Edición Cero

“Consideramos pertinente que la reparación sea realizada colocando un monolito recordatorio en el frontis del ex regimiento Granaderos de Iquique y que la historia... Leila, hermana de Michel Nash, el joven soldado que se negó a disparar contra su pueblo tras el golpe, pide al Ejército que le restituya su honor militar

“Consideramos pertinente que la reparación sea realizada colocando un monolito recordatorio en el frontis del ex regimiento Granaderos de Iquique y que la historia y ejemplo de Michel Nash sea divulgado en las clases de DDHH que se imparte a los soldados de la FF.AA. de nuestra Patria”.

(Entrevista al final)

Por Anyelina Rojas Valdés.- Con una impresionante fortaleza que le brota desde lo más profundo de su ser,  Leila Nash Sáez con la frente en alto y sabiendo que su verdad, es la verdad, ingresó por primera vez  a las dependencias de la Sexta División de Ejército, que se levantan en lo que fuera el Regimiento Granaderos de Iquique, donde su hermano cumplía con el Servicio Militar, desde abril de 1973. Lo hizo para entregar una carta, donde pide que se restituya el honor militar de Michel Nash Sáez, ejecutado en Pisagua el 29 de octubre de 1973, por negarse, como conscripto, a  ser parte de las filas militares de la dictadura.

La misiva, muy simple pero concreta en las peticiones, y desde lo simbólico muy importante, está dirigida al general de Brigada Lionel Curti Santibáñez, Comandante en Jefe de la VI División de Ejército, a quien le relata la historia final del joven Michel.

“En abril de 1973 viajó desde Santiago a Iquique un joven muy contento y entusiasmado a cumplir con su deber del servicio militar en el regimiento Granaderos. (…)  No alcanzó a terminar su período ya que fue apartado del Ejército el 12 de septiembre de 1973, posteriormente fue detenido y conducido al campo de prisioneros de guerra de Pisagua. Michel Nash fue separado del ejército, detenido y hecho prisionero puesto que se negó a disparar a sus compatriotas, señalando que había jurado defender la Patria, la Constitución y su Pueblo”.

Leila Nash declara en la misiva que el 29 de septiembre de 1973, “un comunicado militar señaló que Michel Nash fue abatido tras un intento de fuga junto a otros cinco presos en Pisagua, sus cuerpos no fueron entregados a sus familiares a pesar de que lo solicitaron en reiteradas ocasiones”.

Recuerda que sus padres jamás abandonaron su búsqueda y que ambos fallecieron sin haberle encontrado a su amado hijo.

Señala la misiva:

“El 2 de junio de 1990 se realizó el hallazgo de la fosa de Pisagua donde se encontraron los cuerpos de 19 ejecutados, entre éstos tres de quienes fueron ultimados junto a Michel Nash. De acuerdo con declaraciones judiciales de otros soldados y oficiales, los cuerpos de algunos presos asesinados fueron desenterrados, calcinados, triturados y lanzados al mar. Entre ellos el cuerpo de Michel”.

En el 2001, el Ejército de Chile reconoce en la Mesa de Diálogo de Derechos Humanos, convocada en agosto de 1999 por el gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, que muchos cuerpos fueron lanzados al mar, entre éstos, el del joven Michel Nash. Dicha instancia  tenía la finalidad de avanzar en la búsqueda de las víctimas de desaparición forzada durante la dictadura.

Si bien esta es la versión oficial, organizaciones de DDHH, no quedaron conforme con la respuesta entregada por el Ejército a la Mesa de Diálogo, porque con ello era como cerrar la búsqueda de sus seres queridos.

Continúa la carta, señalando que:

“En febrero del 2021, después de una exhaustiva investigación y 48 años después de los hechos, la Corte Suprema establece que no hubo tal intento de fuga y que se trata de secuestro calificado ya que sus cuerpos aún no aparecen. La situación de Michel es la misma que muchos otros soldados y civiles chilenos”.

Ante esos hechos Leila y quienes suscriben la misiva (la que será abierta para recoger más adhesiones” solicitan al Ejército de Chile, al Ministerio de Defensa y al Estado que se repare el honor militar de Michel Nash  quien se negó a disparar en contra de su propio pueblo.

