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Pedro Oróstica Codoceo.-  Entre las aves, el águila es considerada en la cúspide de todas ellas. Interesante  es visualizar algunas de sus características solo... El águila y sus lecciones

Pedro Oróstica Codoceo.- 

Entre las aves, el águila es considerada en la cúspide de todas ellas. Interesante  es visualizar algunas de sus características solo a modo de un ejercicio analítico. En este contexto, es atractiva la forma  como  Naturaleza entrega estas  holísticas nociones cognitivas  de la vida. Y que justamente, aunque parezca extraño o curioso,   son   obtenidas  desde el reino  animal.

Aquí vamos con algunos detalles y, es de esperar que, no se  crea que este artículo tiene la finalidad de dar lecciones de algo o a alguien.  El libre albedrío del ser humano es ineludible para bien o para mal. Cada quien hace su destino. Aquí vamos.

Vuela a gran altura.

Y aparte de alcanzar las mayores alturas, vuelan solas. Ninguna  ave  las alcanzan en su vuelo, no hay otras que pueden volar tan alto; salvo casos de excepción. Las águilas pueden tener su hábitat en cualquiera de los cinco continentes, salvo la Antártida. Las águilas  solo vuelan con águilas.. De ahí la primera lección: “aléjate de quienes no mantienen tú mismo vuelo, solo te frenarán.” 

Enfoca la visión

Han sido dotadas de una gran vista. Es sorprendente la agudeza de este sentido. Al visualizar su presa  – lo cual puede hacer sobre 3 kilómetros de altura –  enfocan  su mirada sobre la presa hasta conseguirla. Segunda lección: “mantén enfocada tu visión, sin importar el obstáculo y conseguirás el éxito.”  

No comen cosas muertas

Solo se alimentan de presas frescas.  Es notoria la habilidad para procurarse su alimentación viva. Solo buitres y otros carroñeros, subsisten en base a terceros animales muertos o en putrefacción.  Tercera lección: “aléjate de la información vieja y rancia y aliméntate  de lo actual.” 

Ama la tormenta

Es la única ave que  ama este fenómeno. Cuando llega la tormenta disponen sus alas para que el viento las agarre y la lleve por encima de la tormenta, mientras  está destrozando todo abajo. Las demás aves buscan apresurado refugio. El águila no escapa de ella, la usa para levantarse más alto. Cuarta lección: “podemos usar las tormentas u obstáculos  de la vida para elevarnos a gran altura.”

Prueba antes de dar confianza

La hembra antes de aparearse pone a prueba al macho. Desciende hasta el suelo seguida  por el pretendiente; coge una rama vuela a gran altura y la suelta. El macho debe tomarla antes que llegue al suelo y devolvérsela. Esta práctica dura horas, hasta que se asegura que lo hace bien y demuestre persistencia y compromiso. Solo en esas condiciones la hembra acepta el apareo. Quinta lección: “tanto en la vida privada como en los negocios hay que probar el nivel de compromiso de quienes te rodean.”

Monogamia, la ley del águila 

Macho y hembra participan en conjunto en la construcción de la nueva familia. Son de una pareja para toda la vida. Ella pone los huevos y les da  protección, el construye el nido y procura la caza. Una vez nacidos los polluelos y ya en tiempo de  aprender a volar, la madre los lanza fuera del nido, pero en su caída libre el padre los toma y los regresa al nido. Ahí toma sentido el ejercicio de la rama. Esto hasta que aletean con la fuerza necesaria y consiguen  valerse por sí mismo.

El águila rejuvenece.

Como todo ser que nace, se envejece y muere. Pero en el águila real se da el caso que  puede rejuvenecer.  Alcanza en total unos 70 años de vida. Pero  llegada a los 40, debe tomar una extraordinaria decisión. A esa edad sus uñas que se han alargado  ya no consiguen agarrar la presa; su pico comienza a curvarse  y sus alas envejecidas y pesadas por las gruesa plumas, hacen del volar una acción muy difícil.

Es aquí,  cuando el águila debe tomar esa extraordinaria decisión: o dejarse morir o enfrentar un “doloroso proceso de renovación que durará unos ciento cincuenta días. Este proceso consiste en volar a lo alto de un risco montañoso y refugiarse en un nido donde no necesite volar. Entonces el águila comienza a golpear su pico contra la roca hasta conseguir arrancarlo; y de ahí espera a que nazca uno nuevo con el cual  removerá sus viejas uñas”.

Cuando las nuevas uñas comienza a  nacer, es el momento para proceder a desprenderse de sus viejas plumas, utilizando para ello su nuevo pico. Después de estos cinco duros meses, “vuelve a tener un pico fuerte y joven, plumas brillantes y sedosas y uñas útiles.”  A partir de ese momento  dispondrá de 30 años más.

Conclusión

Tal como un alto porcentaje de los animales de la tierra, el águila igualmente ha sido   prácticamente diezmada por las criaturas bípedas. Pero sus  extraordinarias cualidades prevalecen más allá de estas aberraciones de los civilizados. De este modo, las lecciones que podemos sacar de esta extraordinaria ave,   pueden  ir derechamente  dirigida a la sicología de hombres y mujeres. Y es allí, donde el águila aporta fuerza, vitalidad, renovación, pasión, nobleza y valentía.

 Y lo más importante de todo es que  cada cual puede obtener sus propias conclusiones.

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