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Carlos Graña Sarmiento, periodista.- En un documento  que recopiló Pascual Ahumada en su obra sobre la Guerra del Pacífico, tomos I y II, página... 143 años del bloqueo a Iquique

Carlos Graña Sarmiento, periodista.-

En un documento  que recopiló Pascual Ahumada en su obra sobre la Guerra del Pacífico, tomos I y II, página 214, fechado el 8 de abril de 1879 en Iquique, el corresponsal del diario El Comercio de Lima, Perú, informa: «El 5 de abril de 1879 entre diez y once de la mañana se divisaron por el sur dos buques a vapor, apareciendo una hora después tres más, a vapor también. A la una de la tarde todos reconocieron a la escuadra chilena que avanzaba al puerto en son de combate. El espectáculo que ofrecía Iquique era verdaderamente conmovedor. A las tres de la tarde la escuadra se presentó, como dicen los marinos, en demanda del puerto».

El Blanco Encalada, que transporta al almirante Williams Rebolledo, y el Cochrane, blindado como aquel, se aproximaron a la isla Cuadros, situada a un cuarto de milla de la ciudad, con el objeto de reconocerla. Convencidos de que no habían en ella fortificaciones alguna, el buque almirante izó dos banderas, que fue la señal para que los demás buques avanzaran a la rada. El orden de marcha era el siguiente: la Esmeralda, O´Higgins, Chacabuco, el blindado Cochrane y el Blanco Encalada.

En el fondeadero ocuparon el orden inverso en línea paralela. Acto continuo se dirigió a bordo del Blanco Encalada el capitán de puerto, capitán de corbeta Salomé Porras, que fue recibido con frialdad por el Almirante Williams Rebolledo. Preguntó éste por la denominación que tenía el jefe de plaza; y absuelta que fue la pregunta, agregó el Almirante: «Tenga usted la bondad de decirle al Prefecto que cumpliré al pie de la letra la comunicación que en breve le será entregada por un oficial de mi escuadra».

Se desembarcó el capitán de puerto. Y vino tras él el mayor de órdenes de la escuadra, Arturo Prat, con la notificación de la declaración del guerra al Perú e inició del bloqueo.

En el relato del periodista peruano se indica «Prat es un marino de arrogante talle, bien parecido y de maneras cultas. Desembarcó con mucha naturalidad y pasó por entre el inmenso gentío que había en el muelle. Ni una sílaba se escapó a la muchedumbre que indignada presenciaba esta escena. Un silencio sepulcral, aquel que precede a los grandes acontecimientos, reinaba en los alrededores del muelle y la Prefectura. Prat subió a la Prefectura. El Prefecto Justo Pasto Dávila lo recibió atentamente; entregó la nota y pidió permiso para entregar otra al Cuerpo Consular.

En la nota al Decano del Cuerpo Consular, señor J.W. Merriam, Cónsul de los EE.UU. de América, Juan Williams Rebolledo manifestó que a consecuencia de la actitud hostil del Perú con Chile, en la contienda boliviana, se ve precisado a bloquear a Iquique, como punto estratégico, y le indica que los súbditos extranjeros pueden embarcarse en los vapores con un pasaporte del Cónsul respectivo, que irá visado por él. Prat regresó después de cumplida su comisión a bordo, volvió a tierra a las cinco y media de la tarde a notificar verbalmente al Prefecto que se abstuviera de continuar los trabajos de fortificación de la isla, porque la escuadra se vería obligada a destruirlo todo. El Prefecto le contestó que haría en la esfera de lo posible cuanto pudiera para defenderse».

Tras el arribo de la Escuadra chilena las autoridades peruanas realizaron una reunión masiva en el Teatro Municipal de la época, que contó con la presencia del doctor La Torre, senador suplente por el departamento de Tarapacá y segundo jefe del batallón Iquique, que formó Alfonso Ugarte, quien se encontraba en la Noria y se enteró por el telégrafo que la escuadra chilena estaba en Iquique. Se trasladó a este puerto para ponerse al frente de su batallón. Iquique estaba defendido por cuatro mil hombres entre los de línea y guardia nacional.

 

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