“Consideramos pertinente que la reparación sea realizada colocando un monolito recordatorio en el frontis del ex regimiento Granaderos de Iquique y que la historia y ejemplo de Michel Nash sea divulgado en las clases de DDHH que se imparte a los soldados de la FF.AA. de nuestra Patria”.

 

 

 

UN HÉROE

La historia del joven conscripto Michel Nash Sáez, santiaguino, recoletano, -una calle en Recoleta lleva su nombre-, no era muy conocida. Más bien su brutal ejecución en Pisagua, se corría en  los círculos de las agrupaciones de derechos humanos.

Sin embargo, para los 40 años del golpe, su historia se empieza a expandir y su ejemplo se transforma en simbólico, y él, en “Un Héroe anónimo llamado Michel Nash”, como señalara una crónica de la autora, publicada en este portal.

Un héroe anónimo llamado Michel Nash: pagó con su vida al negarse a empuñar las armas contra sus compatriotas

Michel, nunca estuvo en el olvido para su familia.  Cuando se descubre la fosa clandestina en Pisagua, su padre, que le heredó su nombre Michel, vino a estas tierras con la esperanza de recuperar a su hijo, aunque fueran sus restos.  Pero no apareció, hasta hoy. Las imágenes de aquel hombre, recorriendo los alrededores de la Fosa Clandestina y el Cementerio, gritando “Michelito, Michelito ¿Dónde estás?, aún retumban en el desierto nortino. Sólo se reencontró con su hijo, en la eternidad, en septiembre del 2002, cuando fallece.

Pero la lucha, continuó.  Tomó el mando doña Ana Sáez, la madre, que no descansó jamás en su cometido, siempre acompañada de su hija Leila, la única sobreviviente de la familia Nash-Sáez y continuadora de buscar la verdad la justicia.

Doña Ana Sáez falleció en julio de 2018, cerrado sus ojos sin haber recuperado jamás el cuerpo de su primogénito. Por eso, su último deseo que encomendó a Leila, fue que sus restos fueran cremados y las cenizas, lanzadas al mar de Pisagua. Este Portal, acompañó a la familia, en ese ritual, triste y emotivo, pero también de reafirmación en la lucha por los derechos humanos. Como sea, ahora padre, madre e hijo, se reunían en el infinito.

Leila, la hermana mejor, hoy mujer adulta, con hijas adultas también, no decae. Y como ella dice, vive en la dicotomía de vivir la vida, reír y llevar la pena eterna de la descomposición familiar, desde aquel 29 de septiembre de 1973.

En estos días, coincidiendo con el hallazgo de la fosa clandestina de Pisagua, Leila Nash, una vez más, está en Iquique. Ahora para entregar la misiva al Ejército de Chile y a quien lo representa en esta zona, la VI División de Ejército y su comandante Lionel Curti Santibañez. En definitiva, lo que busca, es que haya una reparación moral de su hermano, el joven soldado Nash. Y ello amparada en que la verdad se estableció judicialmente. Michel nunca fue un traidor a la patria ni se dio a la fuga en Pisagua.  Fue asesinado.

Para Leila, Michel Nash es un verdadero soldado, que se negó a disparar contra su pueblo, incluso a costa de su propia vida, dejando prematuramente este mundo. Pide que en las mismas dependencias del que fue el Regimiento Granaderos de Iquique, hoy sede de la Sexta División de Ejército, se levante un monolito y una placa en honor a su hermano y en el mismo lugar donde cumplía con su servicio militar, en el Regimiento Granaderos, porque afirma, “es un verdadero mártir del Ejército, por eso quiero que se restituya su honor militar”.

Se observa a Michel, de espalda, mientras estaba en una actividad de su servicio militar.

Pero también pide, que, en la formación de los futuros militares e integrantes de todas las FFAA, se realicen clases de derechos humanos y se cuente la historia del soldado asesinado por la dictadura.

Cuando fue  el golpe militar, Michel se sintió asqueado por las acciones militares Allanamientos y malos tratos con la población civil. Entonces estando en el patio central del Regimiento Granaderos  le dieron la oportunidad de integrarse al Ejército, respondió que prefería la baja, lo que efectivamente ocurrió, siendo despojado de su ropa de soldado.  Y al salir, en las puertas de la que fuera su unidad militar, fue detenido de inmediato el 12 septiembre de 1973.

