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Ya se dio el vamos a la creación del primer Jardín de Oasis de Niebla de la Costa del Pacífico, que es el primero... Innovador proyecto FIC rescata especies de plantas con riesgo de extinción. Podrían ser adaptadas en ciudades desérticas del norte

Ya se dio el vamos a la creación del primer Jardín de Oasis de Niebla de la Costa del Pacífico, que es el primero en su tipo dentro de un Jardín Botánico en el país y el mundo, implicando  un esfuerzo de más de tres años de estudio y del plantado inicial de 90 especies en casi 60 m2 de superficie.  Lo más valioso, es que la tecnología desarrollada y el rescate de estas especies en peligro de extinción,  podrían ser introducidos como parte de especies adaptadas al desierto en las áreas verdes urbanas de las ciudades del Norte Grande, como Tocopilla, Antofagasta, Taltal e Iquique y localidades cercanas.

La innovadora iniciativa forma parte del FIC “Transferencia de especies endémicas de Paposo y Taltal para su propagación, viverización y paisajismo”, desarrollado por un equipo ls Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat, en la Segunda Región de Antofagasta. Lo que viene ahora, con esta etapa de avance, es que en los siguientes meses, se irán completando con más especies en riesgo de extinción.

Estas plantas correspondieron principalmente a familias de Cactáceas, Suculentas, Herbáceas y Matorrales, todas endémicas, o nativas xerofíticas de los oasis de niebla de las localidades de Paposo y Taltal, además la creación de este nuevo tipo de Jardín aumentara el guion de muestra pedagógica del Jardín Botánico de 9 Unidades de Jardines a 10 Unidades enriqueciendo la diversidad de los ecosistemas recreados en este equipamiento.

TRABAJO MANCOMUNADO

El proyecto integró el esfuerzo de académicos, profesionales y estudiantes de las carreras de Agronomía, Biotecnología principalmente de los invernaderos del Campus Huayquique, junto al apoyo de varios estudiantes practicantes y voluntarios de la carrera de Arquitectura de nuestra Universidad Arturo Prat.

Además, profesionales del mismo Parque Botánico de la empresa de Aguas de Antofagasta, el esfuerzo de propagación y viverización de los Agricultores de las Asociaciones Agrícolas de Los Loros y La Cachina de la comuna de Taltal, con el personal y profesionales de la unidades de Aseo y Ornato de las municipalidades de Tocopilla y la misma ciudad de Taltal.

Todos ellos lograron llevar a la realidad este jardín colectivo trans y multidisciplinario, que es un esfuerzo inédito en el país, donde la relación pública-privada, académica y técnica logró reunir la más variada flora en riesgo de extinción de todo el norte de Chile en un mismo lugar físico.

Esto permitió recrear la mayor diversidad de los ecosistemas de niebla que están presentes en toda la región de Antofagasta, proyecto que es coordinado por el Académico de la Facultad de Recursos Naturales  Renovables de la UNAP, José Delatorre, junto a todo su equipo y las directrices de plantado ecosistémico del Arquitecto Paisajista Rodolfo Rojas Figueroa.

El desarrollo de la siembra y disposición de estas plantas endémicas y nativas va a permitir que tanto la comunidad, familias, estudiantes, escolares  y jóvenes que visitan el Parque Botánico tengan contacto con la flora presente en la región de Antofagasta en forma directa o cercana. Además, que puedan apreciar la riqueza única que ha desarrollado el desierto por millones de años de evolución y adaptación, tomando conciencia de la importancia de su vulnerabilidad ante el cambio climático y la presión que ha ejercido el hombre.

Es posible apreciar también, la belleza y el aporte ecológico que poseen cada una de estas especies, así como la implicación de su permanencia o desaparición como patrimonio biológico y ecosistema, las cuales presentan poblaciones cada vez más reducidas, muchas en peligro de extinción severa.

Esquema orientativa de recreación del Jardín de Niebla.

LAS ESPECIES

Dentro de las especies plantadas se destacan variedades de Copiapoas, Diclipteras Paposanas, Plumbagos, Atriplex Paposanos, Salvias Tubifloras, Eulichnias Iquiquensis, Haplopappus foliosos y desertícolas, y Puyas Chilensis y Boliviensis, como un sinnúmero de otras especies.

Estas fueron recolectadas en mas de 8 campañas en distintas salidas de terreno a los cerros o montañas cercanas a Paposo, Taltal, Cifuncho, Cerro Los perales, entre otros, llevadas principalmente por el biotecnólogo Cristóbal Reyes, donde también se resguardo y fortaleció el Banco de Semillas que tiene el Campus Huayquique.

ESTRATEGIA MAYOR

Desde el proyecto se informó que este esfuerzo va de la mano de una estrategia mayor de preservación, tanto de los recursos genéticos de las plantas extremas áridas, como en asegurar para el futuro, la posibilidad de sobrevivencia y conocimiento para las próximas generaciones.

La conservación y propagación de más ejemplares fue parte también de ensayos de diversos métodos llevados por Paloma Sepúlveda y Cristopher Low, quienes buscaron diversos métodos para que de un modo u otro puedan regresar ejemplares a sus territorios de origen; además, ver la posibilidad de ser introducidos como parte de especies adaptadas al desierto en las áreas verdes urbanas de las ciudades del Norte Grande, como Tocopilla, Antofagasta, Taltal e Iquique y localidades cercanas.

Todo esto va de la mano de resignificar una relación más amable y virtuosa que existió hace muchos años atrás con las culturas ancestrales que habitaron todo el litoral costero y les dieron uso tanto cultural, medicina, y material como alimentario a muchas de ellas. Se abre así, un modo de trabajo transversal para la protección de nuestra herencia vegetal nativa.

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