblo chileno.
“El Olvido es siempre ausencia de Memoria”