Es trasladado a otro regimiento, reconocido en Iquique por ser el principal lugar de torturas contra los detenidos, el Regimiento de Telecomunicaciones, donde hoy se levanta una moderna Escuela de Caballería. Hasta allá fue trasladado el joven Nash donde fue interrogado por 5 días.  El 17 de septiembre, junto a otros prisioneros políticos, es trasladado hasta el Campo de Concentración de Pisagua.

Así llega el 29 de octubre de 1973, donde se aplicó una falsa ley de fuga, por la cual fueron acribillados 6 detenidos. Michel era el más joven.

De acuerdo con la información oficial que se ha logrado reconstituir, es que los ejecutados, que permanecían en una fosa, fueron retirados en la llamada operación militar “retiro de televisores”, instruida en 1978 por el dictador Pinochet, con la finalidad de desenterrar los cuerpos de los ejecutados y hacerlos desaparecer por segunda vez, para que sus restos no fueran descubiertos jamás.

Cuando se crea la Mesa de Diálogo, el Ejército reconoce que Michel y otros detenidos de Pisagua y a los largo de todo Chile, -pese a haberlo negado siempre-, fueron lanzados al mar, después de desenterrarlos, calcinarlos y reducir sus restos para no dejar vestigios. “Los quemaron, los molieron y hechos polvillo los tiraron al agua, para que nunca nadie los encontrara”, concluye Leila, sabiendo la verdad, pero con una fuerza infinita, para seguir luchando.

Así la sorprendió este 2 de junio, en Iquique y caminando sobre los pasos que alguna vez dio su hermano sobre el Regimiento Granaderos, cuando ilusionado cumplía con su servicio militar y después decepcionado se negó a ser parte de la dictadura sellando su injusto destino.

carta Michel Nash

ENTREVISTA A LEILA NASH

7 respuestas a “Leila, hermana de Michel Nash, el joven soldado que se negó a disparar contra su pueblo tras el golpe, pide al Ejército que le restituya su honor militar”

  1. Juan Martínez dice:

    Honor y gloria eterna al joven Michel Nash, Que su nombre sea imperecedero en un nuevo ejército, realmente patriota, que ojalá nazca en el nuevo Chile.

    • Tamara selima juri yañez dice:

      Naci escuchando la historia de
      Michel es mi tio
      Hasta el dia de hoy siento orgullo y pena
      Cuando ablo de el.
      A mi hijo le puse su nombre
      Mi tía Ana le decía Michelito
      Tu nombre se escucha en todo Chile y se conise afuera con fuerza.
      Un soldado con honor, un ñiño que no jugava hacer soldado, sino que er deverdad….
      Tu sobrina que te ama

      • Augusto Perez dice:

        Si bien es lamentable lo ocurrido, la Sra no menciona que su hermano era militante de las JJCC., quienes pregonaban la violencia y querían revelarse en armas contra su pueblo, tal como Allende citaba y exaltaba a los del vietcong en un congreso de las JJCC el 72! O los miristas que decían que era necesario a matar a 1.000.000 (10% de país!!!) de personas para imponer su revolución!

        Insisto es lamentable, pero vamos a la causa!

      • Inès dice:

        Hé leído esta terrible y honorífica historia, más avanzada en su emotiva lectura las lágrimas corrían en mi mejilla…
        Este centro de torturas lo conoci, mi padre estuvo por ahi y en chacabucolo lugares hinospitos y plenos de horrores pero de seres humanos dignos.
        adelante y que nunca se vuelva a repetir estos actos de enfermos psíquicos mentales. yo pasé por esto en el estadio nacional academia de guerra y cárcel en santiago. Inés

    • Augusto Perez dice:

      Negarse a disparar a su pueblo! JA JA JA

      Si era militante de las JJCC y quería imponer una dictadura sangrienta (cómo a lo largo de la historia lo han hecho los del PC!!! )

      • Pemjean dice:

        Horrible, Chacabuco, Pisagua, Estadio Chile Estadio Nacional, là carcel de mujeres , todo eso lo vivimos yo ténia 13 años, y salîmos cuando yo tenia 14,

        Yo e recorrido esos campos de torturas, Pisagua es atros, Chacabuco peor, no me cansare nunca de visitarlos à cada vez que vuelvo a Chile

        Patricio