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Carlos Graña Sarmiento, periodista. Una mañana de octubre de 1994 me presente en la Oficina de Irene Geis, directora de la Carrera de Periodismo... Adiós a Irene Geis

Carlos Graña Sarmiento, periodista.

Una mañana de octubre de 1994 me presente en la Oficina de Irene Geis, directora de la Carrera de Periodismo de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, en  Santiago de Chile. Le conté que venía llegando del exilio y deseaba terminar mis estudios de periodismo que comencé en 1970 en la Universidad del Norte de Antofagasta, y los interrumpí, tras ser arrestados por los aparatos represivos de la dictadura militar, que se instaló el 11 de septiembre de 1973.

Le mostré a Irene una beca que tenía del World University, y documentos, que acreditaban que había cursado tres años en la carrera de Comunicación Social. Sin poner ningún problema me escuchó y preparó un programa especial para que pudiera titularme de periodista después de 21 años. El gesto solidario, de esta mujer , quedó grabado en mi mente.

Fue allí también donde conocí a la periodista Elena Cea, que dirigió mi tesis titulada: «1982  Traspasos de  Deudas al Banco Central», documento que fue digitalizado por  Universidad Academia de Humanismo Cristiano y que  hoy se encuentra en internet, disponible para quienes deseen consultar este reportaje de periodismo.

Eliana, que también era una destacada periodista, falleció el 22  e de junio del 2022. Ambas partieron el mismo día. Yo me enteré de sus muertes, el 12 de julio del 2022, cuando revisaba las informaciones en mi computador.

Irene nació el 6 de febrero de 1938 en Alemania, hija de un matrimonio judío-alemán que se vio obligado a emigrar a Chile debido a la persecución nazi cuando Irene tenía un año.

Cursó enseñanza media en el Liceo 7 de Providencia, y luego estudió Periodismo en la Universidad de Chil siendo una de las primeras mujeres tituladas de periodismo. Por su mirada crítica y su pluma privilegiada fue distinguida con el Premio Lenka Franulic en 1967. Su trayectoria profesional fue de excelencia: Directora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Concepción en 1970; reportera y redactora de agencia AP, revista Entretelones, diario La Tercera, revista Flash, Emisión Cero de canal 9 Tv; diario La Segunda, diario La Calle, de Buenos Aires.

También fue corresponsal de Il Manifesto de Italia, radios argentinas y revista de Nueva Sociedad de Argentina, editora del Semanario 7 Días; Programas Especiales de Prensa de canal 9 Tv, creadora de Contrapunto y Aire Libre; Revista Análisis; diario La Nación, directora del diario Fortín Mapocho, y socia fundadora de la revista cultural “Pluma y Pincel”.

En 1989, Irene vuelve a la docencia en la Escuela de Periodismo de la Universidad Bolivariana. En 1990 se integró al diario “La Nación” como editora de la sección Sociedad y Ciudad. Ese mismo año, la Escuela de Periodismo de la Universidad Academia Humanismo Cristiano la contrata como profesora y, posteriormente, de directora de esa escuela. El año 1998 trabajó como profesora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, donde dictó la cátedra de Periodismo Político.

Entre los años 1996-1998 encabezó el proyecto de investigación “Los hilos invisibles del deporte”. Publicó también el ensayo “Para leer El Mercurio… y La Tercera” y la novela “La Intrusa”.

Retirada de la vorágine periodística dio paso a su lado de escritora con bastante éxito. Además del ”Exiliario” (1984) destacan “Cuentos chilenos” (1988), “Encuentro de narradores chilenos de hoy” (1984),  “Copa de Vinagre” (1996), “Como un Pájaro sin Luz” (2004), “La pasión de Torquemada” (2012) y “De la guerra” (2015).

Posteriormente, la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile con ocasión de los 64 años de creación de su Carrera de Periodismo, la homenajeó de manera especial. El mismo año un grupo de periodistas del país apoyaron su postulación al Premio Nacional de Periodismo.

Fue formadora de generaciones de periodistas en diversas escuelas de periodismo, desde 1969 a 2006. Tal vez habría que agregar a su impresionante currículum que fue parte de esa generación de profesionales que luchó incansablemente por la defensa de los derechos humanos y la recuperación de la democracia para Chile.

Irene y Elena  descansen en paz. Su recuerdo y ejemplo están con nosotros. Ambas fueron periodistas ejemplares, grandes mujeres y personas buenas, amantes de la justicia, generosas y cultas.

 

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