
Pedro Oróstica Codoceo.-
En crónica anterior señalamos el gran impasse ecológico que significa continuar utilizando los combustibles fósiles, carbón, gas, petróleo, para producir electricidad; los cuales constituyen procesos altamente contaminantes.
No obstante, el mundo ya ha puesto su atención en la necesidad de ir disminuyendo estos efectos. Y a su vez, reemplazarlos por energías limpias y sostenibles tales como el agua, la luz solar y la fuerza eólica. Son varios los países que acuciados por la contaminación global, proyectan procesos para la elaboración de electricidad a partir de estos elementos. Entre estos se encuentra Chile.
Nuestro país con las condiciones naturales y ambientales de su territorio, puede liderar mundialmente la producción de energías limpias, y con ello, aportar extraordinariamente a un mayor bienestar y mejoría de la vida en La Tierra. Actualmente se implementan proyectos utilizando la energía eólica del extremo sur y la luz fotovoltaica de su desierto en el norte.
Energéticos fósiles, un negocio no sostenible para el medio ambiente.
Entre los combustibles fósiles tenemos al petróleo, el carbón y el gas natural. Estos se formaron hace millones de años, a partir de restos de plantas y animales extintos. Todos altamente contaminantes al procesarlos. Al hacer una retrospectiva de las motivaciones que impusieron, por ejemplo, el petróleo para mover el transporte y las industrias en el mundo, es probable que no se tuviese conciencia cabal acerca de los efectos que causarían a la postre.
Ya se lleva más de 100 años lanzando el inconveniente CO2 a la atmósfera, causante de lluvias ácidas, contaminación del agua, de los mares, del aire y sobre todo el efecto invernadero. Cuestión que incide en lo que hoy conocemos como el calentamiento global. De ahí que hoy exista consenso, acerca de torcer ese destino.
Informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Recientemente la OMS, en comunicado de prensa desde Ginebra, Suiza, señala que millones de personas siguen respirando aire insalubre y más de 6000 ciudades en 117 países se encuentran monitoreando la calidad del aire. Es un hecho que “el 99% de la población mundial respira un aire que supera los límites recomendados, alcanzándose niveles insalubres de materia particulada fina” que hace estragos en el organismo humano.
En este informe también leemos: “los problemas energéticos actuales ponen de manifiesto la importancia de acelerar la transición a sistemas energéticos más limpios y saludables. Los elevados precios de los combustibles fósiles, la seguridad energética y la urgencia de hacer frente a la contaminación del aire y al cambio climático, urgen la necesidad de avanzar hacia un mundo menos dependiente de los combustibles fósiles.” Y es frente a esta realidad que surge el hidrógeno verde.
Hidrógeno verde, alternativa energética sostenible.
Se sabe de las grandes reservas de petróleo que aún mantienen algunos países del planeta. Cuestión que indicaría una voluntad de continuar usándolos. No obstante, también ha surgido el interés y la necesidad de proteger a la población y cooperar con la naturaleza frente a la situación actual. Es así como en las últimas décadas, el hidrógeno verde ha venido ganando acuerdos como la gran alternativa energética del futuro.
¡Que significa que sea verde? Esto se comprende a partir de los colores con que han clasificado al hidrógeno de acuerdo a los elementos de donde es extraído. Así el hidrógeno negro, por ejemplo, hace referencia a la energía que proviene del carbón, lo que lo hace muy contaminante y a pesar de ello muy usado. También está el hidrógeno gris, a partir de los hidrocarburos, etc. Todos emiten CO2 a la atmósfera.
Es el hidrógeno verde, el único que no emana carbono, dado que se obtiene de energías limpias y renovables, implicando sostenibilidad para el medio ambiente y la salud de la población. “Y no solo porque no produce emisiones contaminantes, sino también por su eficacia, puesto que genera el triple de energía que otros combustibles como la gasolina.”
Proyectos de hidrógeno verde en Chile
Para las actividades industriales, del transporte y necesidades de los hogares en el mundo, son utilizados energéticos contaminantes. No obstante, la conciencia mundial está indicando disminuir el uso de más de un siglo de estos fósiles. De ahí que Chile, paralelamente a naciones como España, Alemania, entre otras, se proyecta al siglo XXI como ingente productor de hidrógeno verde a partir de energías limpias.
Ello, a partir del compromiso adquirido para trabajar y aportar a la reducción de la contaminación mundial. De ahí que “Chile se encuentra en vías de convertirse en uno de los mayores productores de hidrógeno verde, ya que el Desierto de Atacama y la Región de Magallanes, albergan el costo de producción más bajo del mundo estimado para el 2031.”
Además se señala que, si bien muchas de las iniciativas son mantenidas en reserva, el Ministerio de Energía de la República de Chile, ya ha destacado algunos de estos proyectos de gran escala. Los cuales se encuentran concentrados en las regiones de Antofagasta, Magallanes, Metropolitana, Valparaíso, Bio-Bio.
Conclusiones
Frente a la delicada situación ambiental en la que se debate el planeta a causa de los combustibles fósiles generadores de CO2, surge el hidrógeno verde, como la gran alternativa para la descarbonización de la economía mundial. Hoy Chile se encuentra en un expectante sitial respecto a la producción mundial de éste energético limpio.
De ahí que a Tarapacá se le presenta – también – esta ingente oportunidad industrial para establecer nuevos modelos de negocios, junto a la generación de capital humano especializado, cuestión de altas expectativas para la sostenibilidad de la región y sus comunas en perspectiva del siglo XXI.
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